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FILOIDEAS

~ Mis opiniones, ideas y cuentos escritos en Israel

FILOIDEAS

Archivos de etiqueta: pueblo hebreo

PARASHÁ YITRÓ

18 sábado Feb 2017

Posted by cindyisrael in TORAH

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10 mandamientos, afecto, amor, diez mandamientos, Egipto, familia, ley, limpieza, Madián, Moshé, opinión, parashá, Parashá Yitró, príncipe, prueba, pueblo, pueblo hebreo, pureza, religión, respeto, sacerdote, sencillez, shabat shalom, soberbia, tanaj, temor, TORAH, Yitró

El Tanaj es un libro maravilloso. Sin ser un libro científico, nos enseña muchísimo. Si leemos prestando atención a cada palabra y párrafo, podremos extraer de él enseñanzas para nuestra vida. A través de los mandamientos, a través de los consejos del Rey Salomón, pero también a través de modelos a seguir. Y no es que el Tanaj esté lleno de historias de seres perfectos. Las personas que allí aparecen, cometen errores, tienen que cargar con las consecuencias de sus actos, pero como todos los seres humanos también tienen aciertos. Y las dos cosas, los errores y los aciertos nos son contados, para que de ambos podamos aprender.

     La parashá de ésta semana empieza con algo que quiero destacar. Habla de la relación de Moshé con su suegro. Tratemos de ubicarnos primero en la historia de vida de Moshé. Fue criado en la corte del Faraón, como un príncipe más. Fue elegido por Elohim para liberar al pueblo, dirigirlo por el desierto, llevarlo a la Tierra Prometida y enseñarles cómo Elohim quería que vivieran. Y aún más, hablaba con Elohim como quien habla con un amigo. Incluso se atreve a discutirle. Conoce a Elohim. Si él hubiera querido, hubiera tenido motivos de sobra para ser soberbio.

     Yitró va al encuentro de Moshé. Éste párrafo comienza contándonos que Moshé había despedido a la casa de su suegro a su mujer y sus hijos. Yitró va a su encuentro con ellos, a llevarlos de vuelta. En ninguna parte dice que llegue con reclamos, más bien todo lo contrario. En ésta parte descubrimos el afecto que se tenían. Luego de ponerse al día como cualquiera haría con alguien con quien se reencuentra luego de un tiempo, Yitró observa la manera en que Moshé juzga los asuntos del pueblo. Yitró tiene experiencia, por su edad, y porque era sacerdote de Madián. Él ya ha sido cabeza de un pueblo. Así que le dice a Moshé:

“Así que escucha ahora lo que yo tengo que decir. Yo te daré algún consejo, y Elohim estará contigo. Tú debes representar al pueblo delante de Elohim, y tú debes traer sus casos a Elohim. Tú también debes enseñarles las leyes y las enseñanzas, y mostrarles cómo deben vivir sus vidas y qué trabajo deben hacer.” Exodo 18: 19-20.

     Yitró aconseja a Moshé cómo organizar el sistema de juicios de los asuntos del pueblo, para que Moshé no se sobrecargue. Le ensaña a delegar. Acá Moshé tenía básicamente dos opciones: *podría haberle dicho a su suegro algo así: sí, sí, lo que vos digas. Pero el elegido de Elohim soy yo. A mí Elohim me habla directamente, no necesita emisarios conmigo. Lo que vos decís puede funcionar muy bien para tu pueblo, pero no para este. Además estos tiempos son distintos a los tuyos, es otra época, ahora se usa no delegar. *O la segunda opción, que es lo que hizo en realidad. Escuchó a Yitró hasta el final, consideró el consejo, lo tomó y lo llevó a cabo.

