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FILOIDEAS

~ Mis opiniones, ideas y cuentos escritos en Israel

FILOIDEAS

Archivos de etiqueta: Argentina

OjO al piOjO

21 miércoles Ago 2019

Posted by cindyisrael in Notas

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Argentina, argentinos, elecciones, Hezbolla, Hizbollá, Kirschner, Macri, manipulación, memoria, miedo, opinión, seguridad, terrorismo, terroristas, votación

Anoche me fui a acostar madurando una nota que quería escribir hoy. Pero esta mañana amanecí con una «novedad» que hizo que considerara el tema del  que voy a hablar no más importante, pero sí más urgente.

No es nada nuevo (por eso las comillas en mi párrafo anterior) que a las puertas de unas elecciones se trate de manipular a la población. Incluso fuera de las elecciones también, pero ese es otro tema. Y estas próximas elecciones en Argentina no iban a ser la excepción. La diferencia es que al menos antes eran más sutiles y se notaba menos. O quizá es que ya muchos estamos más atentos. Esa es una buena señal, quiere decir que hemos aprendido algo. Ahora bien, que eso nos sirva para ser más sensatos a la hora de tomar decisiones, ya es otra cuestión.

Ayer estuve discutiendo en un grupo de argentinos en Israel de Facebook con algunas personas sobre las próximas elecciones. Allí me di cuenta que muchos que votarán a Macri están sumidos en una alarma social. Tienen miedo. Sobre todo los judíos. El hecho de que Macri haya declarado terroristas a Hizbollá con presencia y activa en Argentina desde hace muchísimos años, les infundió la idea de que él está haciendo algo y que en su gobierno hay menos riesgo de ataques terroristas. Eso lleva a que muchos judíos se inclinen hacia él. Y lo entiendo. Pero desde el ataque a la embajada de Israel y a la AMIA, el riesgo de que se vuelva a repetir algo así ha estado siempre latente, en todos los gobiernos. Y hasta ahora, gracias a Elohim y esperemos que siga siendo así, no ha vuelto a pasar. Que no quiere decir que no pueda volver a ocurrir. Puede, pero en cualquier gobierno, porque los terroristas no piden permiso. Votar por miedo me parece terrible, válido, pero terrible.

Por otra parte, tenemos a los K, que a pesar de haber triunfado en las previas parece que no están tan tranquilos y seguros de que van a ganar, porque como me dijo un amigo hoy, están tratando de confundir a la población. Y eso es claro cuando ha empezado a circular por Whatsapp un video con una noticia del año 2013 como si fuera actual, tratando de hacer creer que el antisemitismo es cosa del gobierno macrista. El video en cuestión me llegó dos veces esta mañana, enviado por dos personas que están muy lejos geográficamente una de otra y que lo que tienen en común, aparte de ser mis amigos, que son argentinos muy inteligentes y bien informados. Sobre la noticia que venía en el video, escribí dentro de una nota mía en el año 2014 titulada La Liberación Esperada. Allí encontrarán otras claras muestras de antisemitismo del gobierno K. Si quieren más muestras, pueden leer: Argentinos de décima categoría y mi cuento Puede Pasar que hace constancia del conocimiento que entonces ya se tenía de la presencia de Hizbollá en Argentina.

No seré yo quien les aconseje a quién votar y a quién no. Yo no soy seguidora ni admiradora de ninguno de los dos. Lo único que espero es que cuando voten lo hagan con convencimiento, libres de manipulaciones, con las ideas claras, con la memoria en funcionamiento y sobre todo sabiendo que ninguno de los dos son los salvadores de la patria. Lo más probable es que ambos la sigan hundiendo. Así que, decidas lo que decidas, no te arrepientas. No es que estás teniendo muchas opciones, gane quien gane nunca estarás seguro de qué habría pasado si hubieras votado al otro.

No sé quién ganará pero lo haga quien lo haga, espero que se acuerde que el país no es SU empresa privada, es de todos y que ellos son sus empleados. Aunque soy escéptica, deseo de corazón que Argentina de una vez salga adelante y sane sus heridas. Pero eso sí, no lo logrará un presidente, lo lograrán todos los argentinos ejercitando la capacidad de pensar, la memoria y aprendiendo a ver las cosas desde distintos puntos de vista.  En la vida no todo es Macri o Cristina, River o Boca, Capital o provincias. Siempre hay más opciones.

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SENTIDO DE PERTENENCIA

12 domingo Nov 2017

Posted by cindyisrael in Notas

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amor, Argentina, Caín, Catalunya, España, español, familia, hermanos, historia, independencia, independentismo, legal, ley, pertenencia, provincia, raíz, respeto, sentido de pertenencia

Tengo muchos amigos españoles y en el año 2012, descubrí que también tengo una mínima parte de mi familia de ascendencia española. Será quizá por ello que me importa tanto lo que le pasa a España. Tengo la costumbre de no quedarme con una sola campana. Para enterarme de la realidad de otros países, no me basta con los medios informativos (si acaso como disparador, como base para empezar a buscar más información). Prefiero leer y escuchar a quienes viven allí, sean de la ideología que sean y trato de formarme mi propia opinión luego de prestar atención a cada postura. Hoy pensaba en el tema del independentismo en Catalunya y ello me llevó a ir más allá en mis reflexiones. Pensaba que si bien ahora está en el candelero el tema catalán, la verdad es que también hay otros pueblos de España que también quieren ser independientes.

     En mi país de origen, Argentina, ninguna provincia por ahora exigió la independencia, pero sospecho que no por falta de ganas. Si se habla con gente de distintas provincias, verán que hay muchas personas en algunas de ellas que no se sienten argentinas, no se identifican con el país. Como para muchos españoles (por lo que he podido oír y leer) Madrid y España son sinónimos, otro tanto pasa con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Argentina. Supongo que lo mismo pasará en otros lares. Entonces, quizá, sea hora de reflexionar sobre este punto. Será cuestión de ahondar en este tema y buscar una solución antes de que las cosas lleguen tan lejos que se proponga la desunión de un país.

El sentido de pertenencia no es innato, no es heredado, se genera. Es algo que se trabaja desde la familia en primera instancia y luego a nivel social con los pares, con el equipo de fútbol, con una ideología… Se empieza a generar desde el amor y se continúa con la identificación. Eso a un nivel primario, pero cuando hablamos de un país, hay otras cosas a tener en cuenta. Si una provincia se ve a si misma desprotegida, por ejemplo, abandonada o no tenida en cuenta y ve que la mayor parte de la atención se centra en la capital del país, se generará algo parecido a la competencia entre hermanos primero. Si no se percata nadie de ello, si nadie lo frena, crecerá hasta un nivel que podríamos llamar cainiano, donde el que se siente menospreciado (tenga o no razón) estará dispuesto a incluso matar a su hermano para ganar preponderancia.

