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FILOIDEAS

~ Mis opiniones, ideas y cuentos escritos en Israel

FILOIDEAS

Publicaciones de la categoría: TORAH

El Gran Pecado de Adán y Eva

09 martes Abr 2019

Posted by cindyisrael in TORAH

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Adán, Antiguo Testamento, arrepentimiento, arrepentirse, consecuencias, D´s, desobediencia, Dios, Elohim, Eva, fruto, Génesis, pecado, Serpiente, tanaj, TORAH

Los invito a leer Génesis 2 y 3. Para el fin de este artículo iré citando los versículos en los que me apoyo para llegar a las conclusiones que expresaré a continuación.

Génesis 2: 15-17 Elohim* le da una orden al hombre. La mujer conoce esa orden: Génesis 3: 2-3. La serpiente que es astuta, argumenta con la mujer acerca de los motivos por los cuales Elohim prohibe comer de ese fruto. El enfoque no está dado en si Eva debe o no desobedecer a Elohim, sino en argumentos sobre los motivos de Elohim para esa prohibición: Génesis 3: 4-5. La mujer no se plantea que si come del árbol está desobedeciendo, ella sopesa la argumentación que le parece correcta, ve que el fruto es apetitoso y come; además de darle a su marido, el cual no se resiste diciendo: no, Elohim dijo que no comamos de este fruto: Génesis 3: 6-7. A la luz de estos versículos, siempre entendimos que el pecado de Adán y Eva por el cual el hombre debe ganar el pan con el sudor de su frente y la mujer parir con dolor, fue la desobediencia. Es cierto que ellos cometieron ese pecado, pero leamos los versículos siguientes: Génesis 3: 9-19. Elohim increpa a Adán ¿Qué habría querido Elohim que él respondiera o cuál habría sido la mejor actitud de Adán? Me atrevo a responder que el arrepentimiento. Probablemente algo así como: Eva me ofreció del fruto y yo no me negué sabiendo que vos nos lo habías prohibido, comí de ese fruto y ahora me siento muy mal por haberte desobedecido. Elohim increpa a Eva ¿Qué habría querido Elohim que ella respondiera o cuál habría sido  la mejor actitud de Eva? Una vez más me atrevo a responder que el arrepentimiento. Algo así como: la serpiente me dijo cuáles eran tus motivos para que no comiéramos, a mí me parecieron tan lógicos sus argumentos y el fruto tan bueno, que no me planteé que te estaba desobedeciendo. Sé que hice mal y lo siento de verdad. Ninguno de los dos actuó así, sino que le echaron la culpa a otro. Ahora bien, Elohim no le dio ninguna oportunidad a la serpiente, sino que directamente la maldijo. Es decir que a Adán y a Eva  les dio una oportunidad que ellos no supieron aprovechar.

     La humanidad arrastra hasta el día de hoy ese mismo pecado, el de no arrepentirse y buscar siempre un culpable. Cuando un niño le pega a otro, si uno le pregunta por qué lo hizo dirá: es que él empezó, o él me quitó mi juguete, etc. Jamás reconocerá que actuó impulsivamente y que hizo algo que no estaba bien. Si una pareja se separa, casi siempre la culpa la tiene el otro o su familia, y así con cada asunto de nuestra vida. Solemos creer que muchas de las cosas que nos pasan son consecuencias de nuestros actos, para bien o mal. Y seguramente es así, pero sin duda muchas cosas (sino todas) son consecuencia de nuestra capacidad o incapacidad de arrepentirnos. Seguramente las consecuencias de nuestros actos no serán las mismas si somos capaces de arrepentirnos de nuestros errores y obramos en consecuencia.

 

*D´s.

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PARASHÁ YITRÓ

18 sábado Feb 2017

Posted by cindyisrael in TORAH

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10 mandamientos, afecto, amor, diez mandamientos, Egipto, familia, ley, limpieza, Madián, Moshé, opinión, parashá, Parashá Yitró, príncipe, prueba, pueblo, pueblo hebreo, pureza, religión, respeto, sacerdote, sencillez, shabat shalom, soberbia, tanaj, temor, TORAH, Yitró

El Tanaj es un libro maravilloso. Sin ser un libro científico, nos enseña muchísimo. Si leemos prestando atención a cada palabra y párrafo, podremos extraer de él enseñanzas para nuestra vida. A través de los mandamientos, a través de los consejos del Rey Salomón, pero también a través de modelos a seguir. Y no es que el Tanaj esté lleno de historias de seres perfectos. Las personas que allí aparecen, cometen errores, tienen que cargar con las consecuencias de sus actos, pero como todos los seres humanos también tienen aciertos. Y las dos cosas, los errores y los aciertos nos son contados, para que de ambos podamos aprender.

     La parashá de ésta semana empieza con algo que quiero destacar. Habla de la relación de Moshé con su suegro. Tratemos de ubicarnos primero en la historia de vida de Moshé. Fue criado en la corte del Faraón, como un príncipe más. Fue elegido por Elohim para liberar al pueblo, dirigirlo por el desierto, llevarlo a la Tierra Prometida y enseñarles cómo Elohim quería que vivieran. Y aún más, hablaba con Elohim como quien habla con un amigo. Incluso se atreve a discutirle. Conoce a Elohim. Si él hubiera querido, hubiera tenido motivos de sobra para ser soberbio.

