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FILOIDEAS

~ Mis opiniones, ideas y cuentos escritos en Israel

FILOIDEAS

Archivos de etiqueta: historia

SENTIDO DE PERTENENCIA

12 domingo Nov 2017

Posted by cindyisrael in Notas

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amor, Argentina, Caín, Catalunya, España, español, familia, hermanos, historia, independencia, independentismo, legal, ley, pertenencia, provincia, raíz, respeto, sentido de pertenencia

Tengo muchos amigos españoles y en el año 2012, descubrí que también tengo una mínima parte de mi familia de ascendencia española. Será quizá por ello que me importa tanto lo que le pasa a España. Tengo la costumbre de no quedarme con una sola campana. Para enterarme de la realidad de otros países, no me basta con los medios informativos (si acaso como disparador, como base para empezar a buscar más información). Prefiero leer y escuchar a quienes viven allí, sean de la ideología que sean y trato de formarme mi propia opinión luego de prestar atención a cada postura. Hoy pensaba en el tema del independentismo en Catalunya y ello me llevó a ir más allá en mis reflexiones. Pensaba que si bien ahora está en el candelero el tema catalán, la verdad es que también hay otros pueblos de España que también quieren ser independientes.

     En mi país de origen, Argentina, ninguna provincia por ahora exigió la independencia, pero sospecho que no por falta de ganas. Si se habla con gente de distintas provincias, verán que hay muchas personas en algunas de ellas que no se sienten argentinas, no se identifican con el país. Como para muchos españoles (por lo que he podido oír y leer) Madrid y España son sinónimos, otro tanto pasa con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Argentina. Supongo que lo mismo pasará en otros lares. Entonces, quizá, sea hora de reflexionar sobre este punto. Será cuestión de ahondar en este tema y buscar una solución antes de que las cosas lleguen tan lejos que se proponga la desunión de un país.

El sentido de pertenencia no es innato, no es heredado, se genera. Es algo que se trabaja desde la familia en primera instancia y luego a nivel social con los pares, con el equipo de fútbol, con una ideología… Se empieza a generar desde el amor y se continúa con la identificación. Eso a un nivel primario, pero cuando hablamos de un país, hay otras cosas a tener en cuenta. Si una provincia se ve a si misma desprotegida, por ejemplo, abandonada o no tenida en cuenta y ve que la mayor parte de la atención se centra en la capital del país, se generará algo parecido a la competencia entre hermanos primero. Si no se percata nadie de ello, si nadie lo frena, crecerá hasta un nivel que podríamos llamar cainiano, donde el que se siente menospreciado (tenga o no razón) estará dispuesto a incluso matar a su hermano para ganar preponderancia.

Por lo que tengo entendido, los independentistas catalanes hace muchos años que vienen reclamando lo mismo. Nadie atendió a ese reclamo, nadie buscó la verdadera raíz, porque si lo hubieran hecho, lo podrían haber detenido. Pero no pasó y el tema fue creciendo de tal modo que fueron ganando cada vez más adeptos y llegó un punto en que ya fue casi imparable. Escuchaba a los políticos contrarios al independentismo echarles la culpa a los propios independentistas de haber llegado a tener que aplicar el artículo 155 de la Constitución Nacional. Y tienen razón cuando dicen que es legal, es cierto, indudablemente cierto. Pero también es verdad que si bien los independentistas son responsables por haberse saltado la ley, el gobierno español no es menos responsable por haber permitido que las cosas lleguen hasta ese punto, nada pasa porque sí.

Anoche conversaba con una argentina que vive en Lleida (Catalunya). Ella es independentista. Tengo también una amiga que vive en su misma ciudad desde hace muchos años, también argentina de origen, que vivió muchos años en Israel y que está en contra de la independencia de Catalunya. Es interesante este tema, porque siendo que ninguna de las dos nació allá, una logró la identificación sólo con la región en la que está subscrita su ciudad y la otra también con el país. Qué lleva a que dos extranjeras se adapten a su zona nueva de manera tan distinta. Quizá allí también hay otro hilo del que tirar para tratar de buscar la solución a lo que, sin duda alguna, España vive como un gran problema.