Por lo que tengo entendido, los independentistas catalanes hace muchos años que vienen reclamando lo mismo. Nadie atendió a ese reclamo, nadie buscó la verdadera raíz, porque si lo hubieran hecho, lo podrían haber detenido. Pero no pasó y el tema fue creciendo de tal modo que fueron ganando cada vez más adeptos y llegó un punto en que ya fue casi imparable. Escuchaba a los políticos contrarios al independentismo echarles la culpa a los propios independentistas de haber llegado a tener que aplicar el artículo 155 de la Constitución Nacional. Y tienen razón cuando dicen que es legal, es cierto, indudablemente cierto. Pero también es verdad que si bien los independentistas son responsables por haberse saltado la ley, el gobierno español no es menos responsable por haber permitido que las cosas lleguen hasta ese punto, nada pasa porque sí.

Anoche conversaba con una argentina que vive en Lleida (Catalunya). Ella es independentista. Tengo también una amiga que vive en su misma ciudad desde hace muchos años, también argentina de origen, que vivió muchos años en Israel y que está en contra de la independencia de Catalunya. Es interesante este tema, porque siendo que ninguna de las dos nació allá, una logró la identificación sólo con la región en la que está subscrita su ciudad y la otra también con el país. Qué lleva a que dos extranjeras se adapten a su zona nueva de manera tan distinta. Quizá allí también hay otro hilo del que tirar para tratar de buscar la solución a lo que, sin duda alguna, España vive como un gran problema.

En todo esto hay otras cosas que llaman mi atención, pero ya es adentrarse en el tema independentista directamente. Por ejemplo: la persona con la que comenté que estuve conversando ayer a la noche, me decía entre otras cosas, que la juez que lleva el caso es afiliada al PP. Si eso es cierto me parece gravísimo, porque podría estar hablando de que la justicia no está tan independizada del gobierno como lo venían proclamando. Quizá habría que pasarle la causa a otro juez que no tuviera filiación política alguna… U otra solución que desconozco. También argüía que no quedaba más remedio que saltarse la ley para cumplir con su propósito independentista, ya que los miembros del PS venían prometiendo desde el 2012 que propondrían cambiar la Constitución en el Congreso y nunca cumplieron. Y ese razonamiento me hizo mucho ruido. Porque si es válido para un gobierno saltarse la ley con la justificación de un propósito, nadie podrá detener nunca más a un delincuente en Catalunya (y en España quizá tampoco) porque sienta precedente. Si es válido para quien gobierna infringir la ley, es válido para todos.

Creo que en un conflicto como este, es injusto decidir quién es culpable (de saltarse la ley sí hay claramente responsables, no me refiero a ello). Entiendo que vale la pena profundizar en las raíces reales, que van más allá de la historia (busqué en Internet al respecto y los historiadores tampoco se ponen de acuerdo), está relacionado con lo que hablaba al principio: el sentido de pertenencia.

Amo a mis amigos españoles, sean o no catalanes, independentistas o no. Por eso deseo profundamente que se solucione este problema, que no se haga más profundo, que puedan resolverlo desde la raíz y que todo sea haga con paz, entendimiento, amor y respeto mutuo. Tuve el enorme placer de viajar a esa hermosa tierra en dos ocasiones (incluyendo parte de Catalunya) y espero poder hacerlo una tercera vez muy pronto (si Elohim quiere) y encontrar a la gente más relajada, con la calidez que caracteriza a todo el pueblo español.

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-Lleida, Catalunya, España. Año 2016-

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LA IMAGINACIÓN AL PODER

13 miércoles Sep 2017

Posted by cindyisrael in Notas

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amistad, amor, Argentina, ataud, bandera, democracia, dictadura, familia, fuego, Herminio Iglesias, ideas, ideología, límites, Lúder, odio, opinión, peronismo, política, radicalismo, respeto, sociedad, unidad

¡¡¡EL PUEBLO, UNIDO, JAMÁS SERÁ VENCIDO!!!

¿Recuerdan cuando lo gritábamos llenos de fervor, ilusión, pasión y alegría? Fue en el pasaje entre dictadura y democracia y durante el comienzo de la democracia misma. Qué tiempos aquellos. Aunque la sociedad estaba dividida entre peronistas y radicales, nunca esa división llegó al punto de provocar peleas irresolubles en el seno familiar ni se perdieron amigos por esas diferencias. La gente tenía un punto de unión, la felicidad y esperanza por la llegada de la democracia. Había límites que el pueblo no estaba dispuesto a pasar, incluyendo los políticos. Fue así, que durante el cierre de campaña del justicialismo, Lúder (que hasta el momento se perfilaba como el más probable ganador de las elecciones) perdió muchísimos votos por causa de su compañero Herminio Iglesias que tuvo la poco feliz idea de quemar frente a todos un ataúd con la bandera de la UCR, ante la cara de espanto del candidato a Presidente de su propio partido. Pasó hace más de treinta años, pero tengo tan fresco el recuerdo por causa de lo mucho que me impactó, que podría haber sido ayer. 

Como soy una persona con mucha imaginación, no pude evitar extrapolar esa escena y llevarla a la actualidad. Me imaginé a la señora Kirschner y al Presidente Macri haciendo lo mismo. En el primer caso con la bandera de Cambiemos y en el segundo con la bandera kirschnerista. Entonces en mi mente apareció la reacción de la gente, que no habría sido la misma, ni siquiera de estupor. porque en el primer caso no me asombraría en absoluto (Macri tampoco me gusta pero no me parece tan posible que haga algo así). Me imaginé a los partidarios de cada uno aplaudiendo enfervorizados como locos y festejando la «gracia». Y lo digo con tristeza, porque visto desde la distancia, da la sensación que la sociedad argentina se enfermó tanto de odio que es capaz de pasar límites insospechados. Ya nada me asombraría que pudiera pasar a nivel político y social.

Sin embargo no soy una persona derrotista, soy escéptica; pero no pesimista. Por eso me permito ilusionarme que así como en este sentido la sociedad argentina cambió para peor, pueda mejorar algún día recuperando la unidad y el amor por la libertad de pensamiento e ideología. Que el respeto entre todos los bandos gane las calles y que esta extrapolación que pude hacer llegue a ser inimaginable.

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ESTILO INMIGRANTE

12 viernes May 2017

Posted by cindyisrael in Cuentos Breves

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antisemitismo, Argentina, ayuda, Buenos Aires, crisis, familia, inmigrantes, Israel, matrimonio, odio, pareja, solidaridad

    En Israel hay una hermosa costumbre. Cuando alguien cambia sus muebles o sus aparatos electrónicos, saca los anteriores a la calle para que pueda levantarlos aquel a quien les sirva. Hacen lo mismo con ropa, zapatos, bolsos, mochilas y valijas de viaje que ya no usan. Para todo lo relacionado con lo eléctrico hay un código, si ya no tiene arreglo posible se le corta el cable y así todos sabemos que quien debe llevárselo es el basurero. De esta manera, casi todos (pongo el casi por no ser absolutista pero no estoy segura de que no sobre) los que hemos llegado a Israel entre los años 2001 y 2003 empujados por las crisis argentina y uruguaya, nos hemos provisto de todo lo necesario y que nos faltaba. En nuestro caso, por ejemplo, nos abastecimos con: el microondas, la mesa del comedor diario, el escritorio de mi hijo menor y el ténder. Otras cosas, sabiendo que éramos recién llegados y que nos faltaban,  algunos prefirieron avisarnos antes de sacarlas a la calle y dárnoslas a nosotros. Así adquirimos: el modular enorme del living de origen italiano, la cama, el colchón, la cama de mi hijo mayor, la mesita ratona, los sofás y las sillas del comedor diario. Por eso, salvo que alguien haya podido renovar su mobiliario, es normal entrar a la casa de un inmigrante y encontrar variedad de estilos y colores. Creo que podríamos decir que hemos inventado un estilo propio, el estilo inmigrante. La historia que les voy a contar está basada en esto mismo que escribí a modo de preámbulo. Nunca ocurrió y muy probablemente no existan sus protagonistas.