     Yitró va al encuentro de Moshé. Éste párrafo comienza contándonos que Moshé había despedido a la casa de su suegro a su mujer y sus hijos. Yitró va a su encuentro con ellos, a llevarlos de vuelta. En ninguna parte dice que llegue con reclamos, más bien todo lo contrario. En ésta parte descubrimos el afecto que se tenían. Luego de ponerse al día como cualquiera haría con alguien con quien se reencuentra luego de un tiempo, Yitró observa la manera en que Moshé juzga los asuntos del pueblo. Yitró tiene experiencia, por su edad, y porque era sacerdote de Madián. Él ya ha sido cabeza de un pueblo. Así que le dice a Moshé:

“Así que escucha ahora lo que yo tengo que decir. Yo te daré algún consejo, y Elohim estará contigo. Tú debes representar al pueblo delante de Elohim, y tú debes traer sus casos a Elohim. Tú también debes enseñarles las leyes y las enseñanzas, y mostrarles cómo deben vivir sus vidas y qué trabajo deben hacer.” Exodo 18: 19-20.

     Yitró aconseja a Moshé cómo organizar el sistema de juicios de los asuntos del pueblo, para que Moshé no se sobrecargue. Le ensaña a delegar. Acá Moshé tenía básicamente dos opciones: *podría haberle dicho a su suegro algo así: sí, sí, lo que vos digas. Pero el elegido de Elohim soy yo. A mí Elohim me habla directamente, no necesita emisarios conmigo. Lo que vos decís puede funcionar muy bien para tu pueblo, pero no para este. Además estos tiempos son distintos a los tuyos, es otra época, ahora se usa no delegar. *O la segunda opción, que es lo que hizo en realidad. Escuchó a Yitró hasta el final, consideró el consejo, lo tomó y lo llevó a cabo.

     Para mí es una actitud maravillosa la de los dos. La de Yitró que viendo a su yerno sobrecargándose de trabajo no teme darle un consejo que entiende que necesita. No le da miedo decirle que está haciendo las cosas mal, porque lo hace desde el afecto real que tiene hacia él y desde el reconocimiento de que Elohim está con Moshé y su pueblo. Y la de Moshé, que en ningún momento se muestra soberbio, más bien todo lo contrario y le da a su suegro el respeto y valor que merece. Le demuestra su cariño, lo escucha y toma el consejo. De hecho, pareciera que fue el motivo de la visita (aunque Yitró no lo supiera de antemano), porque luego de esto se vuelve a su pueblo.

     La Parashá sigue. Elohim le pide a Moshé en principio dos cosas: una es que le diga al pueblo que recuerden lo que Elohim hizo por ellos. Acá quiero hacer un paréntesis para hablar desde la experiencia. En mi opinión no se trataba de que Elohim se sacara brillo a si mismo, no lo necesita. Traer a la memoria ese recuerdo ayuda al pueblo. Cuando somos capaces de recordar lo que Elohim ha hecho por cada uno de nosotros en distintos momentos de nuestras vidas, sobrellevamos mejor los momentos duros, porque aumenta nuestra confianza hacia Él. Elohim pacta con el pueblo a través de Moshé y el pueblo acepta el pacto. También leemos sobre el cuidado de Elohim hacia Moshé, que es capaz de dejarse oír por el pueblo cuando le habla para que el pueblo confíe en Moshé. Para poder escuchar a Elohim, el pueblo debió prepararse, tuvieron que limpiarse y no tener relaciones sexuales. Debían estar totalmente limpios ante Él. Elohim estaba dispuesto a dejarse oír por ellos, pero no que lo vieran. Por ese motivo les puso límites que no debían pasar. Y entonces pasó algo maravilloso, Elohim ordenó los famosos diez mandamientos, los mismos en los que se basa el sistema legal de la mayoría de los países. Sin embargo el pueblo tuvo miedo, no querían que les hablaran directamente, temían morir. Moshé los tranquilizó transmitiéndoles los propósitos de Elohim: “«No tengan temor, porque Elohim solamente ha venido para probarlos y hacer que le teman a Él, para que no cometan pecados.»” ¿Lo tomamos para nosotros? Shabat Shalom.

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DRASHÁ: TANAJ Y VOS

30 lunes May 2016

Posted by cindyisrael in TORAH

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amor, Antiguo Testamento, aprender, aprendizaje, astronomía, épocas, botánica, buenos consejos, cabalat shabat, drashá, Elohim, historia, imprecisiones, influencia, kehilá, libro, matemáticas, medicina, propósito, proyección, pueblo hebreo, religión, religioso, sabiduría, shabat shalom, tanaj, vidas, zoología

La siguiente Drashá* fue escrita y leída por mí en la kehilá* a la que pertenezco y durante el Cabalat Shabat*:

1.- Levanten las manos aquellos que cuando escuchan la palabra Tanaj (en español: Antiguo Testamento) piensan en un libro antiguo.

2.- Levanten la mano aquellos que piensan que el Tanaj es un libro para religiosos.

3.- Levanten la mano aquellos que piensan que el Tanaj es el relato de la historia del pueblo hebreo.

4.- Levanten la mano los que creen que el contenido del Tanaj era bueno para la época en que fue escrito, pero que no es aplicable hoy en día.

5.- Levanten la mano los que creen que aún hoy en día podemos aprender mucho del Tanaj.

6.- Levanten la mano los que creen que el Tanaj es un libro lleno de sabiduría, amor y buenos consejos.