     Para mí es una actitud maravillosa la de los dos. La de Yitró que viendo a su yerno sobrecargándose de trabajo no teme darle un consejo que entiende que necesita. No le da miedo decirle que está haciendo las cosas mal, porque lo hace desde el afecto real que tiene hacia él y desde el reconocimiento de que Elohim está con Moshé y su pueblo. Y la de Moshé, que en ningún momento se muestra soberbio, más bien todo lo contrario y le da a su suegro el respeto y valor que merece. Le demuestra su cariño, lo escucha y toma el consejo. De hecho, pareciera que fue el motivo de la visita (aunque Yitró no lo supiera de antemano), porque luego de esto se vuelve a su pueblo.

     La Parashá sigue. Elohim le pide a Moshé en principio dos cosas: una es que le diga al pueblo que recuerden lo que Elohim hizo por ellos. Acá quiero hacer un paréntesis para hablar desde la experiencia. En mi opinión no se trataba de que Elohim se sacara brillo a si mismo, no lo necesita. Traer a la memoria ese recuerdo ayuda al pueblo. Cuando somos capaces de recordar lo que Elohim ha hecho por cada uno de nosotros en distintos momentos de nuestras vidas, sobrellevamos mejor los momentos duros, porque aumenta nuestra confianza hacia Él. Elohim pacta con el pueblo a través de Moshé y el pueblo acepta el pacto. También leemos sobre el cuidado de Elohim hacia Moshé, que es capaz de dejarse oír por el pueblo cuando le habla para que el pueblo confíe en Moshé. Para poder escuchar a Elohim, el pueblo debió prepararse, tuvieron que limpiarse y no tener relaciones sexuales. Debían estar totalmente limpios ante Él. Elohim estaba dispuesto a dejarse oír por ellos, pero no que lo vieran. Por ese motivo les puso límites que no debían pasar. Y entonces pasó algo maravilloso, Elohim ordenó los famosos diez mandamientos, los mismos en los que se basa el sistema legal de la mayoría de los países. Sin embargo el pueblo tuvo miedo, no querían que les hablaran directamente, temían morir. Moshé los tranquilizó transmitiéndoles los propósitos de Elohim: “«No tengan temor, porque Elohim solamente ha venido para probarlos y hacer que le teman a Él, para que no cometan pecados.»” ¿Lo tomamos para nosotros? Shabat Shalom.

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ISRAELÍ E ISRAELITA NO SON SINÓNIMOS

04 jueves Ago 2016

Posted by cindyisrael in Notas

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Abraham, Antiguo Testamento, aprendizaje, hebreo, historia, Israel, israelí, israelíes, judaísmo, judío, Leah, pueblo, pueblo hebreo, Rebeca, Sarah, sinónimo, tierra prometida, TORAH, tribus, Yacob, Ytzjak

Parece increíble, que después de que tanta gente ya se ocupó de aclararlo y de haber tanta información al respecto, hayan conceptos que se sigan confundiendo. Es por eso, que me he decidido a aportar mi pequeño granito de arena al tema. Una vez más y con la intención de que quede suficientemente claro, explicaré detalladamente la diferencia entre dos conceptos parecidos y, que sin embargo, no son sinónimos: ISRAELÍ e ISRAELITA. Para ello, echaré mano de la TORAH (cinco primeros libros del Antiguo Testamento). Cabe aclarar antes, que este libro no es un compendio de historia, ni ciencia, ni nada por el estilo. Sin embargo, sí hay algunos datos históricos que nos resultarán útiles en este caso y que pienso utilizar.