En todo esto hay otras cosas que llaman mi atención, pero ya es adentrarse en el tema independentista directamente. Por ejemplo: la persona con la que comenté que estuve conversando ayer a la noche, me decía entre otras cosas, que la juez que lleva el caso es afiliada al PP. Si eso es cierto me parece gravísimo, porque podría estar hablando de que la justicia no está tan independizada del gobierno como lo venían proclamando. Quizá habría que pasarle la causa a otro juez que no tuviera filiación política alguna… U otra solución que desconozco. También argüía que no quedaba más remedio que saltarse la ley para cumplir con su propósito independentista, ya que los miembros del PS venían prometiendo desde el 2012 que propondrían cambiar la Constitución en el Congreso y nunca cumplieron. Y ese razonamiento me hizo mucho ruido. Porque si es válido para un gobierno saltarse la ley con la justificación de un propósito, nadie podrá detener nunca más a un delincuente en Catalunya (y en España quizá tampoco) porque sienta precedente. Si es válido para quien gobierna infringir la ley, es válido para todos.

Creo que en un conflicto como este, es injusto decidir quién es culpable (de saltarse la ley sí hay claramente responsables, no me refiero a ello). Entiendo que vale la pena profundizar en las raíces reales, que van más allá de la historia (busqué en Internet al respecto y los historiadores tampoco se ponen de acuerdo), está relacionado con lo que hablaba al principio: el sentido de pertenencia.

Amo a mis amigos españoles, sean o no catalanes, independentistas o no. Por eso deseo profundamente que se solucione este problema, que no se haga más profundo, que puedan resolverlo desde la raíz y que todo sea haga con paz, entendimiento, amor y respeto mutuo. Tuve el enorme placer de viajar a esa hermosa tierra en dos ocasiones (incluyendo parte de Catalunya) y espero poder hacerlo una tercera vez muy pronto (si Elohim quiere) y encontrar a la gente más relajada, con la calidez que caracteriza a todo el pueblo español.

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-Lleida, Catalunya, España. Año 2016-

© Todos los derechos reservados.

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HUIDA

26 jueves Oct 2017

Posted by cindyisrael in Cuentos de LA Ventana

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autopista, desalojo, escuela, familia, hijos, historia, huida, museo, vecinos, ventana, villa miseria, vuelo

Cuando mis tres hijos que estaban fuertemente abrazados a mí y yo que los rodeaba con mis brazos de tal forma que parecían haberse multiplicado salimos volando por la ventana rumbo a horizontes desconocidos, no tuvimos miedo. Ni siquiera sentimos sorpresa. Todo ocurrió de una manera tan natural, que tuvimos la sensación de que no podría haber ocurrido de otra manera.

     El día en que los representantes de la municipalidad de la ciudad vinieron a avisarnos que deberíamos desalojar la villa porque allí se construiría una bajada de la autopista, fue muy duro para todos. Cada uno reaccionó de una manera diferente. Algunos se enojaron con esos hombres, querían golpearlos. Se llenaron de ira, de odio, de desesperación. Yo no. Había que buscar una solución, no tenía tiempo para odiar. Fue peor aún, cuando con total falta de empatía, esta gente dijo que debíamos estar agradecidos porque nos avisaban con tres meses de anticipación y que además les darían trabajo en la construcción a quienes estuvieran en condiciones físicas para una labor dura. Es decir, nuestros hombres trabajarían en lo que ocasionaba el desalojo de sus familias y de ellos mismos.

     Aquel día no pude dejar de pensar, todo me daba vueltas en la cabeza, mis hijos me hacían preguntas para las que no tenía respuestas y mi marido no dejaba de dar vueltas de un lado al otro gritando e insultando al intendente y su séquito. Casi no probamos bocado, ninguno de los cinco, estábamos demasiado preocupados y angustiados como para poder comer. En la cama no dejaba de pensar, todos nos mantuvimos en vela. Fui a ver  mis hijos y dos de ellos tenían lágrimas en los ojos. El tercero me preguntó: -¿Qué vamos a hacer ahora, mamá?- sólo pude abrazarlo.