7.- Levanten la mano aquellos que leen el Tanaj (no importa si lo hacen siempre o de vez en cuando) solos en sus casas.

     Mucha gente opina uno o varios de los puntos hablados antes, incluso más cosas de las expresadas aquí acerca del Tanaj. La pregunta es en qué se basan para emitir esas opiniones ¿Es acaso lo mismo opinar sobre aquello que nos es cercano y conocido que sobre aquello de lo que como mucho hemos oído hablar? Aunque el que hable sea un gran conocedor ¿Cuándo aprendemos más, cuando nos enseñan siendo simples oidores o cuando participamos activamente del aprendizaje y nos apropiamos de él?

     Como mujer que tiene mucha fe en Elohim*, entiendo que Él tiene una perspectiva mayor que nosotros, no tiene una mirada corta y cuando hace o permite algo, no lo hace o permite para influir sólo en ese preciso momento, aunque eso también ocurra. Puede que cuando pasa no podamos verlo ni darnos cuenta, pero Elohim sabe mejor que nosotros qué consecuencias tiene cada cosa en un futuro más lejano. Él tiene una capacidad de proyección que nosotros no. Cuando inspiró el Tanaj, si bien fue necesario cada libro en el momento en que fue escrito y era necesario y apropiado para esa época, Elohim ya sabía qué de todo eso llegaría a nosotros y cómo podría influirnos en nuestras propias vidas y épocas, si nosotros lo permitimos.

     Todos o casi todos sabemos, o al menos tenemos idea, de que el Tanaj es un libro que a su vez contiene otros libros. Si bien es posible encontrar menciones sobre temas de astronomía, historia, medicina, matemáticas, zoología y botánica; como suele tener a bien recordarnos nuestro rabino, el Tanaj no es un libro de astronomía, historia, medicina, matemáticas, zoología ni botánica. Para estudiar dichas ciencias hay muchísimo material, ese no fue el propósito de Elohim al inspirar el Tanaj, por eso no tiene sentido que nadie discuta imprecisiones científicas o históricas que creyere encontrar en él. Aunque la historia y la arqueología, cada vez más demuestran que era cierto lo escrito en el Tanaj.

     Elohim permitió que tan inspirado libro llegara hasta estos días, porque tiene mucho para trasmitirnos a través de él. No sólo prohibiciones, que si las leemos con detenimiento y como ya nos enseñó Ana* la semana pasada, no tienen otra intención que enseñarnos a amar (a los demás y a nosotros mismos), sino incluso enseñanzas y consejos que aunque les parezcan increíbles nos sirven actualmente. Desde cómo afrontar la muerte, hasta qué clase de socios nos conviene tener o cómo nos conviene reaccionar ante determinadas situaciones. Aprendemos sobre el arrepentimiento, sobre hacernos cargo de las consecuencias de nuestros actos y sobre perdonar, por ejemplo. Alice* ya nos habló sobre que podemos ser amigos de Elohim y eso también lo aprendió del Tanaj. Ana nos habló sobre no guardar rencor y no vengarnos y eso también lo aprendió del Tanaj.

     Es cierto, el Tanaj es un libro antiguo que suelen leer los religiosos, donde figura parte de la historia de nuestro pueblo y que fue necesario y bueno para la época en que fue escrito. Pero no es menos cierto que esa antigüedad tiene aún vigencia, que todos tenemos alcance y la posibilidad de leerlo si queremos, que  podemos aprender mucho del Tanaj (sabiduría, amor y buenos consejos) y que para que todo eso sea posible tenemos que mínimamente leerlo. Puede que algunas cosas nos confundan al principio, que surjan algunas dudas. Hay varias opciones, entre ellas tres más probables: una es seguir leyendo pese a eso, a ver si más adelante logramos despejar esos cuestionamientos, otra y muy importante es atreverse a hablarle a Elohim y pedirle claridad y la otra y más sencilla para los impacientes, es acercarse a alguien que tenga conocimiento del Tanaj y preguntarle. Recuerden que para aprender no hay edad, siempre estamos aprendiendo.

     Pero lo más importante que podemos encontrar en el Tanaj a mi parecer, es el conocimiento sobre Elohim, donde descubrimos que muchas veces es muy distinto a lo que creíamos. Difícil que logremos ser sus amigos si primero no lo conocemos, por eso los aliento: lean el Tanaj, conozcan a Elohim.

SHABAT SHALOM*.

*Drashá: comentario sobre la porción del Tanaj que se lee durante la semana.

*Kehilá: comunidad.

*Cabalat Shabat: recibimiento del sábado. Ceremonia tradicional del pueblo judío.

*Elohim: Dios en hebreo.

*Ana y Alice son dos mujeres miembro de la kehilá a la que pertenezco.

*Shabat Shalom: literalmente, sábado de paz. Se utiliza como saludo mutuo al finalizar el servicio del Cabalat Shabat y para saludarse unos a otros durante todo el sábado.