    Filomena no era judía, es más, antes de conocer a su marido que sí lo era, era antisemita. De hecho nunca dejó de serlo y al único judío que no odiaba era a su cónyuge. Jamás soportó estar cerca de su familia política y, con artimañas, logró mantenerlos separados. Pero llegó la crisis del 2001, a él lo despidieron del trabajo y lo que ella ganaba no alcanzaba ni para los fideos diarios del mediodía. Supieron que Israel estaba dando ayudas especiales a los judíos afectados por la crisis y que decidían emigrar a sus tierras. A Filomena la idea no le gustaba ni medio, pero sin dinero ni visa alguna, no iban a llegar muy lejos a ninguna parte, así que no le quedó más remedio que aceptar. Para poder sobrevivir los días previos a viajar, vendieron todo lo que tenían: auto, muebles y hasta el lavarropas que ya tenía sobre él como cuatro arreglos. Llegaron como muchos otros al centro de absorción, que es un lugar donde le dan una vivienda por unos meses hasta que puedan ubicarse y encontrar algo propio. Su marido se adaptó rápidamente y tenía facilidad para aprender idiomas, así que antes de lo esperado había conseguido trabajo y pudieron mudarse. Claro, en el Centro de Absorción estaban equipados con lo que les dan allí, pero eso no se los podían llevar porque debía quedar para los siguientes inmigrantes ¿cómo equipar la nueva vivienda? Un vecino les regaló un colchón que ya no usaba y estaba como nuevo, para que al menos tuvieran dónde acostarse la primer noche. Pronto todos los vecinos se enteraron. Uno les dio la cama, otro les dio un televisor que había sido de su madre ahora fallecida y ya no necesitaba, la del piso de abajo les dio el felpudo de entrada y hasta la conserje les regalo un juego de platos y cubiertos. Compraban la comida del día, hasta que el jefe del esposo renovó su heladera y les dio la que ya no necesitaba. Poco a poco, entre tantos regalos y lo que fueron encontrando, tuvieron una de las casas mejor equipadas del vecindario. Su marido se sentía agradecido y feliz, tenía la esperanza de que Filomena cambiara su posición respecto a los judíos y a Israel luego de haber sido tan bien recibidos. Pero se equivocó. Su mujer armó un blog donde colocaba fotos de Israel y comentaba sobre su experiencia en el país. Él no sabía de dónde su mujer tenía tanto odio y cómo era posible que hasta lo más positivo que les ocurriera, ella lo transformara en algo malo y humillante. Escribió por ejemplo: » nunca imaginé que irnos del país que nos vio nacer fuera para transformar nuestras vidas de manera tan deplorable. Para vivir como una pordiosera, no necesitaba venirme tan lejos de mis seres queridos». Sus «seres queridos» les dieron la espalda cuando no tenían ni para comer, Nadie los acogió en su casa sabiendo que ya no les quedaba dinero para pagar el alquiler y si no hubiera sido por lo rápido que se movió la Agencia Judía, probablemente tendrían que haber ido a vivir abajo de un puente. Pero Filomena no contaba eso. En sus escritos destilaba tanto odio y dolor, que su familia, espantada, empezó a insistir que regresaran. Nada hubiera ella querido más que eso, pero las condiciones no estaban dadas. Mientras tanto, cada día, horadaba el cerebro de su marido para que ahorraran para volver. Cuando lograron, endeudándose, ahorrar un poco de dinero y vendiendo nuevamente todo lo que tenían (y que a ellos se los habían regalado) al fin se salió con la suya. Sin que sus frentes llegaran a marchitarse, volvieron a su Buenos Aires querido. Ninguno de los parientes que les insistió que volvieran los ayudó, sólo la familia de él y dándoles alojamiento en un departamento de un ambiente que tenían vacío, sin amueblar y teniendo que dormir en el piso. Su esposo añora su vida en Israel y cuando lo menciona, ella responde: al menos acá no somos mendigos. Su esposo no aguantó más, se separó y se volvió a Israel. A los pocos meses, Filomena llamaba a su puerta y nunca más volvió a Argentina.

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-Mi Buenos Aires Querido-

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DEUDA DE LA SOCIOLOGÍA

16 viernes Dic 2016

Posted by cindyisrael in Notas, Sin categoría

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Argentina, deuda, Israel, logros, marchas, mundo, objetivos, pacifismo, sociólogos, sociología, sueños, utopìas, violencia

Para ser sincera, desconozco si la deuda es real o no. Si estoy equivocada, alguien que me corrija, por favor. Sobre todo, porque significará que lo que voy a plantear existe y si es así, me gustaría informarme al respecto y leerlo. Pero si no, si aún no se ha realizado el estudio sociológico que considero importante, quizá alguien quiera tomar la antorcha y llevarlo a cabo. Si no, quedará sólo como un planteo, una duda latente nunca resuelta y tampoco es grave si eso pasa.

Empiezo por Argentina, porque viví allí cuando renació la democracia y luego de haber pasado 35 años de mi vida en Buenos Aires, es lo que más conozco. Por supuesto, también podría hablar de Israel, pero a efectos de esta nota no es lo que más me conviene.

El regreso de la democracia en Argentina fue una fiesta. Trajo como pasa con todo, cosas buenas, malas y otras que para evaluar qué son habría que estudiarlas en profundidad, como las marchas y los paros nacionales o por rubros.

Desde el gobierno de Raúl Alfonsín hasta la actualidad, no han dejado de organizarse marchas por los más diversos motivos. Algunas fueron violentas, otras pacíficas. Unas tenían banderas políticas, otras no. Algunas consiguieron sus objetivos, no todas lo lograron. Pero todas, todas, tuvieron efectos colaterales.

Una diferencia clara y notoria cuando se compara Nahariya con Buenos Aires (además del tamaño y cantidad de población) es que cuando se realizan marchas, no se corta las calles. En Nahariya, la gente marcha por la vereda y la policía controla que así lo hagan para su seguridad y evitar accidentes. Pero en Buenos Aires y si mi memoria no me falla es así en toda la Argentina, sí se cortan calles y rutas. Esto trae aparejadas varias consecuencias: gente que pierde turnos por no poder llegar y que quizá se los habían dado varios meses antes, ambulancias que tardan más por tener que desviarse (lo mismo puede pasar con los bomberos), comerciantes que pierden ventas, trabajadores que pierden presentismo o premios por llegar tarde o no poder llegar, contaminación ambiental (los marchantes muchas veces queman llantas y/o tiran basura en la calle, sumando a eso la contaminación por ruido) y seguramente muchas cosas más que no me vienen ahora a la mente.