     A pesar de todo la vida sigue y mis hijos debían ir a la escuela. No era cerca, estaba como a cincuenta cuadras de casa, pero no había otra más próxima y yo no quería que ellos dejaran de aprender. Por falta de dinero íbamos caminando. A pesar de ello, jamás llegaron tarde, salvo ese día. Con los ojos húmedos y la voz avergonzada, los disculpé con sus maestras y las puse al tanto de la situación. Ellas siempre nos pusieron de ejemplo y me dijeron que si había alguien que no tenía nada por lo cual avergonzarse era yo. Les expliqué que nuestro retraso se debió a que vine todo el camino mirando hacia todos lados, por si acaso veía alguna oportunidad o solución. Les pedí que nos avisaran si se enteraban de algo. Me prometieron que así sería.

     Volví a casa por un camino diferente, no había llegado ni a la mitad cuando la vi. No entendía cómo no se me había ocurrido antes. Cuando era un museo y necesitaba hacer tiempo, había entrado muchas veces allí. Me encantaba ver esa historia tan remota que a través de los objetos parecía revivir. Sentí mucha pena cuando cerraron sus puertas porque decidieron trasladarse a un lugar más céntrico. Desde entonces, esa vieja casona había estado abandonada y en ruinas. Era ideal, tenía muchas habitaciones muy amplias. Corrí a casa para contarles a los vecinos y nos faltaron las manos para empezar la mudanza. En un día ya estábamos instalados.

     Entre todos la limpiamos y arreglamos los desperfectos con lo que teníamos y encontrábamos a mano. Estaba feliz de poder darles la buena noticia a mis hijos cuando fui a buscarlos al colegio. Ese día estábamos tan ocupados que no tuvimos tiempo de caer en la cuenta de que era una solución provisoria, que necesitábamos un lugar fijo, nuestro, del que nadie pudiera movernos. Reaccionamos a ésto cuando llegó el momento de descansar, cuando empezaron a fallarnos las fuerzas y empezó a decaer nuestro ánimo.

     Ante la adversidad, cada uno reacciona como puede. La mayoría tratamos de buscar la manera de pensar lo menos posible, de huir de nuestra propia mente que nos acosa con preocupaciones. Unos lo hacen drogándose, otros mediante el alcohol, hay quien se va de fiesta hasta bien tarde y quien elige dormir lo más posible. Yo me acerqué a la ventana de la maceta florida, no miraba al patio, al aljibe, a la calle, a la reja de entrada ni a la gente que pasaba frente a la puerta. Nadie lo entendía, yo miraba más allá, a esos parajes que siempre soñé conocer y nunca tuve la posibilidad. El día que mis hijos llenos de angustia vinieron a abrazarme para decirme que unos representantes de la municipalidad nos dijeron que debíamos dejar la casa porque iban a construir un Centro Cultural para el barrio allí; los miré, sonreí y huimos.

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EMIGRACIÓN Y ADAPTACIÓN

05 lunes Sep 2016

Posted by cindyisrael in Notas

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adaptación, amar, amigos, amor, aprendizaje, Argentina, dolor, duda, emigración, emigrante, emigrar, etapa, hebreo, historia, inmigración, inmigrante, Israel, israelíes, pasado, presente, proceso, puerta