© Todos los derechos reservados.-

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PARASHÁ TRUMÁ

08 domingo May 2016

Posted by cindyisrael in TORAH

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amor, arca del pacto, ayudar, dar, Elohim, esfuerzo, fe, fidelidad, fortaleza, kabalat shabat, parashá, pueblo, pueblo hebreo, tanaj, tanajim, TORAH

Éxodo 25:1 a Éxodo 27:19

     Los invito desde el comienzo de la parashá, y no al final como suelo hacerlo, a buscar en sus Tanajim* esta parashá*. Habrá quien piense que es pesada y aburrida, porque describe los materiales y la forma en que tanto el Arca de la Alianza como la carpa donde debe ser colocada, deben ser construidas. Ahora, imagínense que esas instrucciones se las dio a Moisés, no quedan dudas entonces que fueron dadas mientras daban vueltas por el desierto ¿verdad? Algunas de las partes que se usaban para la construcción eran de madera maciza, enchapadas en oro y plata, y no eran chiquitas. Algunas eran de más de 20 metros. Imagínense caminar por el desierto cargando semejante peso ¿les sigue pareciendo pesada la lectura? No tiene comparación ¿cierto?

     Una de las partes más lindas que tiene esta parashá, está al principio, dice:

“Y le dijo el Eterno a Moisés: “Diles a los hijos de Israel que Me traigan ofrendas donadas por todo hombre que las diere de corazón””

     Es decir: no se trataba sólo de recibir los materiales, si no de la actitud y la disposición de quién los donaba ¿es lo mismo para Elohim* quien da para mostrar a los demás lo bueno que es y cuánto tiene que aquel que da por amor, con un sincero deseo de dar lo mejor de si mismo? No, no es igual, por eso Elohim aclara de quienes serán recibidas las ofrendas, dando por sobreentendido que será rechazada la ofrenda de quien no dé de corazón. Me recuerda a la historia de Abel y Caín ¿por qué a Elohim le agradó más la ofrenda de Abel que la de Caín? Porque Elohim sabía con qué corazón hizo cada uno su ofrenda. No se trata de dar por competir quién da más y mejor o por lograr que todos te vean como una gran persona. Se trata de dar porque disfrutás haciéndolo, por amor. Y si leemos la parashá, entenderemos que no sólo los materiales se donaron con amor: el tiempo, la construcción que había que seguirla con todo detalle y el esfuerzo de trasladar todo eso por el desierto. Todo eso debió hacerse con mucho amor, porque si no, me imagino a más de uno flaqueando las fuerzas y diciendo basta para mí. Pero no, el Arca y su carpa, así como todos los utensilios, entraron con el pueblo a la tierra prometida.

     Al leer esta parashá, es fácil preguntarse qué puede querer enseñarnos Elohim compartiéndonos en la TORAH* el plano escrito del Arca y su morada. A mí no me quedan dudas, nos está enseñando a que incluso aquello que nos cuesta, que es un esfuerzo y difícil, debemos hacerlo con amor, de corazón. También nos enseña a que aunque algo nos parezca duro y pesado, si es de la mano de Elohim debemos poder hacerlo con fe obediente, porque cuando hacemos las cosas cómo Él quiere, las cosas son más llevaderas y salen mejor. Pero sin fe, sin creerle a Elohim (que no es lo mismo que creer en Él), de nada vale la obra, porque es esa misma fe impulsada por el amor para hacer de corazón como nos pide Elohim al principio de la parashá, la que nos lleva a hacer. Como ejemplo lo tienen a Abraham también. Elohim hizo el pacto con él mediante la circuncisión, antes de que fuera circuncidado, porque Abraham fue un hombre que le creyó a Elohim y eso hizo que fuera justo ante sus ojos y merecedor de que el pacto se hiciera a través suyo. Fue esa fe la que llevó a Abraham a llevar obras tales como casi sacrificar a su hijo y antes dejar todo para irse de su tierra, la misma fe que necesitaron nuestros padres en el desierto para llevar tan pesada carga y dar lo mejor de si mismos. Porque sin esa fe en que Elohim sabe lo que es mejor para nosotros (aunque a simple vista parezca duro de sobrellevar), difícil llevar semejante obra hasta el final y con éxito. Y si hilamos fino, habrá mucho más que aprender, pero sería muy largo para el tiempo que tenemos en el kabalat shabat*. Así que les queda la tarea a ustedes, si de verdad tienen el corazón dispuesto a darle ese tiempo a Elohim, de buscar qué más puede querer enseñarnos Él en esta parashá leyéndolo en sus Tanajim.

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© Todos los derechos reservados.-

*Parashá: porción del Tanaj que se lee en la semana.

*Tanajim: plural de Tanaj (Antiguo Testamento).

*Elohim: D´s en hebreo.

*TORAH: los cinco primeros libros del Tanaj.

*Kabalat Shabat: recepción del sábado. Llamamos así a la ceremonia tradicional que se realiza para recibir el sábado en el judaísmo.

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A UNA SEMANA

01 viernes Ene 2016

Posted by cindyisrael in Sin categoría, TORAH

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amigos, aprendizaje, Argentina, banquete, dolor, duda, duelo, eclesiastés, eclesiastés 3, eclesiastés 7, fallecimiento, pueblo, Rabino, razonar, reflexionar, tanaj, tristeza

 A una semana del entierro de mi papá, extrañándolo y con todo el dolor que siento, he pedido en la comunidad Yonat Hasher en la que participo, que me dejaran dar un mensaje. El rabino (Israel- Tedi- Horowitz) me lo permitió y ahora me gustaría compartírselos a ustedes:

Sólo Elohim* puede dar una respuesta

y decir que puerta hay que tocar.

Creo que a pesar de tanta melancolía,

tanta pena, tanta herida,

sólo se trata de vivir.