Todos habrán oído hablar de Abraham. Su historia es larga e interesante y les recomiendo leerla, si no la creen, aunque sea como literatura, pero en verdad que vale el tiempo que le dediquen. Él se caso con Sarah, con quien tuvo un hijo: Ytzjak. Este se casó con Rebeca y con ella tuvo dos hijos: Esav (Esaú) y Yacob (Jacob). La historia de ellos también la recomiendo, hay mucho para aprender de ellas, acerca de los miedos, la perseverancia, el perdón y hasta sobre estrategias. A Yacob es a quien luego Elohim (Dios) mismo llamó Israel. Su primer esposa fue Leah, con quien tuvo varios hijos, entre ellos, Yehudá (Judá). Estos hijos fueron parte de las doce tribus de Israel. Estas doce tribus, formaron el pueblo hebreo, sobre el cual podemos leer, por ejemplo, en Éxodo, donde nos cuenta la salida del pueblo de Egipto, su odisea por el desierto y su llegada a la tierra prometida. A los descendientes de Israel (Yacob) se los llamó ISRAELITAS. Es decir, hebreos e israelitas sí son sinónimos. La tierra prometida a la que llegaron es Israel. No voy a hablar de territorios ahora, de cuánto del Israel de hoy es del de antaño, porque me iría de tema. Pero queda claro, entonces, que Israelita es sinónimo de hebreo, no de judío ni de israelí. Pues los judíos sólo somos una parte del pueblo hebreo.

Ahora vamos con la explicación del concepto ISRAELÍ. Lo bueno es que es más breve y sencilla. Se trata de todos aquellos que tienen ciudadanía israelí, así de simple, sea por haber nacido en Israel o por adopción. La moderna Israel se ha fundado como un país judío, porque era necesario un país al que los judíos pudieran acceder libremente en casos de emergencia como el que hubo durante la Segunda Guerra Mundial. Un país donde nos sintiéramos protegidos y vivir nuestro judaísmo con libertad y sin miedos. Sin embargo, no sólo judíos viven en Israel. También hay musulmanes, católicos, evangélicos, bahai, etc. Por ende, israelí, tampoco es sinónimo de judío.

Hay quienes puedan creer que fui demasiado detallista y puntillosa, pero dadas las circunstancias me pareció importante escribirlo así, pues hoy leí en un periódico una nota en la cual hasta su cronista tenía esa confusión. Espero haber sido de utilidad y ayudar a desenmarañar las confusiones. 

Que tengan todos una hermosa vida.

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-El rollo de la TORAH (cinco primeros libros del Antiguo Testamento) se utiliza para seguir su lectura en las sinagogas. Al término de su lectura completa, se festeja anualmente Simjá Torah, una fiesta en la cual todos bailan con el rollo de la Torah pasándoselos unos a otros. © Todos los derechos reservados.-

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DRASHÁ: TANAJ Y VOS

30 lunes May 2016

Posted by cindyisrael in TORAH

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amor, Antiguo Testamento, aprender, aprendizaje, astronomía, épocas, botánica, buenos consejos, cabalat shabat, drashá, Elohim, historia, imprecisiones, influencia, kehilá, libro, matemáticas, medicina, propósito, proyección, pueblo hebreo, religión, religioso, sabiduría, shabat shalom, tanaj, vidas, zoología

La siguiente Drashá* fue escrita y leída por mí en la kehilá* a la que pertenezco y durante el Cabalat Shabat*:

1.- Levanten las manos aquellos que cuando escuchan la palabra Tanaj (en español: Antiguo Testamento) piensan en un libro antiguo.

2.- Levanten la mano aquellos que piensan que el Tanaj es un libro para religiosos.

3.- Levanten la mano aquellos que piensan que el Tanaj es el relato de la historia del pueblo hebreo.

4.- Levanten la mano los que creen que el contenido del Tanaj era bueno para la época en que fue escrito, pero que no es aplicable hoy en día.

5.- Levanten la mano los que creen que aún hoy en día podemos aprender mucho del Tanaj.

6.- Levanten la mano los que creen que el Tanaj es un libro lleno de sabiduría, amor y buenos consejos.

7.- Levanten la mano aquellos que leen el Tanaj (no importa si lo hacen siempre o de vez en cuando) solos en sus casas.