Hace alrededor de trece años y medio que vivo en Israel. Aclaro que no soy socióloga, ni psicóloga, ni antropóloga, ni nada por el estilo. Lo que sí soy es una persona muy observadora. Haciendo memoria a mi proceso como inmigrante hasta llegar a la adaptación y habiendo estado y estando rodeada de inmigrantes, he podido notar que ese proceso es casi igual en la mayoría. Por supuesto, siempre hay excepciones, incluyendo a quienes no logran completar todas las etapas y se vuelven antes. Supongo que tiene que ver, haciendo una burda comparación, con el umbral de dolor físico. Pero, intuyo que también hay un umbral de dolor psicológico. Y es en relación a él, que algunos logran permanecer y otros no. Algunos de los que se volvieron lo hicieron a su país de origen, otros han elegido otros destinos alternativos. Desconozco si han logrado completar el proceso en esos otros países. Por lo que he hablado con gente que a emigrado a otros lugares, Israel no es el país más difícil para adaptarse. Pero hay que reconocer que sí tiene una gran dificultad. Sobre todo para quienes venimos de países americanos. Cuando uno está recién llegado, da la sensación de que acá es todo al revés, no sólo la dirección de la lecto-escritura. Yo he llegado a sentir que para poder adaptarme, debía dar vuelta mi cabeza. Haciendo un repaso, decía, he llegado a identificar las siguientes etapas:

1.- ETAPA TURISTA

     Le puse ese nombre, porque cuando somos recién llegados, aunque ya estemos en la casa que vamos a ocupar de ahí en más, aún no terminamos de darnos cuenta que bajamos del avión. Estamos en un tiempo de maravilla, el cual durará según qué tan rápido nos insertemos en la rutina. Al principio no nos sentimos ciudadanos, ni siquiera inmigrantes. Mezclado con el temor, la incertidumbre, la tristeza de lo dejado atrás, la esperanza de una mejor vida, sentimos la maravilla de lo nuevo. Cual turista que llega por primera vez a un país, empezamos a descubrirlo todo, a probar nuevos sabores, a sentir nuevos aromas y cada lugar nuevo que conocemos nos encanta y todo nos resulta curioso y raro. Si encima, como era nuestro caso, no conocemos el idioma, esa sensación, supongo, se intensifica.

2.- DUELO COMPARATIVO

     Esta etapa comienza junto con la rutina. Ya entendimos que bajamos del avión, ya tomamos consciencia de no estar de paso, ya empezamos a ir al ulpán (estudio) de hebreo, nuestros hijos (los que vinimos con ellos) ya empezaron las clases y ya hemos completado nuestros trámites (para ser reconocidos como ciudadanos, para recibir servicios de salud y bancarios). En seis meses llegará el momento de buscar trabajo, porque terminará el ulpán y por ende, el subsidio del gobierno. Empezamos a sentir más las ausencias, a extrañar. Con la nostalgia llega mucho más que el tango, llegan las comparaciones. Todo aquello que en nuestro país de origen nos parecía una porquería y que incluso llegó a ser parte de nuestros argumentos para irnos, empieza en nuestra mente a sufrir una especie de transformación. De golpe, todo lo opaco recibe brillo y esas cosas dejadas atrás con alivio en su momento, se las extraña y nos parecen maravillosas en comparación a donde estamos, donde todo nos parece una porquería y nos preguntamos como un país tan desastroso puede estar entre los primeros del mundo y por qué el país que dejamos atrás que es infinitamente mejor está entre los del tercer mundo. Nos damos cuenta que lo que en un principio nos parecía maravilloso, es todo lo contrario y todo lo vemos negativo.

3.- UNA MOCHILA PESADA

     Esta etapa suele venir de la mano de la anterior. Es la que afecta sobre todo a las parejas. El desarraigo es una mochila dura de llevar y a todos nos afecta al principio (duración de este, indeterminada y según el carácter de cada uno). Quienes vienen solos afirman que es lo más difícil, porque tienen que soportar en soledad tan dura carga. Sin embargo, estar en pareja, no sé si alivia tanto como creen. Soy testigo que aquellas parejas que ya venían con conflictos desde su país de origen, se terminaron separando aquí y aquellas que veníamos más afianzados y sin mayores problemas de pareja, los hemos tenido en esta etapa. Y es que estar acompañado no necesariamente alivia, porque cada uno tiene su propia mochila que cargar y cada uno también espera que el otro le ayude a cargar la propia ¡Pero el otro no puede! Porque está con la propia carga. Y es precisamente ese punto, el que causa el conflicto. Ambos extrañan, ambos tienen nostalgia, ambos sienten incertidumbre por el futuro y temores lógicos ante lo desconocido que está por venir. Cuando la pareja no venía con conflictos previos y hay mucho amor, es posible poner el freno a tiempo y darse cuenta de dónde está el problema para no dejarse arrastrar por él. Si hay parejas que están dispuestos a emigrar pensando que la solución a sus dificultades de pareja estará en un cambio de escenario o de vida, lamento desilusionarlos.