-Estribillo de Sólo se Trata de Vivir de Litto Nebbia, versionado por mí-

Cuando alguien vive un dolor muy grande, es normal hacerse o hacer preguntas. Sin embargo hay dos cuestionamientos que no me hice con el fallecimiento de mi papá: por qué él, por qué ahora. 

Quienes me conocen saben que leo el Tanaj (Antiguo Testamento) y que le creo. En el libro de Eclesiastés, en el capítulo 3, dice que todo tiene su tiempo debajo del sol. Hay tiempo de plantar y de arrancar lo plantado, tiempo de guerra y tiempo de paz. También hay tiempo de morir. Este, sin duda, fue el tiempo de mi papá. En ese capítulo dice también que Elohim lo hizo todo hermoso en su tiempo. Y aunque a mí me duela, debo aceptar que para mi papá fue hermoso y el mejor momento.

Las respuestas que yo busqué, tenían que ver con la comprensión de dos versículos del mismo libro, pero del capítulo 7 y que para mí siempre fueron un misterio:

2 Es mejor ir a la casa del duelo que ir a la casa del banquete, porque aquello es el fin de todos los hombres, y el que vive debe poner eso en su corazón.

3 Mejor es la tristeza que la risa; porque el semblante triste mejora el corazón

-Versión de Moisés Katznelsón mejorada con la versión hebrea-

Estos días de duelo me han servido para meditar y empezar a entender estos versículos, luego de que durante tantos años fueran para mí un misterio. Por supuesto, es sólo la punta del ovillo, son mucho más profundos que las conclusiones a las que yo pude llegar, estoy segura.

Ante todo, vale la pena resaltar que dice que una cosa es mejor que la otra, de ninguna manera dice que una sea obligatoria y la otra esté prohibida. De hecho, en otras partes del Tanaj, se habla del banquete como algo positivo.

     Quiero pedirles que hagan ustedes un pequeño ejercicio de imaginación. Supongan sólo por un momento que están ustedes en un banquete, de bodas, por ejemplo. Ustedes llegan, los recibe una recepcionista que tiene una lista en su mano donde busca su nombre y le indica cuál es su mesa. En esa mesa usted será constantemente servido por los camareros. Ellos estarán atentos a cada vez que se le vacíe o empiece a vaciar la copa para volver a llenársela. Le servirán la comida y todo lo que usted tiene que hacer durante el resto de la fiesta, será disfrutar. A un banquete se va a RECIBIR: atención, comida, bebida…

Ahora haremos el mismo ejercicio, pero imaginando que usted va a la casa de duelo. Por casa de duelo, no debe usted entender casa velatoria, si no la casa de aquellos que están viviendo un duelo. Esta aclaración es importante, porque si bien en Argentina sí hay velorios de judíos, no es una costumbre judía. Se hace así por las leyes argentinas. Los judíos enterramos casi de inmediato a nuestros muertos y su familia directa hace un duelo de siete días en su casa donde es visitado por amigos y parientes. Se llama SHIVÁ, que viene de sheva (siete). Cuando alguien va a una casa donde hay shivá, se acostumbra llevar algo de comida y bebida, ayudar en lo que se pueda a los deudos (tareas de la casa, atención de los otros visitantes, dar palabras de consuelo o dar conversación para que se distiendan). Es decir, a una casa de duelo, se va a DAR.

Todos escuchamos sin dudas, la famosa frase popular: es mejor dar que recibir. Y creo que es ni más ni menos a lo que se refiere el versículo 2.

Ahora tratemos de entender el 3 ¿Acaso quiere Elohim que vivamos siempre tristes? No, en absoluto. No se refiere a eso. Acá tampoco hay una prohibición y una obligación. Esta vez les voy a pedir un ejercicio de memoria. Recuerden las veces que ustedes rieron mucho ¿podían pensar? Cuando nos reímos, la risa lo ocupa todo, nos impide pensar, reflexionar. Además, cuando uno está feliz, no suele hacerse planteos de ningún tipo, simplemente se disfruta la felicidad. Pero cuando estamos pasando por un momento doloroso, cuando lloramos, cuando estamos tristes, es natural hacernos preguntas y no se nos dificulta razonar. Una pregunta puede llevar a otra y la necesidad de encontrar respuestas a lo que estamos viviendo nos lleva a aprender cosas que nunca hubiéramos aprendido de otro modo.

Por causa de los días tan dolorosos que estuve y estoy viviendo, confirmé que algo que siempre creí firmemente es así, y es que de todo (incluso de lo malo) uno puede sacar cosas buenas. Una de las cosas buenas que saqué es el comenzar a entender estos versículos. La otra es poder rescatar todo el amor y apoyo que he estado recibiendo y que a pesar de mi tristeza no dejé de reconocer y agradecer profundamente.

Sirva esta nota como recordatorio, para que abran los ojos y puedan ver lo bueno, incluso a través de lo malo. Aunque a veces parezca tan difícil. En ocasiones, lo bueno se ve recién después de mucho tiempo, porque los tiempos de Elohim no son los nuestros. Quedará en cada uno tratar de ser paciente hasta que llegue el momento.

QUE TENGAN TODOS UNA HERMOSA VIDA.

*Elohim: Dios en hebreo.