     Mucha gente opina uno o varios de los puntos hablados antes, incluso más cosas de las expresadas aquí acerca del Tanaj. La pregunta es en qué se basan para emitir esas opiniones ¿Es acaso lo mismo opinar sobre aquello que nos es cercano y conocido que sobre aquello de lo que como mucho hemos oído hablar? Aunque el que hable sea un gran conocedor ¿Cuándo aprendemos más, cuando nos enseñan siendo simples oidores o cuando participamos activamente del aprendizaje y nos apropiamos de él?

     Como mujer que tiene mucha fe en Elohim*, entiendo que Él tiene una perspectiva mayor que nosotros, no tiene una mirada corta y cuando hace o permite algo, no lo hace o permite para influir sólo en ese preciso momento, aunque eso también ocurra. Puede que cuando pasa no podamos verlo ni darnos cuenta, pero Elohim sabe mejor que nosotros qué consecuencias tiene cada cosa en un futuro más lejano. Él tiene una capacidad de proyección que nosotros no. Cuando inspiró el Tanaj, si bien fue necesario cada libro en el momento en que fue escrito y era necesario y apropiado para esa época, Elohim ya sabía qué de todo eso llegaría a nosotros y cómo podría influirnos en nuestras propias vidas y épocas, si nosotros lo permitimos.

     Todos o casi todos sabemos, o al menos tenemos idea, de que el Tanaj es un libro que a su vez contiene otros libros. Si bien es posible encontrar menciones sobre temas de astronomía, historia, medicina, matemáticas, zoología y botánica; como suele tener a bien recordarnos nuestro rabino, el Tanaj no es un libro de astronomía, historia, medicina, matemáticas, zoología ni botánica. Para estudiar dichas ciencias hay muchísimo material, ese no fue el propósito de Elohim al inspirar el Tanaj, por eso no tiene sentido que nadie discuta imprecisiones científicas o históricas que creyere encontrar en él. Aunque la historia y la arqueología, cada vez más demuestran que era cierto lo escrito en el Tanaj.

     Elohim permitió que tan inspirado libro llegara hasta estos días, porque tiene mucho para trasmitirnos a través de él. No sólo prohibiciones, que si las leemos con detenimiento y como ya nos enseñó Ana* la semana pasada, no tienen otra intención que enseñarnos a amar (a los demás y a nosotros mismos), sino incluso enseñanzas y consejos que aunque les parezcan increíbles nos sirven actualmente. Desde cómo afrontar la muerte, hasta qué clase de socios nos conviene tener o cómo nos conviene reaccionar ante determinadas situaciones. Aprendemos sobre el arrepentimiento, sobre hacernos cargo de las consecuencias de nuestros actos y sobre perdonar, por ejemplo. Alice* ya nos habló sobre que podemos ser amigos de Elohim y eso también lo aprendió del Tanaj. Ana nos habló sobre no guardar rencor y no vengarnos y eso también lo aprendió del Tanaj.

     Es cierto, el Tanaj es un libro antiguo que suelen leer los religiosos, donde figura parte de la historia de nuestro pueblo y que fue necesario y bueno para la época en que fue escrito. Pero no es menos cierto que esa antigüedad tiene aún vigencia, que todos tenemos alcance y la posibilidad de leerlo si queremos, que  podemos aprender mucho del Tanaj (sabiduría, amor y buenos consejos) y que para que todo eso sea posible tenemos que mínimamente leerlo. Puede que algunas cosas nos confundan al principio, que surjan algunas dudas. Hay varias opciones, entre ellas tres más probables: una es seguir leyendo pese a eso, a ver si más adelante logramos despejar esos cuestionamientos, otra y muy importante es atreverse a hablarle a Elohim y pedirle claridad y la otra y más sencilla para los impacientes, es acercarse a alguien que tenga conocimiento del Tanaj y preguntarle. Recuerden que para aprender no hay edad, siempre estamos aprendiendo.