La pregunta del millón es, si todos esos perjuicios que se ocasionan, son daños colaterales lamentables pero necesarios. Para saberlo, sería necesario conocer el nivel de eficacia de las marchas. Un estudio que diga: hasta el momento del presente estudio, se realizaron desde 1982, un número N de marchas. Voy a ejemplificar, con números aleatorios ya que no realicé el estudio, para poder ser más clara.

Digamos que desde 1982 hasta la fecha hubieron 15.972 (ni idea si soy exagerada o me quedo corta, es sólo una suposición) y que de ellas, 15.400 fueron violentas (V) y 572 pacíficas (P). Sería bueno suponer cuántas de las V consiguieron sus objetivos (buenos o malos, no es el caso del estudio) y cuántas de las P. Vamos a seguir poniendo números aleatorios, que no necesariamente responden a la realidad. Digamos que de las V, 115 consiguieron sus objetivos y de las P, sólo 25. Indudablemente, aunque el número sea menor, el porcentaje de eficacia de las P habría sido superior al de las V. Allí tendríamos ya una conclusión importante, para conseguir los objetivos buscados en una marcha (salvo que el objetivo sea la violencia en si misma), conviene hacerlo en forma pacífica. Ahora bien, dentro de esa opción, sigue siendo mucho mayor el porcentaje de ineficacia de esta manera de protesta, entonces habría ya que profundizar y buscar qué tienen en común entre si todas las que han tenido éxito, que tienen en común entre si las que no lo han tenido y comparar ambos resultados. Quizá así se llegue a un modo de reclamo eficaz, con los menores daños posibles ocasionados a otros.

Ahora bien, supongamos que los sociólogos del mundo se unieran. Decidieran hacer ese mismo estudio por países y que luego cotejaran los resultados de cada país con los de los demás. Podríamos llegar hasta saber cuáles son los cambios sociales que realmente son necesarios impulsar antes de intentar lograr aquello por lo cual se protesta.

Sí, ya sé que lo mío es utopía pura y dura. Pero vivo en el país en el que muchas realidades actuales fueron utopías de grandes soñadores, así que ¿por qué no seguir soñado? Sé que nunca lograremos un mundo perfecto, conforme a la medida de nuestros deseos. Pero en el camino por intentarlo ¿quién sabe? a lo mejor descubrimos algo, aprendemos más, crecemos como personas y conocemos mejor a quienes nos rodean.

Soñar es gratis, una vez más, los invito a no dejar de hacerlo. 

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-Museo de Ciencias Naturales de Buenos Aires, Argentina.- © Todos los derechos reservados.-

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EMIGRACIÓN Y ADAPTACIÓN

05 lunes Sep 2016

Posted by cindyisrael in Notas

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adaptación, amar, amigos, amor, aprendizaje, Argentina, dolor, duda, emigración, emigrante, emigrar, etapa, hebreo, historia, inmigración, inmigrante, Israel, israelíes, pasado, presente, proceso, puerta

Hace alrededor de trece años y medio que vivo en Israel. Aclaro que no soy socióloga, ni psicóloga, ni antropóloga, ni nada por el estilo. Lo que sí soy es una persona muy observadora. Haciendo memoria a mi proceso como inmigrante hasta llegar a la adaptación y habiendo estado y estando rodeada de inmigrantes, he podido notar que ese proceso es casi igual en la mayoría. Por supuesto, siempre hay excepciones, incluyendo a quienes no logran completar todas las etapas y se vuelven antes. Supongo que tiene que ver, haciendo una burda comparación, con el umbral de dolor físico. Pero, intuyo que también hay un umbral de dolor psicológico. Y es en relación a él, que algunos logran permanecer y otros no. Algunos de los que se volvieron lo hicieron a su país de origen, otros han elegido otros destinos alternativos. Desconozco si han logrado completar el proceso en esos otros países. Por lo que he hablado con gente que a emigrado a otros lugares, Israel no es el país más difícil para adaptarse. Pero hay que reconocer que sí tiene una gran dificultad. Sobre todo para quienes venimos de países americanos. Cuando uno está recién llegado, da la sensación de que acá es todo al revés, no sólo la dirección de la lecto-escritura. Yo he llegado a sentir que para poder adaptarme, debía dar vuelta mi cabeza. Haciendo un repaso, decía, he llegado a identificar las siguientes etapas:

1.- ETAPA TURISTA

     Le puse ese nombre, porque cuando somos recién llegados, aunque ya estemos en la casa que vamos a ocupar de ahí en más, aún no terminamos de darnos cuenta que bajamos del avión. Estamos en un tiempo de maravilla, el cual durará según qué tan rápido nos insertemos en la rutina. Al principio no nos sentimos ciudadanos, ni siquiera inmigrantes. Mezclado con el temor, la incertidumbre, la tristeza de lo dejado atrás, la esperanza de una mejor vida, sentimos la maravilla de lo nuevo. Cual turista que llega por primera vez a un país, empezamos a descubrirlo todo, a probar nuevos sabores, a sentir nuevos aromas y cada lugar nuevo que conocemos nos encanta y todo nos resulta curioso y raro. Si encima, como era nuestro caso, no conocemos el idioma, esa sensación, supongo, se intensifica.

2.- DUELO COMPARATIVO

     Esta etapa comienza junto con la rutina. Ya entendimos que bajamos del avión, ya tomamos consciencia de no estar de paso, ya empezamos a ir al ulpán (estudio) de hebreo, nuestros hijos (los que vinimos con ellos) ya empezaron las clases y ya hemos completado nuestros trámites (para ser reconocidos como ciudadanos, para recibir servicios de salud y bancarios). En seis meses llegará el momento de buscar trabajo, porque terminará el ulpán y por ende, el subsidio del gobierno. Empezamos a sentir más las ausencias, a extrañar. Con la nostalgia llega mucho más que el tango, llegan las comparaciones. Todo aquello que en nuestro país de origen nos parecía una porquería y que incluso llegó a ser parte de nuestros argumentos para irnos, empieza en nuestra mente a sufrir una especie de transformación. De golpe, todo lo opaco recibe brillo y esas cosas dejadas atrás con alivio en su momento, se las extraña y nos parecen maravillosas en comparación a donde estamos, donde todo nos parece una porquería y nos preguntamos como un país tan desastroso puede estar entre los primeros del mundo y por qué el país que dejamos atrás que es infinitamente mejor está entre los del tercer mundo. Nos damos cuenta que lo que en un principio nos parecía maravilloso, es todo lo contrario y todo lo vemos negativo.