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-Mi papá y yo. © Todos los derechos reservados.-

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PERDONAR ES MÁS QUE UNA PALABRA

17 miércoles Jun 2015

Posted by cindyisrael in TORAH

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alivio, aprendizaje, arrepentimiento, arrepentirse, bronca, D´s, dolor, Elohim, herida, perdón, perdonar, rencor

Si usted lee el Tanaj* más allá de su fe, aunque sea como curiosidad, encontrará varias cosas interesantes y de las que se puede tomar enseñanza. Entre ellas, verá que si bien varias veces Elohim** se enojó con el pueblo hebreo, cuando alguno de los profetas (incluyendo a Moshé***) intercedieron para que Elohim los perdonara, jamás la condición fue que el pueblo pidiera perdón. Lo que pedía es que dejaran de hacer aquello que lo había enojado y volvieran al buen camino. En ningún lado dice por qué. Pero Elohim nos hizo seres inteligentes y podemos colegirlo. En mi opinión es por lo que dice el dicho popular, las palabras se las lleva el viento. De nada sirve que me disculpe si no es de corazón sincero. Voy a dar un ejemplo:

voy caminando apresuradamente, usted está en mi camino y yo lo golpeo al pasar sin mirar. Me disculpo rápidamente y cuando regreso vuelvo a hacerlo. Haberme disculpado no fue nada útil en ese caso. Ahora supongamos que no me disculpo, estoy tan apurada que no me detengo ni para pedir perdón. Pero mientras sigo mi camino me doy cuenta que estuve mal y presto más atención para no atropellar a nadie y de hecho, a mi regreso, paso por su lado sin rozarlo. Sin duda en el segundo caso aprendí de mi error y por eso no lo repetí. 

El arrepentimiento, el verdadero, es justamente eso: reconocer ante nosotros mismos y ante Elohim si usted le cree a Él nuestro error primero y luego cambiar de actitud y procurar no volver a hacer aquello que nos consta que está mal. 

Ahora bien, lo antedicho es para el que está errado, pero también debemos pensar desde el punto de vista del que ha sufrido el daño. Hay varias posibilidades. Que no perdone ni aunque se disculpen con él, que perdone sólo si la otra persona pide perdón o la que más me gusta a mí, que perdonar dependa de si mismo y no del otro. Porque necesitamos entender que cuando uno perdona a alguien lo hace por su propio bien, por amor a si mismo, no para beneficiar o perjudicar a quien nos ha dañado. Cuando alguien no perdona, independientemente del motivo, cualquier cosa que el otro haga o diga será útil para alimentar el dolor, la bronca, el rencor hacia la otra persona. Y todo eso junto, poco a poco, se va transformando en una piedra negra y pesada que atraviesa nuestro pecho y nos tortura agravando la lastimadura.

Es esencial para lograrlo, entender que todos somos imperfectos, que todos nos equivocamos y que todos deseamos que se nos perdone. Cuando nos negamos a intentar perdonar, nos estamos poniendo en un lugar de ego en el que nos creemos víctimas, pero seres humanos perfectos que jamás hacemos nada mal y eso es ya equivocarse gravemente, porque nos estamos mintiendo a nosotros mismos. Cierto que a veces las heridas son tantas y tan profundas que cuesta mucho perdonar, puede que nos lleve más tiempo, más trabajo con nuestras emociones, pero no es imposible aunque a veces lo parezca. Lo más dificultoso suele ser perdonarse a uno mismo, necesario para poder perdonar a los demás. Pero también eso debemos procurarlo, es imprescindible. Créanme, pruébenlo. Verán que cuando lo consigan, se sentirán como caminando entre nubes por lo livianos que se sentirán.

*Antiguo Testamento
**En hebreo, D´s.
***Moisés.

...Y ADENTRO UNA CANCIÓN AMORDAZADA...

© Todos los derechos reservados.-

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PARASHÁ TETZAVÉ (ORDENARÁS)

27 jueves Nov 2014

Posted by cindyisrael in TORAH

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Éxodo, Deuteronomio, parashá, pueblo escogido, puebo, TORAH

Éxodo 27: 20 al 30: 10

      Básicamente, esta parashá nos habla de la ordenación como sacerdotes a través de Moshé a Aarón y sus hijos. De las vestiduras que deben ponerse, de su santificación, la del tabernáculo y sus altares y de algunas obligaciones impuestas al pueblo de Israel en relación a ello.

Empieza con dos versículos que a mí me llamaron mucho la atención:

“Y ordenarás a los hijos de Israel que te traigan aceite de oliva puro, para encender una luminaria perenne (las lámparas del candelabro).

En el Tabernáculo de reunión, fuera del velo tendido delante del testimonio, Aarón y sus hijos lo prepararán (el candelabro), desde la tarde hasta la mañana, (para que arda) ante el Eterno, como ley perpetua para las generaciones de los hijos de Israel.”

     Al leer eso, mi memoria se puso en funcionamiento y recordé preguntándome por qué tener velas encendidas todo el tiempo y a la vista de todos podía ser importante para Elohim, lo que dice en Deuteronomio 4: 5 al 12. Allí nos deja claro por qué Elohim eligió al pueblo de Israel, nos muestra nuestra enorme responsabilidad al haber sido elegidos para entregarnos los mandamientos y nos dice algo que yo no puedo dejar de relacionarlo con lo de las velas:

“Ustedes se acercaron y se pararon al pie del monte. El monte ardía con llamas hasta el mismo cielo, oscuro con densísimas nubes.

     El Eterno les habló desde el fuego; ustedes oyeron el sonido de las palabras pero no percibieron ninguna forma –nada sino una voz.”