     Pero lo más importante que podemos encontrar en el Tanaj a mi parecer, es el conocimiento sobre Elohim, donde descubrimos que muchas veces es muy distinto a lo que creíamos. Difícil que logremos ser sus amigos si primero no lo conocemos, por eso los aliento: lean el Tanaj, conozcan a Elohim.

SHABAT SHALOM*.

*Drashá: comentario sobre la porción del Tanaj que se lee durante la semana.

*Kehilá: comunidad.

*Cabalat Shabat: recibimiento del sábado. Ceremonia tradicional del pueblo judío.

*Elohim: Dios en hebreo.

*Ana y Alice son dos mujeres miembro de la kehilá a la que pertenezco.

*Shabat Shalom: literalmente, sábado de paz. Se utiliza como saludo mutuo al finalizar el servicio del Cabalat Shabat y para saludarse unos a otros durante todo el sábado.

© Todos los derechos reservados.-

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PARASHÁ TRUMÁ

08 domingo May 2016

Posted by cindyisrael in TORAH

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amor, arca del pacto, ayudar, dar, Elohim, esfuerzo, fe, fidelidad, fortaleza, kabalat shabat, parashá, pueblo, pueblo hebreo, tanaj, tanajim, TORAH

Éxodo 25:1 a Éxodo 27:19

     Los invito desde el comienzo de la parashá, y no al final como suelo hacerlo, a buscar en sus Tanajim* esta parashá*. Habrá quien piense que es pesada y aburrida, porque describe los materiales y la forma en que tanto el Arca de la Alianza como la carpa donde debe ser colocada, deben ser construidas. Ahora, imagínense que esas instrucciones se las dio a Moisés, no quedan dudas entonces que fueron dadas mientras daban vueltas por el desierto ¿verdad? Algunas de las partes que se usaban para la construcción eran de madera maciza, enchapadas en oro y plata, y no eran chiquitas. Algunas eran de más de 20 metros. Imagínense caminar por el desierto cargando semejante peso ¿les sigue pareciendo pesada la lectura? No tiene comparación ¿cierto?

     Una de las partes más lindas que tiene esta parashá, está al principio, dice:

“Y le dijo el Eterno a Moisés: “Diles a los hijos de Israel que Me traigan ofrendas donadas por todo hombre que las diere de corazón””

     Es decir: no se trataba sólo de recibir los materiales, si no de la actitud y la disposición de quién los donaba ¿es lo mismo para Elohim* quien da para mostrar a los demás lo bueno que es y cuánto tiene que aquel que da por amor, con un sincero deseo de dar lo mejor de si mismo? No, no es igual, por eso Elohim aclara de quienes serán recibidas las ofrendas, dando por sobreentendido que será rechazada la ofrenda de quien no dé de corazón. Me recuerda a la historia de Abel y Caín ¿por qué a Elohim le agradó más la ofrenda de Abel que la de Caín? Porque Elohim sabía con qué corazón hizo cada uno su ofrenda. No se trata de dar por competir quién da más y mejor o por lograr que todos te vean como una gran persona. Se trata de dar porque disfrutás haciéndolo, por amor. Y si leemos la parashá, entenderemos que no sólo los materiales se donaron con amor: el tiempo, la construcción que había que seguirla con todo detalle y el esfuerzo de trasladar todo eso por el desierto. Todo eso debió hacerse con mucho amor, porque si no, me imagino a más de uno flaqueando las fuerzas y diciendo basta para mí. Pero no, el Arca y su carpa, así como todos los utensilios, entraron con el pueblo a la tierra prometida.