3.- UNA MOCHILA PESADA

     Esta etapa suele venir de la mano de la anterior. Es la que afecta sobre todo a las parejas. El desarraigo es una mochila dura de llevar y a todos nos afecta al principio (duración de este, indeterminada y según el carácter de cada uno). Quienes vienen solos afirman que es lo más difícil, porque tienen que soportar en soledad tan dura carga. Sin embargo, estar en pareja, no sé si alivia tanto como creen. Soy testigo que aquellas parejas que ya venían con conflictos desde su país de origen, se terminaron separando aquí y aquellas que veníamos más afianzados y sin mayores problemas de pareja, los hemos tenido en esta etapa. Y es que estar acompañado no necesariamente alivia, porque cada uno tiene su propia mochila que cargar y cada uno también espera que el otro le ayude a cargar la propia ¡Pero el otro no puede! Porque está con la propia carga. Y es precisamente ese punto, el que causa el conflicto. Ambos extrañan, ambos tienen nostalgia, ambos sienten incertidumbre por el futuro y temores lógicos ante lo desconocido que está por venir. Cuando la pareja no venía con conflictos previos y hay mucho amor, es posible poner el freno a tiempo y darse cuenta de dónde está el problema para no dejarse arrastrar por él. Si hay parejas que están dispuestos a emigrar pensando que la solución a sus dificultades de pareja estará en un cambio de escenario o de vida, lamento desilusionarlos.

4.- COMENZANDO LA ADAPTACIÓN

    Esta etapa llega sólo si logramos superar con éxito las anteriores y entendemos la necesidad de adaptarnos para poder vivir más tranquilos y felices. De la mano de la decisión de querer lograrlo, llega la comprensión de esas cosas que antes no nos gustaban y que ahora, aunque no lleguen a gustarnos tampoco, somos capaces de comprender y encontrar justificación. Hay pequeños detalles que nos ayudan a sentir y a entender que ya somos parte de la sociedad. Uno de esos detalles, por ejemplo, y que yo recuerdo que hasta sentí emoción, fue votar. Recuerdo que cuando lo hicimos por primera vez ya llevábamos como tres años en el país y estuvimos de acuerdo en que entonces sí, ya podíamos decir que éramos israelíes. Aunque tuviéramos la ciudadanía desde el principio, no era un papel el que nos hacía sentir un ciudadano más, si no saber que estábamos participando de esta sociedad, sentir que estábamos colaborando con nuestro pequeño granito de arena en la toma de decisiones. Empieza una nueva transformación, una visión más equilibrada de lo que nos rodea, donde somos capaces de ver lo bueno y lo malo. También volvemos al equilibrio respecto a nuestro país de origen y entendemos que aquello que vimos opaco antes de dejarlo, realmente es opaco y desluce en comparación al país que adoptamos. Pero también rescatamos cosas que antes no veíamos o nos pasaban desapercibidas cuando vivíamos allí.

5.- LA ADAPTACIÓN

     Cuando aún nos quedan afectos en nuestro país de origen, es normal que aún los extrañemos cada tanto. Claro que nos duele cuando algo le va mal a la tierra que dejamos. Pero ya no estamos tan pendientes de ella. Si además logramos la posibilidad de viajar en algún momento de visita, esa necesidad se vuelve menos imperiosa. Ya no extrañamos los sabores y aromas (que igual disfrutaremos si vamos), porque nos hemos adaptado tanto a los de aquí, que son los que añoramos cuando estamos fuera. Por supuesto que ayuda mucho haber logrado nuevos afectos, sea en tu idioma madre o en el del país de adopción y si encima tenés más familia, bueno, muchísimo mejor. El tiempo que tarda en llegar esta etapa depende de muchos factores, que nos son necesariamente los mismos para cada uno, porque depende mucho de la personalidad y la historia de cada cual. Para mí la mayor señal de adaptación, es algo que me acaba de pasar mientras escribía, que buscando un sinónimo, pensé el equivalente en hebreo antes que en español. Y hay un detalle, que creo que también es de gran ayuda, encontrar la ciudad donde uno se arraiga y siente que es el mejor lugar del país en el que se puede estar.

     Alguna etapa me puedo haber olvidado, los profesionales puede que deseen corregirme y habrá quienes hayan vivido estas etapas quizá en otro orden o de otra manera. Quizá no vivieron todas ellas. Pero seguro que algún punto en común encontramos todos. Y eso, es uno de los puntos que más ayuda a la adaptación, apoyarse en los puntos en común en lugar de en las diferencias.

-Emigrar implica cerrar una puerta para abrir otra, el problema mayor para lograr la adaptación es cuando la puerta que dejamos atrás queda entornada. © Todos los derechos reservados.-

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OTRO MÁS Y VAN… ¡¡¡17!!!

15 viernes Abr 2016

Posted by cindyisrael in Vivencias

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amar, amor, apoyo, aprendizaje, Argentina, ayuda, Buenos Aires, comprensión, cumpleaños, felicidad, hijo, hijos, Israel, mudanza, océano, orgullo

Impresionante, increíble, maravilloso, mi hijo menor cumple hoy 17 años ¡¡¡17 AÑOS!!! ¡¡¡EL MENOR!!! El menor cumple 17 años, el más chico, el bebé…

Bueno… Para ser sinceros, el bebé es el más alto de la familia y tiene barba. Cuando yo era adolescente, había una canción de Celeste Carballo que estaba de moda y decía… «miro para atrás y me parece un cuento, nunca imaginé llegar a este momento…». Claro, ella se refería a vivir de sus canciones. Pues yo lo aplico a lo que me atañe ahora. Para ser justos, imaginar, sí imaginé. Que imaginación no es precisamente lo que me falta. Si aún no estaba ni embarazada y ya me imaginaba a mis hijos durante cada etapa de su vida, hasta siendo abuelos incluso. Pero una cosa es la fantasía y otra la realidad, sobre todo cuando es mejor que todo lo que pueda haber imaginado para ellos.

Soy una madre feliz, orgullosa. Hemos pasado muchas cosas juntos, hasta cruzamos el océano. Nos mudamos de continente, de país, de ciudad, de casa varias veces. Hemos superado juntos grandes cambios y preocupaciones, compartimos juntos logros y alegrías y aprendimos mutuamente el uno del otro.

Cuando era chico, mi cuñada lo llamaba «el niño sabio de Nahariya». Y es que mi retoño siempre fue una esponja. Escuchar, ver, leer, era y es sinónimo de aprender para él. Causa admiración la facilidad que tiene para el aprendizaje. Pero más me admira y me enorgullece su enorme y hermoso corazón.

No sé si he sido la madre que él necesitaba que fuera. Pero sólo sé que siempre traté de comprenderlo (aunque alguna vez él pudiera creer que no era así), de apoyarlo, de sostenerlo, de guiarlo, pero sobre todo de mostrarle todo mi amor.

Mi hijo, mi peque, ya es un adolescente grande, maduro, que cada día va adquiriendo más sensatez. No sé qué le esperará en el día de mañana. Sólo sé que si proyecto en el futuro hombre al adolescente de hoy, sólo me cabe una gran esperanza de que será un hombre maravilloso, que podrá conseguir todo lo que se proponga. Y si alguna vez necesita un empujoncito, ahí estaré yo, para alentarlo y ayudarlo en lo que pueda y me deje.