4.- COMENZANDO LA ADAPTACIÓN

    Esta etapa llega sólo si logramos superar con éxito las anteriores y entendemos la necesidad de adaptarnos para poder vivir más tranquilos y felices. De la mano de la decisión de querer lograrlo, llega la comprensión de esas cosas que antes no nos gustaban y que ahora, aunque no lleguen a gustarnos tampoco, somos capaces de comprender y encontrar justificación. Hay pequeños detalles que nos ayudan a sentir y a entender que ya somos parte de la sociedad. Uno de esos detalles, por ejemplo, y que yo recuerdo que hasta sentí emoción, fue votar. Recuerdo que cuando lo hicimos por primera vez ya llevábamos como tres años en el país y estuvimos de acuerdo en que entonces sí, ya podíamos decir que éramos israelíes. Aunque tuviéramos la ciudadanía desde el principio, no era un papel el que nos hacía sentir un ciudadano más, si no saber que estábamos participando de esta sociedad, sentir que estábamos colaborando con nuestro pequeño granito de arena en la toma de decisiones. Empieza una nueva transformación, una visión más equilibrada de lo que nos rodea, donde somos capaces de ver lo bueno y lo malo. También volvemos al equilibrio respecto a nuestro país de origen y entendemos que aquello que vimos opaco antes de dejarlo, realmente es opaco y desluce en comparación al país que adoptamos. Pero también rescatamos cosas que antes no veíamos o nos pasaban desapercibidas cuando vivíamos allí.

5.- LA ADAPTACIÓN

     Cuando aún nos quedan afectos en nuestro país de origen, es normal que aún los extrañemos cada tanto. Claro que nos duele cuando algo le va mal a la tierra que dejamos. Pero ya no estamos tan pendientes de ella. Si además logramos la posibilidad de viajar en algún momento de visita, esa necesidad se vuelve menos imperiosa. Ya no extrañamos los sabores y aromas (que igual disfrutaremos si vamos), porque nos hemos adaptado tanto a los de aquí, que son los que añoramos cuando estamos fuera. Por supuesto que ayuda mucho haber logrado nuevos afectos, sea en tu idioma madre o en el del país de adopción y si encima tenés más familia, bueno, muchísimo mejor. El tiempo que tarda en llegar esta etapa depende de muchos factores, que nos son necesariamente los mismos para cada uno, porque depende mucho de la personalidad y la historia de cada cual. Para mí la mayor señal de adaptación, es algo que me acaba de pasar mientras escribía, que buscando un sinónimo, pensé el equivalente en hebreo antes que en español. Y hay un detalle, que creo que también es de gran ayuda, encontrar la ciudad donde uno se arraiga y siente que es el mejor lugar del país en el que se puede estar.

     Alguna etapa me puedo haber olvidado, los profesionales puede que deseen corregirme y habrá quienes hayan vivido estas etapas quizá en otro orden o de otra manera. Quizá no vivieron todas ellas. Pero seguro que algún punto en común encontramos todos. Y eso, es uno de los puntos que más ayuda a la adaptación, apoyarse en los puntos en común en lugar de en las diferencias.