     Al leer esta parashá, es fácil preguntarse qué puede querer enseñarnos Elohim compartiéndonos en la TORAH* el plano escrito del Arca y su morada. A mí no me quedan dudas, nos está enseñando a que incluso aquello que nos cuesta, que es un esfuerzo y difícil, debemos hacerlo con amor, de corazón. También nos enseña a que aunque algo nos parezca duro y pesado, si es de la mano de Elohim debemos poder hacerlo con fe obediente, porque cuando hacemos las cosas cómo Él quiere, las cosas son más llevaderas y salen mejor. Pero sin fe, sin creerle a Elohim (que no es lo mismo que creer en Él), de nada vale la obra, porque es esa misma fe impulsada por el amor para hacer de corazón como nos pide Elohim al principio de la parashá, la que nos lleva a hacer. Como ejemplo lo tienen a Abraham también. Elohim hizo el pacto con él mediante la circuncisión, antes de que fuera circuncidado, porque Abraham fue un hombre que le creyó a Elohim y eso hizo que fuera justo ante sus ojos y merecedor de que el pacto se hiciera a través suyo. Fue esa fe la que llevó a Abraham a llevar obras tales como casi sacrificar a su hijo y antes dejar todo para irse de su tierra, la misma fe que necesitaron nuestros padres en el desierto para llevar tan pesada carga y dar lo mejor de si mismos. Porque sin esa fe en que Elohim sabe lo que es mejor para nosotros (aunque a simple vista parezca duro de sobrellevar), difícil llevar semejante obra hasta el final y con éxito. Y si hilamos fino, habrá mucho más que aprender, pero sería muy largo para el tiempo que tenemos en el kabalat shabat*. Así que les queda la tarea a ustedes, si de verdad tienen el corazón dispuesto a darle ese tiempo a Elohim, de buscar qué más puede querer enseñarnos Él en esta parashá leyéndolo en sus Tanajim.

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© Todos los derechos reservados.-

*Parashá: porción del Tanaj que se lee en la semana.

*Tanajim: plural de Tanaj (Antiguo Testamento).

*Elohim: D´s en hebreo.

*TORAH: los cinco primeros libros del Tanaj.

*Kabalat Shabat: recepción del sábado. Llamamos así a la ceremonia tradicional que se realiza para recibir el sábado en el judaísmo.

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LA LIBERTAD NO ES UNA EXCUSA

03 viernes Abr 2015

Posted by cindyisrael in Notas

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anfitrión, casa, cena, esclavitud, excusa, inmigración, inmigrante, invitado, liberación, libertad, molestar, noche, pesaj, pueblo hebreo

Esta noche comienza Pesaj, la fiesta en la que recordamos la liberación del pueblo hebreo de la esclavitud a la que habían sido sometidos por los egipcios. Cada año, alrededor de la mesa, repetimos que es algo que debe contarse a todas las generaciones. No sólo para recordar que Elohim nos dio la libertad, si no porque debemos recordar que fuimos esclavos, para que nosotros no caigamos en ser quienes esclavicemos. Si bien hablamos en estas fiestas de libertad, es un término que acuñamos como antónimo de esclavitud. Pero como la libertad es un valor en si mismo, solemos aprovechar para hablar de libertad con otras extensiones y para recordar que hay muchas cosas a las que aún somos esclavos y de las que debemos pugnar por liberarnos. Así que no me voy a quedar atrás, me voy a aprovechar que hoy festejamos la libertad, para hablar de ella, pero en otro sentido.

Seamos sinceros con nosotros mismos, la verdad es que muchas veces usamos la libertad como excusa para hacer lo que se nos da la gana sin pensar en el daño que a veces podemos ocasionar a otros, aunque más no sea una molestia o fastidio. Como inmigrantes es normal que, sobre todo al principio, nos cueste mucho adaptarnos y entender que estamos en un lugar con otra cultura. Nos comparamos, creemos que la nuestra es mejor y consideramos que la forma que tenemos de ver la vida es la correcta y los ciudadanos de ese país están equivocados. Tiene más que ver con el dolor del desarraigo que con la soberbia. Nos gustaría que el país entero se adapte a nosotros en vez de al revés. Pretendemos seguir con todas nuestras costumbres, aunque algunas de ellas puedan estar enfrentadas con las del país que elegimos para continuar con nuestra vida. Alegamos como argumento que somos libres de vivir como queramos y es justamente ahí donde la libertad se vuelve una excusa. Veamos un ejemplo simple: supongamos que reciben por primera vez una visita en su casa. Antes de que llegara dejaron la casa limpia y ordenada y hasta le pasaron cera a los muebles. El invitado llega, ustedes lo invitan a sentarse en el salón y él, conforme a sus propias costumbres, se recuesta en el sofá y pone los pies en la mesita ratona. Tenemos varias reacciones posibles, algunas son:

*Pedirle amablemente que baje los pies y explicarle los motivos.
*Decirle secamente que baje los pies sin mayores explicaciones.
*Hacer un escándalo diciéndole que es un desubicado y echarlo de la casa.
*Buscar que otros te apoyen en su contra, decirle que se vaya y que tiene la entrada prohibida en el futuro.

El invitado también tiene varias reacciones posibles ante cada una de las posibilidades mencionadas:

*Puede aducir que está acostumbrado a sentarse así, que no tiene nada de malo y que los desubicados son los demás por hacerlo sentir incómodo diciéndole que baje los pies.
*Podría excusarse en la libertad que tiene cada uno de sentarse como se le de la gana y que no tiene por qué sentarse como a otros se les ocurra.
*A lo mejor se disculpa, reconoce que actuó incorrectamente y promete no volverlo hacer.
*Podría levantarse ofendido e irse para no volver, hablando luego mal a todo el mundo de sus anfitriones por ser gente que coarta la libertad de los demás.

No creo que a ninguno de nosotros nos gustaría recibir en nuestra casa a alguien que intenta imponer sus costumbres y que con la excusa de la libertad se comporta de forma que nos resulta mínimamente desagradable. Cuando llegamos a otro país llegamos a otra casa y nosotros sabemos antes de llegar que vamos a un país diferente, incluso a veces con otro idioma o modismos. Debemos entender que si no aceptamos que tienen sus propias reglas y que fuimos nosotros quienes nos metimos en su casa (la mayoría de las veces sin invitación) vamos a sufrir mucho y los demás se sentirán incómodos con nosotros.

Probablemente muchos de mis lectores no sean inmigrantes. Quizá estén del lado de los anfitriones y sientan algo de alivio al verse comprendidos cuando se quejan de la inmigración. Pero se equivocan en esta ocasión. No estoy posicionándome. Lo que hago es tratar de explicar una idea. La que le da título a esta nota y que de la misma manera debe ser vista desde el otro lado. Cuando uno recibe a alguien en su casa por primera vez, normalmente trata de que el recién llegado se sienta cómodo. Si infringe en algo las reglas por desconocimiento, si no es algo grave, se mirará para otro lado y se le dejará pasar. Si es algo más importante, simplemente se le informará amablemente. Hay varias culturas, por ejemplo, que se descalzan antes de entrar a la casa. Si usted llega por primera vez se lo harán saber. De esta manera, usted puede elegir entrar o no si no desea descalzarse. 

El lector ahora tiene también la libertad de enojarse conmigo por no estar de acuerdo con mi opinión y no volver a entrar al blog o de compartir la nota si le gusta y dejar un comentario positivo. También tiene la libertad de pasar de largo sin darle mayor importancia. Yo tendré la libertad de moderar sus comentarios y borrar los que me parezcan agresivos. Pero no deberían existir, porque la libertad no debe ser una excusa para causar daño. Es un valor deseable, tristemente bastardeado.

Les dejo esta invitación, use su libertad recordando que los demás tienen la suya. Reflexione sobre ella para elegir cómo usarla de la mejor manera posible y recuerde que LA LIBERTAD NO ES LIBRE.

¡¡¡JAG PESAJ SAMEAJ!!!

PESAJ.-CMA

© Todos los derechos reservados.-

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