Mi bebé hace rato que dejó de serlo y hoy, que no sé si ya lo dije; pero cumple 17 años, quiero que todos sepan, que me siento feliz de poder compartir este día estando los cuatro juntos, que amo a cada uno de mis hombres y que cada uno de ellos es una parte de lo mejor que me ha pasado en la vida. Los amo.

DANI Y YO.-

-Dani de bebé conmigo en la casa en que vivíamos en Carapachay, Buenos Aires, Argentina. © Todos los derechos reservados.-

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A UNA SEMANA

01 viernes Ene 2016

Posted by cindyisrael in Sin categoría, TORAH

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amigos, aprendizaje, Argentina, banquete, dolor, duda, duelo, eclesiastés, eclesiastés 3, eclesiastés 7, fallecimiento, pueblo, Rabino, razonar, reflexionar, tanaj, tristeza

 A una semana del entierro de mi papá, extrañándolo y con todo el dolor que siento, he pedido en la comunidad Yonat Hasher en la que participo, que me dejaran dar un mensaje. El rabino (Israel- Tedi- Horowitz) me lo permitió y ahora me gustaría compartírselos a ustedes:

Sólo Elohim* puede dar una respuesta

y decir que puerta hay que tocar.

Creo que a pesar de tanta melancolía,

tanta pena, tanta herida,

sólo se trata de vivir.

-Estribillo de Sólo se Trata de Vivir de Litto Nebbia, versionado por mí-

Cuando alguien vive un dolor muy grande, es normal hacerse o hacer preguntas. Sin embargo hay dos cuestionamientos que no me hice con el fallecimiento de mi papá: por qué él, por qué ahora. 

Quienes me conocen saben que leo el Tanaj (Antiguo Testamento) y que le creo. En el libro de Eclesiastés, en el capítulo 3, dice que todo tiene su tiempo debajo del sol. Hay tiempo de plantar y de arrancar lo plantado, tiempo de guerra y tiempo de paz. También hay tiempo de morir. Este, sin duda, fue el tiempo de mi papá. En ese capítulo dice también que Elohim lo hizo todo hermoso en su tiempo. Y aunque a mí me duela, debo aceptar que para mi papá fue hermoso y el mejor momento.

Las respuestas que yo busqué, tenían que ver con la comprensión de dos versículos del mismo libro, pero del capítulo 7 y que para mí siempre fueron un misterio:

2 Es mejor ir a la casa del duelo que ir a la casa del banquete, porque aquello es el fin de todos los hombres, y el que vive debe poner eso en su corazón.

3 Mejor es la tristeza que la risa; porque el semblante triste mejora el corazón

-Versión de Moisés Katznelsón mejorada con la versión hebrea-

Estos días de duelo me han servido para meditar y empezar a entender estos versículos, luego de que durante tantos años fueran para mí un misterio. Por supuesto, es sólo la punta del ovillo, son mucho más profundos que las conclusiones a las que yo pude llegar, estoy segura.

Ante todo, vale la pena resaltar que dice que una cosa es mejor que la otra, de ninguna manera dice que una sea obligatoria y la otra esté prohibida. De hecho, en otras partes del Tanaj, se habla del banquete como algo positivo.

     Quiero pedirles que hagan ustedes un pequeño ejercicio de imaginación. Supongan sólo por un momento que están ustedes en un banquete, de bodas, por ejemplo. Ustedes llegan, los recibe una recepcionista que tiene una lista en su mano donde busca su nombre y le indica cuál es su mesa. En esa mesa usted será constantemente servido por los camareros. Ellos estarán atentos a cada vez que se le vacíe o empiece a vaciar la copa para volver a llenársela. Le servirán la comida y todo lo que usted tiene que hacer durante el resto de la fiesta, será disfrutar. A un banquete se va a RECIBIR: atención, comida, bebida…

Ahora haremos el mismo ejercicio, pero imaginando que usted va a la casa de duelo. Por casa de duelo, no debe usted entender casa velatoria, si no la casa de aquellos que están viviendo un duelo. Esta aclaración es importante, porque si bien en Argentina sí hay velorios de judíos, no es una costumbre judía. Se hace así por las leyes argentinas. Los judíos enterramos casi de inmediato a nuestros muertos y su familia directa hace un duelo de siete días en su casa donde es visitado por amigos y parientes. Se llama SHIVÁ, que viene de sheva (siete). Cuando alguien va a una casa donde hay shivá, se acostumbra llevar algo de comida y bebida, ayudar en lo que se pueda a los deudos (tareas de la casa, atención de los otros visitantes, dar palabras de consuelo o dar conversación para que se distiendan). Es decir, a una casa de duelo, se va a DAR.

Todos escuchamos sin dudas, la famosa frase popular: es mejor dar que recibir. Y creo que es ni más ni menos a lo que se refiere el versículo 2.

Ahora tratemos de entender el 3 ¿Acaso quiere Elohim que vivamos siempre tristes? No, en absoluto. No se refiere a eso. Acá tampoco hay una prohibición y una obligación. Esta vez les voy a pedir un ejercicio de memoria. Recuerden las veces que ustedes rieron mucho ¿podían pensar? Cuando nos reímos, la risa lo ocupa todo, nos impide pensar, reflexionar. Además, cuando uno está feliz, no suele hacerse planteos de ningún tipo, simplemente se disfruta la felicidad. Pero cuando estamos pasando por un momento doloroso, cuando lloramos, cuando estamos tristes, es natural hacernos preguntas y no se nos dificulta razonar. Una pregunta puede llevar a otra y la necesidad de encontrar respuestas a lo que estamos viviendo nos lleva a aprender cosas que nunca hubiéramos aprendido de otro modo.

Por causa de los días tan dolorosos que estuve y estoy viviendo, confirmé que algo que siempre creí firmemente es así, y es que de todo (incluso de lo malo) uno puede sacar cosas buenas. Una de las cosas buenas que saqué es el comenzar a entender estos versículos. La otra es poder rescatar todo el amor y apoyo que he estado recibiendo y que a pesar de mi tristeza no dejé de reconocer y agradecer profundamente.

Sirva esta nota como recordatorio, para que abran los ojos y puedan ver lo bueno, incluso a través de lo malo. Aunque a veces parezca tan difícil. En ocasiones, lo bueno se ve recién después de mucho tiempo, porque los tiempos de Elohim no son los nuestros. Quedará en cada uno tratar de ser paciente hasta que llegue el momento.

QUE TENGAN TODOS UNA HERMOSA VIDA.

*Elohim: Dios en hebreo.