-Emigrar implica cerrar una puerta para abrir otra, el problema mayor para lograr la adaptación es cuando la puerta que dejamos atrás queda entornada. © Todos los derechos reservados.-

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ISRAELÍ E ISRAELITA NO SON SINÓNIMOS

04 jueves Ago 2016

Posted by cindyisrael in Notas

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Abraham, Antiguo Testamento, aprendizaje, hebreo, historia, Israel, israelí, israelíes, judaísmo, judío, Leah, pueblo, pueblo hebreo, Rebeca, Sarah, sinónimo, tierra prometida, TORAH, tribus, Yacob, Ytzjak

Parece increíble, que después de que tanta gente ya se ocupó de aclararlo y de haber tanta información al respecto, hayan conceptos que se sigan confundiendo. Es por eso, que me he decidido a aportar mi pequeño granito de arena al tema. Una vez más y con la intención de que quede suficientemente claro, explicaré detalladamente la diferencia entre dos conceptos parecidos y, que sin embargo, no son sinónimos: ISRAELÍ e ISRAELITA. Para ello, echaré mano de la TORAH (cinco primeros libros del Antiguo Testamento). Cabe aclarar antes, que este libro no es un compendio de historia, ni ciencia, ni nada por el estilo. Sin embargo, sí hay algunos datos históricos que nos resultarán útiles en este caso y que pienso utilizar.

Todos habrán oído hablar de Abraham. Su historia es larga e interesante y les recomiendo leerla, si no la creen, aunque sea como literatura, pero en verdad que vale el tiempo que le dediquen. Él se caso con Sarah, con quien tuvo un hijo: Ytzjak. Este se casó con Rebeca y con ella tuvo dos hijos: Esav (Esaú) y Yacob (Jacob). La historia de ellos también la recomiendo, hay mucho para aprender de ellas, acerca de los miedos, la perseverancia, el perdón y hasta sobre estrategias. A Yacob es a quien luego Elohim (Dios) mismo llamó Israel. Su primer esposa fue Leah, con quien tuvo varios hijos, entre ellos, Yehudá (Judá). Estos hijos fueron parte de las doce tribus de Israel. Estas doce tribus, formaron el pueblo hebreo, sobre el cual podemos leer, por ejemplo, en Éxodo, donde nos cuenta la salida del pueblo de Egipto, su odisea por el desierto y su llegada a la tierra prometida. A los descendientes de Israel (Yacob) se los llamó ISRAELITAS. Es decir, hebreos e israelitas sí son sinónimos. La tierra prometida a la que llegaron es Israel. No voy a hablar de territorios ahora, de cuánto del Israel de hoy es del de antaño, porque me iría de tema. Pero queda claro, entonces, que Israelita es sinónimo de hebreo, no de judío ni de israelí. Pues los judíos sólo somos una parte del pueblo hebreo.

Ahora vamos con la explicación del concepto ISRAELÍ. Lo bueno es que es más breve y sencilla. Se trata de todos aquellos que tienen ciudadanía israelí, así de simple, sea por haber nacido en Israel o por adopción. La moderna Israel se ha fundado como un país judío, porque era necesario un país al que los judíos pudieran acceder libremente en casos de emergencia como el que hubo durante la Segunda Guerra Mundial. Un país donde nos sintiéramos protegidos y vivir nuestro judaísmo con libertad y sin miedos. Sin embargo, no sólo judíos viven en Israel. También hay musulmanes, católicos, evangélicos, bahai, etc. Por ende, israelí, tampoco es sinónimo de judío.

Hay quienes puedan creer que fui demasiado detallista y puntillosa, pero dadas las circunstancias me pareció importante escribirlo así, pues hoy leí en un periódico una nota en la cual hasta su cronista tenía esa confusión. Espero haber sido de utilidad y ayudar a desenmarañar las confusiones. 

Que tengan todos una hermosa vida.