Entonces se me ocurrió, y les pido que me ayuden a pensarlo, que quizá el mandato de Elohim de tener siempre encendidas esas velas y a la vista, sea una manera de ayudarnos a recordar que no fuimos elegidos para actuar como soberbios diciendo: YO SOY DEL PUEBLO ESCOGIDO POR ELOHIM, SOY MEJOR QUE USTEDES, sobre todo porque no es cierto. Nos eligió no por ser mejores, sino para que observáramos sus mandamientos, los cumpliéramos y de esa manera nos acercáramos a él, escuchándolo, como nos insta a hacerlo la canción nueva, Listen (escucha)*, que Tedy* introdujo en nuestra Javurá*. Fue el fuego de las velas el que me hizo pensar en ello y el darme cuenta la manera en que todas las parashot que vamos leyendo están relacionadas entre sí. Es más, esto mismo queda confirmado en Deuteronomio 7: 7 y 8:

“No es porque seas el más numeroso de los pueblos que el Eterno los ha preferido y los ha escogido a ustedes – de hecho, son el más pequeño de los pueblos–

sino que fue porque el Eterno los amaba y cumplió el juramento que les hizo a sus padres de que el Eterno los libertaría con mano fuerte y los rescataría de la casa de servidumbre, del poder del Faraón rey de Egipto.”

     Pero la parashá no termina en esos dos versículos, continúa hablando de las vestiduras de Aarón y sus hijos, las describe y dice que debe llamar a todos aquellos que sean hábiles para confeccionarlas. Ya dije antes que veía que todas las parashot estaban relacionadas. En este punto me acordé de la que nos enseñó el viernes pasado Aaron* y me sirvió mucho para entender esto: las vestiduras de Aarón y sus hijos estaban llenas de bordados con hilos de oro, de piedras preciosas y otros detalles que parecen demasiado llamativos e innecesarios. Sin embargo ya aprendimos el por qué de las donaciones y está relacionado con esto también. Poner tantas riquezas en una vestidura da la idea de poner lo mejor. El oro y las piedras preciosas son muy valorados en nuestra sociedad y así ha sido en todos los tiempos. Aarón y sus hijos usarán esas vestiduras para presentarse ante el Eterno, es una manera de demostrar físicamente lo valioso que es eso. Siguiendo en esta línea, nos encontramos con el versículo 30, y el corazón vuelve a aparecer esta semana:

“Dentro del pectoral de decisiones pondrás el Urim y el Tumim, para que estén sobre el corazón de Aharón cuando venga ante el Eterno. Así llevará Aharón sobre su corazón los instrumentos de decisión para los israelitas delante del Eterno perpetuamente.”

     Instrumentos de decisión para los israelitas… en el corazón para estar ante Elohim… Me emociono al pensar en ello, hasta qué punto nos ama Elohim que las decisiones que se tomen para nosotros deben ser tomadas desde el corazón, cuánto nos ama, nos tiene en cuenta y nos considera. Tanto nos ama, que en el versículo 38 podemos ver cuánto nos comprende, pues sabe que aunque los israelitas consagren cosas santas, así y todo en ellas puede haber pecado (somos humanos) y se preocupa de que ese pecado sea cargado por Aarón para que nosotros podamos ser aceptos por Él. Lo hace haciendo que Aarón lleve un turbante con la leyenda fija: “Consagrado al Eterno”. Hoy por hoy no hay Tabernáculo ni está Aarón ni sacerdote que lleve esa leyenda y nos ayude a ser aceptos por Él ¿ya no nos quiere? No, no es así. Pero ahora ha pasado a ser nuestra responsabilidad, en nosotros queda buscar cómo hacerlo.

     En el capítulo 29 me encontré con otra sorpresa: Moshé, el mismo que había funcionado hasta el momento como mensajero entre el pueblo y Elohim, el mismo que escuchaba a Elohim y que fue el medio para salvar al pueblo de Israel de la esclavitud, el mismo que aún hoy es visto como un héroe y una figura respetada dentro de nuestro pueblo, ese mismo Moshé, debía hacer trabajos de servidumbre guiando a su hermano y a sus sobrinos hasta la entrada del Tabernáculo, lavarlos con agua y vestirlos. Y no fue humillado con ello, todo lo contrario, fue una honra. Cuántas veces nos vemos obligados a hacer tareas que nos resultan desagradables o las consideramos humillantes y nos sentimos degradados y dolidos por tener que hacerlas. Sin embargo, Moshé estaba consagrándolos para Elohim. Él sabía eso y no protestó. Cuando tenemos que enfrentarnos a esas tareas, es importante que recordemos que Elohim nos mira todo el tiempo y si le dedicamos lo que estamos haciendo a Él, como Moshé dedicó a Aarón y sus hijos, no sólo no nos sentiremos humillados, si no que hasta las haremos con alegría.

     Acercándonos al final, vemos que todo esto tiene un propósito y una dirección, nos queda claro en el versículo 42, cuando nos enteramos que Moshé ya no necesitará subir al monte, apartarse, para hablar con Elohim, porque lo hará en el Tabernáculo y hete aquí algo que también me emocionó: también se reunirá allí con el pueblo ¿será que esta noche y en cada reunión estará reuniéndose con nosotros también?