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-Mi papá y yo. © Todos los derechos reservados.-

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PUEDE PASAR

24 sábado Oct 2015

Posted by cindyisrael in Cuentos Breves

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aborígenes, Argentina, cuarteles, derechos, derechos humanos, extrema derecha, extrema izquierda, gobierno, hospitales, indígenas, insumos, militares, ministro de defensa, policía, presidencia, reclamos, reivindicaciones, terror, terrorismo, terroristas, tierras, víctimas

Aquel día amaneció como siempre, más temprano para los agricultores, los panaderos, los operarios; un poco más tarde para los estudiantes, los bancos, las oficinas, los comercios. Cada uno siguiendo su rutina diaria, quienes eran supersticiosos comenzaron el día levantándose con el pie derecho; quienes no, no se fijaban cuál pie debía tocar primero el suelo. El día amaneció agradable en todo el país, un poco más frío en el sur, más cálido en el norte y con mucha humedad en Buenos Aires. Nada, absolutamente nada, llevaba a pensar que ese día podía tener algo distinto al resto, que algo fuera de lo normal pudiera ocurrir, que en secreto se cocinaba un dolor inconmensurable.

El 12 de octubre, en muchas escuelas, se invitó a los representantes de algunas de las tribus indígenas que aún subsisten en Argentina. Se les solicitó que hablaran de su cultura, su lenguaje, su historia y se les pidió que enseñaran a los alumnos a realizar algunas de las maravillosas artesanías que ellos suelen crear para regocijo y admiración de los turistas. Cada niño volvió maravillado a su casa, contando que después de todo, los indígenas eran gente normal y mostrando la obra de arte que, con su guía, habían realizado. Los padres se sintieron orgullosos de sus hijos y les pareció estupendo y loable que en la escuela dieran lugar a la pluralidad y la enseñanza sobre las raíces del país.

No hacía mucho que había pasado la conmemorada fecha, pero sí habían pasado muchos años desde que representantes de las tribus argentinas se unieran para reclamar al Congreso de la Nación sus tierras que legítimamente les pertenecen. Nada lograron, apenas algo para tratar de conformarlos y que no molestaran más, pero insuficiente para la deuda histórica y moral que se tiene realmente con ellos. 

La imagen que siempre trasmitieron esas tribus al país, hacía dudar de los libros de historia. Gente tranquila, pacífica, trabajadora, que luchaban por sus derechos desde la legalidad ¿Cómo podía ser que algunos de ellos hayan sido en sus orígenes, orgullosos pueblos guerreros? Por eso, nadie esperaba lo que pasó y la sorpresa inicial, dio lugar a un dolor que todos imaginaban que nunca podría sanar.

Tres mujeres, vestidas a la usanza de su pueblo, se asomaron a la puerta abierta del autobús escolar. Le explicaron al conductor que la maestra de tercer grado de la escuela las estaba esperando, que les había dicho que por ahí pasaría el micro y que podrían subirse a él. Le preguntaron si le habían avisado y él confirmó que así había sido y que no había problema alguno. También el chofer sabía de la tranquilidad de esta gente. Conocía el esfuerzo para la subsistencia de estas mujeres y las admiraba. Era un orgullo para él transportarlas a su destino.

Fue en un semáforo, mientras el conductor hablaba por celular con su mujer pidiéndole que le comprara algunas cosas, la celadora estaba en la parte trasera del autobús retando a unos revoltosos alumnos que se ponían en peligro levantándose todo el tiempo y no quedándose quietos un instante, cuando las tres mujeres sacaron de entre sus polleras un arma de fuego cada una y comenzaron a disparar. Primero murió el chofer, luego la celadora y cuatro alumnos más. 10 alumnos fueron heridos, 3 graves , 5 medianamente graves y 2 leves. Las mujeres huyeron del lugar.

Al Qaeda hace años que tiene presencia en Argentina. Responsables del atentado a la AMIA y la Embajada de Israel, nunca se fue y siguió actuando en las sombras. En bosques escondidos adiestraron y alimentaron el odio ancestral de las tribus para que lucharan por lo que con justicia les corresponde. Los adoctrinaron y les enseñaron el uso de las armas, además de proveerlos de ellas.

El país entero se sumió en un profundo dolor, y antes de poder recuperarse del asombro, de la incomprensión del accionar de estas tres mujeres pertenecientes a tan pacífico pueblo (debía ser un caso aislado, no debe cundir el pánico), 2 hombres entraron en un supermercado. Estaba lleno de amas de casa, sobre todo de la tercera edad, ya que a esa hora las más jóvenes estaban trabajando o estudiando. Con sendos facones acuchillaron a 7 mujeres y huyeron antes de que les pudieran impedir la salida del local. 2 de esas mujeres quedaron muy graves, 1 murió y el resto quedaron con heridas moderadas. Se sumó al daño ocasionado, la rotura de cadera de algunas de ellas al caerse de muy mala manera ante el impacto.

Empezó a reinar la confusión, antes de que nadie pudiera poner su mente en orden, 5 ataques más fueron perpetrados en las ciudades de Córdoba, Rosario, Bariloche y La Plata. El Ministro de Defensa, ordenó a la policía poner más efectivos en las calles, pidió a la gente que estuviera alerta, que por el momento, si podían evitarlo, no salieran de sus casas. También pidió la colaboración del ejército y les pidió que estuvieran preparados para actuar en caso de necesidad.

Los noticieros de televisión, las radios y periódicos de todo el mundo se condolieron con Argentina por la situación terrible que estaban pasando. Los mismos que el día anterior habían condenado a Israel por defenderse y que consideraban a los terroristas palestinos como militantes luchadores por sus derechos, condenaban con espanto los ataques de las tribus indígenas. Los mismos que cada día torcían la historia de Israel para justificar lo injustificable, ahora decían que esta gente no podía venir a exigir luego de tantos años unas tierras que ya no eran suyas.

Cada nación del planeta, incluso los que antes en la ONU condenaban a Israel por no «devolverles» las tierras a los palestinos, ahora acusaban abierta y enérgicamente a los indígenas y exigían contundencia en la respuesta del Estado Argentino ante la terrible situación, ofreciendo incluso su apoyo militar si era necesario. 

Los días siguientes no fueron tan distintos. Hubieron más ataques. Pero la policía logró atrapar a 3 atacantes y matar a otros 3. La gente aplaudió el accionar de las fuerzas policiales que al fin actuaban a favor del pueblo. Los noticieros de todo el mundo vieron con esperanza el fin del terror en las australes tierras gracias a esta reacción sin duda tan adecuada para la situación que se estaba viviendo. Pero no fue así. El terror siguió aún por mucho tiempo más.

Los terroristas aborígenes no respetaban ideologías, edades, géneros, nada. Todos merecían morir si era necesario para poder recuperar lo que históricamente les pertenecía. Indígenas de otras naciones latinoamericanas, empezaron a actuar de la misma forma. Los hospitales argentinos empezaron a recibir más gente de lo esperable en situación de emergencia y ante la falta de insumos, muchos no podían ser atendidos como se necesitaba. Pidieron donaciones que empezaron a llegar de todos lados. En las camas de dichos nosocomios, habían tanto víctimas de la extrema derecha como de la extrema izquierda compartiendo la misma habitación. 

Los pseudoizquierdistas que hasta hace poco habían hablado en contra de Israel y a favor del terror palestino, ahora ya no podían justificar nada, algunos de sus compañeros estaban hospitalizados, parientes y amigos queridos. Se acabó su humanismo y, olvidando los derechos humanos que cada vez estaban más torcidos, empezaron a reclamar que no se apresara a los terroristas, se los matara en el lugar mismo.