DSC_0010

-El rollo de la TORAH (cinco primeros libros del Antiguo Testamento) se utiliza para seguir su lectura en las sinagogas. Al término de su lectura completa, se festeja anualmente Simjá Torah, una fiesta en la cual todos bailan con el rollo de la Torah pasándoselos unos a otros. © Todos los derechos reservados.-

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DRASHÁ: TANAJ Y VOS

30 lunes May 2016

Posted by cindyisrael in TORAH

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amor, Antiguo Testamento, aprender, aprendizaje, astronomía, épocas, botánica, buenos consejos, cabalat shabat, drashá, Elohim, historia, imprecisiones, influencia, kehilá, libro, matemáticas, medicina, propósito, proyección, pueblo hebreo, religión, religioso, sabiduría, shabat shalom, tanaj, vidas, zoología

La siguiente Drashá* fue escrita y leída por mí en la kehilá* a la que pertenezco y durante el Cabalat Shabat*:

1.- Levanten las manos aquellos que cuando escuchan la palabra Tanaj (en español: Antiguo Testamento) piensan en un libro antiguo.

2.- Levanten la mano aquellos que piensan que el Tanaj es un libro para religiosos.

3.- Levanten la mano aquellos que piensan que el Tanaj es el relato de la historia del pueblo hebreo.

4.- Levanten la mano los que creen que el contenido del Tanaj era bueno para la época en que fue escrito, pero que no es aplicable hoy en día.

5.- Levanten la mano los que creen que aún hoy en día podemos aprender mucho del Tanaj.

6.- Levanten la mano los que creen que el Tanaj es un libro lleno de sabiduría, amor y buenos consejos.

7.- Levanten la mano aquellos que leen el Tanaj (no importa si lo hacen siempre o de vez en cuando) solos en sus casas.

     Mucha gente opina uno o varios de los puntos hablados antes, incluso más cosas de las expresadas aquí acerca del Tanaj. La pregunta es en qué se basan para emitir esas opiniones ¿Es acaso lo mismo opinar sobre aquello que nos es cercano y conocido que sobre aquello de lo que como mucho hemos oído hablar? Aunque el que hable sea un gran conocedor ¿Cuándo aprendemos más, cuando nos enseñan siendo simples oidores o cuando participamos activamente del aprendizaje y nos apropiamos de él?

     Como mujer que tiene mucha fe en Elohim*, entiendo que Él tiene una perspectiva mayor que nosotros, no tiene una mirada corta y cuando hace o permite algo, no lo hace o permite para influir sólo en ese preciso momento, aunque eso también ocurra. Puede que cuando pasa no podamos verlo ni darnos cuenta, pero Elohim sabe mejor que nosotros qué consecuencias tiene cada cosa en un futuro más lejano. Él tiene una capacidad de proyección que nosotros no. Cuando inspiró el Tanaj, si bien fue necesario cada libro en el momento en que fue escrito y era necesario y apropiado para esa época, Elohim ya sabía qué de todo eso llegaría a nosotros y cómo podría influirnos en nuestras propias vidas y épocas, si nosotros lo permitimos.

     Todos o casi todos sabemos, o al menos tenemos idea, de que el Tanaj es un libro que a su vez contiene otros libros. Si bien es posible encontrar menciones sobre temas de astronomía, historia, medicina, matemáticas, zoología y botánica; como suele tener a bien recordarnos nuestro rabino, el Tanaj no es un libro de astronomía, historia, medicina, matemáticas, zoología ni botánica. Para estudiar dichas ciencias hay muchísimo material, ese no fue el propósito de Elohim al inspirar el Tanaj, por eso no tiene sentido que nadie discuta imprecisiones científicas o históricas que creyere encontrar en él. Aunque la historia y la arqueología, cada vez más demuestran que era cierto lo escrito en el Tanaj.

     Elohim permitió que tan inspirado libro llegara hasta estos días, porque tiene mucho para trasmitirnos a través de él. No sólo prohibiciones, que si las leemos con detenimiento y como ya nos enseñó Ana* la semana pasada, no tienen otra intención que enseñarnos a amar (a los demás y a nosotros mismos), sino incluso enseñanzas y consejos que aunque les parezcan increíbles nos sirven actualmente. Desde cómo afrontar la muerte, hasta qué clase de socios nos conviene tener o cómo nos conviene reaccionar ante determinadas situaciones. Aprendemos sobre el arrepentimiento, sobre hacernos cargo de las consecuencias de nuestros actos y sobre perdonar, por ejemplo. Alice* ya nos habló sobre que podemos ser amigos de Elohim y eso también lo aprendió del Tanaj. Ana nos habló sobre no guardar rencor y no vengarnos y eso también lo aprendió del Tanaj.