     No fue fácil escribir esta parashá, cada cosa que leía me parecía importante y que debía prestársele la debida atención. Me hice mis anotaciones y en ellas hay mucho más de lo que escribí aquí. Pero me di cuenta que no podía hablar de todo sin enredarme y enredarlos, que terminaríamos confundidos y que quizá más importante sería que cada uno la leyera tranquilamente en su casa, haga sus propias anotaciones y consulte aquellas dudas que se le presenten, también esta es una excelente manera de buscar acercarnos a Elohim, los que en verdad y con corazón sincero desean hacerlo.

     Para redondear y terminando esta parashá, les dejo la cita de dos versículos que me sacudieron y que no voy a explicar para que cada uno los piense por sí mismo y los guarde en su corazón:

“Yo moraré entre los israelitas, y seré su Elohim.

Y sabrán que yo el Eterno soy el Elohim de ellos, el que los sacó de la tierra de Egipto para morar con ellos, yo el Eterno su Elohim.”

¡¡¡Shabat Shalom!!!

      *Listen (escucha): es una canción que hace poco el rabino introdujo en nuestros servicios del viernes. Habla de escuchar a Elohim.

     *Tedy: es el sobrenombre por el cual llamamos todos al rabino de nuestra comunidad: Israel Horowitz.

     *Javurá: a las comunidades en las que nos reunimos para los servicios de los viernes y otras actividades, normalmente se las llama Kehilá. Como la relación que se dio entre los miembros de la nuestra ha sido tan linda y de tanto amor amistoso entre nosotros, hemos decidido llamarla Javurá (grupo, hermandad) que tiene su raíz en la palabra Javer (amigo).

     *Aarón: en este caso no hablo del Aarón sacerdote del que habla la parashá, si no de un miembro de nuestra javurá que dio la drashá anterior a este y que también, por apellido, es HaCohen.

© Todos los derechos reservados.-

23 de febrero del 2013

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Y SE PRESENTÓ

27 jueves Nov 2014

Posted by cindyisrael in TORAH

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Antiguo Testamento, fe, Génesis, hermanos, José, judaísmo, parashá, perdón, TORAH, Yosef

Génesis: 44: 18 a Génesis 47: 27

La semana pasada, Teddy nos habló de la época que Yosef (José) estuvo en la cárcel sin ocultar su origen. ¿Cómo llegó José a estar en Egipto como para tener la posibilidad de estar preso? Sus hermanos, hijos de Yacob (Israel) actuaron guiados por los celos y la envidia cuando supieron de unos sueños que José, que además era el favorito de Israel,  había tenido en el que él se levantaría con poder por encima de sus hermanos e incluso de su madre y su padre y lo vendieron como esclavo. Si leemos con ligereza, podemos creer que fue un error, o un acto de soberbia que José contara sus sueños a sus hermanos. Sin embargo era necesario que así ocurriera, pues gracias a eso fue vendido a Egipto. Ahora puede que haya alguien que quiera corregirme y me diga: cómo GRACIAS a ellos ¿acaso debe agradecerse la esclavitud? Claro que no, no si lo vemos desde ese punto de vista. Pero es que gracias a ello ocurrió todo lo que pasó después y que es de lo que trata la parashá de esta semana. Antes de proseguir me gustaría hacer hincapié en este punto. Imagínense ustedes que secuestraran a un hijo de ustedes para esclavizarlo (Elohim no lo quiera) y que ustedes no supieran nada de él y creyeran que murió ¿cómo reaccionarían? Probablemente muchos se enojarían con Elohim, le preguntarían por qué permitió que algo tan doloroso le pasara a un muchacho tan joven, por qué les hace pasar por ese dolor y algunos incluso dejarían de creer en Elohim. Y en esta parashá hallamos la respuesta. A nosotros nos es imposible ver mucho más allá, pero Elohim lo ve todo, tiene un panorama ante sí mucho más amplio que el nuestro. Y a veces, cosas que nos parecen dolorosas es necesario que sucedan para un bien posterior mucho mayor. A veces no lo llegamos a ver con claridad, y otras lo descubrimos con el tiempo, como le pasó a Israel, que pudo volver a ver a su hijo no sólo vivo, si no engrandecido y dando cumplimiento a los sueños proféticos que había tenido cuando aún vivía a su lado.

Gracias a ese supuesto error de José de contarles sus sueños a sus hermanos, José fue vendido a Egipto, llegó a interpretar los sueños del Faraón y a ser segundo en poder en Egipto. Nunca dejó de escuchar a Elohim y de hacer su voluntad y fue gracias a ello que pudo salvarse de la escasez toda la tierra de Egipto y su propia familia. Israel no se quedó sin volver a ver a su hijo, ni se murió con el dolor de creerlo muerto, si no que pudo volver a abrazarlo y bendecirlo.

Esta parashá merece ser leída y prestarle mucha atención, porque hay algo más que aparece en ella y no es menos importante que el resto, y es la capacidad de perdonar. Sin duda, antes de llegar al lugar de favorito del Faraón, José sufrió mucho por lo que sus hermanos le habían hecho. Sin embargo no sólo no les guarda rencor y los perdona, si no que se llena de emoción cuando les dice quién es él. Ama a sus hermanos a pesar de lo que le hicieron y reconoce que era necesario que pasara todo lo que pasó. Por esto mismo, porque considero importante todo lo que esta parashá nos enseña, es que me atrevo a recomendarles que la lean todos aquellos que tengan un TANAJ en sus casas, y los que no, seguro que en la biblioteca de Naharía habrá alguna.

SHABAT SHALOM!!!!!!!!

© Todos los derechos reservados.-

21 de diciembre del 2012

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