Y pasó lo que nadie creyó que volvería a pasar. Se supone que los pueblos deberían aprender de sus errores, sobre todo cuando la historia es aún tan reciente y aún sangra en el alma de gran parte de su gente. Pero cuando la situación desborda, es muy difícil ser sensato, sobre todo cuando reina la confusión. Hay que tener en cuenta también, que Argentina, salvo unos pocos casos, no ha sido víctima constante del terrorismo. No sabe actuar en casos semejantes ni está preparada para ello. Por eso, la gente desesperada, volvió a tocar las puertas de los cuarteles.

Por primera vez, y sin que sirviera de precedente, Cristina Fernández de Kirschner debió reconocer su incapacidad para enfrentar la situación. No esperó a que la sacaran por la fuerza, dio de buen grado su sillón presidencial al General que se presentó en la Casa Rosada sin cita previa. Sin embargo, para que su honor no fuera mancillado, pidió ser escoltada por dos soldados, a fin de que la gente no supiera que ella había cedido la presidencia tan fácilmente. A cambio, el General le exigió que no hiciera declaraciones, ni a periodistas, ni en Twitter, ni en ninguna otro medio de Internet. Ella aceptó sin protestar. También se le impidió dirigirse al pueblo. No era momento para uno de sus graciosos discursos.

El estado de sitio fue declarado. Lo que había empezado como actos terroristas reivindicatorios se volvió una guerra civil. Aprovechando el estado caótico del país, que los militares no lograban terminar de ordenar, miembros de Daesh aprovecharon la situación e impusieron su presencia. Sus hachas empezaron a verse en distintos lugares de Argentina y en la falta de cabeza de algunos soldados. Ejércitos de otros países se apresuraron a colaborar. Pronto, las más grandes, hermosas y admiradas ciudades argentinas, se volvieron zonas de guerra, llenas de destrucción, muerte, sangre y amargura.

Finalmente, al cabo de algunos años, logró restablecerse la paz, se empezó a reconstruir el país y los militares nunca más dejaron el gobierno. Las tribus indígenas del país quedaron totalmente diezmadas, ya no quedaba nadie para reclamar nada. Los militares apresaron también a quienes eran sospechosos de colaborar con ellos y sin juicio previo ni pruebas suficientes, apresaron a muchos inocentes que también fueron torturados para confesar lo que nunca habían hecho. Las asociaciones de derechos humanos miraron para otro lado y volvieron a acusar a Israel de reacción desmedida ignorando intencionalmente lo que pasaba en Argentina.

Los militares no dejaron el poder nunca más, volvieron la censura, los desaparecidos y los exiliados, que eran mirados con repugnancia allá donde iban. Después de todo, si tuvieron que irse del país, será porque algo deben haber hecho.

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VIVIR EN ISRAEL

23 domingo Ago 2015

Posted by cindyisrael in Vivencias

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amar, AMIA, amor, antisemitismo, aprendizaje, Argentina, camino, crecer, discriminación, dolor, drama, emigración, familia, Gaza, guerra, Hamás, hijos, historia, Israel, misiles, seguridad, terrorismo, terroristas, vida

A raíz de algo que pasó ayer, recordé otro suceso que aconteció hace poco más de un año, en la última guerra entre Hamás e Israel. Algunas mujeres, juzgaron a quienes elegimos venir con nuestros hijos a vivir a Israel como si eso nos transformara en las peores madres del mundo. Y me quedó ese recuerdo dando vueltas en la cabeza. No porque les de la razón o me sienta culpable, en absoluto. Estoy convencida de que habernos venido a vivir acá fue una de las mejores decisiones que mi marido y yo hemos tomado como matrimonio. Realizar semejante juicio es cerrar los ojos a la realidad que nos circunda.

Lo que me quedé pensando es en esas personas, si creerán que donde están viviendo es más seguro por no lloverles misiles. Argentina, junto con Australia, son los lugares del mundo más al sur en el mapa, más abajo, sólo la Antártida. Sin embargo hasta allí, hace poco más de 20 años, también llegó el terrorismo. Y no le pasó sólo a los judíos, porque entre los muertos había gente que sólo pasaba por la vereda. Y si hubiera sido sólo a los judíos qué, ¿debo dejar de pertenecer al pueblo hebreo nada más que para no ofender a unos cuántos? El terrorismo se sigue expandiendo a pasos agigantados, hace rato que ya llegó a Europa y el mundo poco a poco va abriendo los ojos. Demasiado lento y tarde para mi gusto, pero lo hace. Ya no hay lugar del mundo seguro. Muchos lo vimos venir y lo venimos anunciando desde hace algunos años. Pero Europa es lenta, como la tortuga sobre la que antaño creían que se sostenía el mundo.

La verdad es que nadie tiene la vida comprada y que nadie se va antes de su tiempo. Hace poco vi en la televisión un video de un accidente. Un auto perdió el control y se metió en un bar justo por la esquina donde había una mesita a la que había un hombre sentado. Lo podría haber hecho añicos. Sin embargo el hombre se levantó entero, asombrado, mirando sin entender lo que acababa de pasar, sin el más mínimo rasguño. Cuando fue la guerra del 2006, como conté en otras ocasiones, fui parte del 75% de la población de Nahariya que se refugió en ciudades más seguras. A los cinco minutos de haber pasado nosotros por cierta esquina, cayó ahí un misil. ¿Por qué no cayó cinco minutos después o nosotros no pasamos cinco minutos antes? Porque no había llegado nuestra hora. Historias de ese tipo hay muchas, durante la guerra; en accidentes aéreos, donde hay gente que se salvó por retrasarse y perder el avión; en las torres gemelas, con gente que ese día no fue a trabajar…

Una de las cosas que aprendí viviendo en Israel, es a no apresurarme al juzgar a otros. Muchas veces me pregunté cómo podía alguien vivir en tal o cual lugar o casarse con tal o cual persona. Sin embargo, no juzgo. Cuando no entiendo algo, pregunto. Voy a quien lo está viviendo en vivo y en directo. Indago, investigo. Es muy fácil caer en el facilismo del juicio, lleva menos tiempo y trabajo, aunque lastima más a otros y a la corta o a la larga, a uno mismo. Israel es mucho más que un país en guerra, es mi lugar en el mundo, donde he logrado cosas en doce años de vivir aquí que no he conseguido en treinta y cinco de vivir en mi país de origen. Amo a este país que me abrió las puertas y los brazos, que me dio la posibilidad de que mis hijos pudieran crecer y desarrollarse sin faltarles nada, que nos cuida, que avanza y cuya gente es franca y sin doblez. No es perfecto, nadie lo es, tiene defectos que a veces nos hace protestar y quejarnos. Pero así como hago con quienes me rodean, prefiero apoyarme en lo positivo y disfrutar tratando de dar lo mejor de mí cada día porque eso me hace feliz. Y es lo que deseo para mis lectores, una larga vida llena de felicidad.

CORAZÓN ISRAELÍ.-

© Todos los derechos reservados.-

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