     Es cierto, el Tanaj es un libro antiguo que suelen leer los religiosos, donde figura parte de la historia de nuestro pueblo y que fue necesario y bueno para la época en que fue escrito. Pero no es menos cierto que esa antigüedad tiene aún vigencia, que todos tenemos alcance y la posibilidad de leerlo si queremos, que  podemos aprender mucho del Tanaj (sabiduría, amor y buenos consejos) y que para que todo eso sea posible tenemos que mínimamente leerlo. Puede que algunas cosas nos confundan al principio, que surjan algunas dudas. Hay varias opciones, entre ellas tres más probables: una es seguir leyendo pese a eso, a ver si más adelante logramos despejar esos cuestionamientos, otra y muy importante es atreverse a hablarle a Elohim y pedirle claridad y la otra y más sencilla para los impacientes, es acercarse a alguien que tenga conocimiento del Tanaj y preguntarle. Recuerden que para aprender no hay edad, siempre estamos aprendiendo.

     Pero lo más importante que podemos encontrar en el Tanaj a mi parecer, es el conocimiento sobre Elohim, donde descubrimos que muchas veces es muy distinto a lo que creíamos. Difícil que logremos ser sus amigos si primero no lo conocemos, por eso los aliento: lean el Tanaj, conozcan a Elohim.

SHABAT SHALOM*.

*Drashá: comentario sobre la porción del Tanaj que se lee durante la semana.

*Kehilá: comunidad.

*Cabalat Shabat: recibimiento del sábado. Ceremonia tradicional del pueblo judío.

*Elohim: Dios en hebreo.

*Ana y Alice son dos mujeres miembro de la kehilá a la que pertenezco.

*Shabat Shalom: literalmente, sábado de paz. Se utiliza como saludo mutuo al finalizar el servicio del Cabalat Shabat y para saludarse unos a otros durante todo el sábado.

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BITÁCORA DE VIAJE. Día 8- Barcelona y algo más.

07 jueves Abr 2016

Posted by cindyisrael in Vivencias

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amigos, Barcelona, caminata, escritor, España, historia, hotel, libros, Mario Sabán

     Hoy viajamos de Valencia a Barcelona, y por esas cosas del ahorro y gastar en viaje lo menos posible, terminamos tomando un tren que nos trajo en el mismo tiempo que nos llevó viajar de Israel a España, cinco horas. El tren no tenía maletero, así que, aunque era espacioso y luminoso, teniendo que tener las valijas con nosotros, no resultó muy cómodo. Sin embargo, sólo podemos protestarnos a nosotros mismos ya que, como dice el famoso refrán… AL QUE QUIERE CELESTE, QUE LE CUESTE.
     Dadas las circunstancias, nuestra llegada a Barcelona fue doblemente dichosa. Por un lado porque deseábamos volver a visitar esta ciudad, y por otro porque al fin habíamos podido descender del tren. Cuando llegamos al hotel, nos registramos y subimos. Me encantó la habitación, el baño es enorme y tiene videt. En el cuarto hay un escritorio grande y cómodo sobre el cual estoy escribiendo ahora, una mesita con dos silloncitos… en fin, una belleza.
     Eran cerca de las 15:00 hs. cuando arribamos al hospedaje. Y a las 16:00 hs. teníamos un esperado encuentro. Para quienes no lo conocen, les cuento que Mario Saban es abogado, tiene un doctorado en filosofía otorgado por la Universidad Complutense de Madrid, es investigador y como producto de sus investigaciones, ha escrito varios libros sobre cristianismo desde una perspectiva judía no religiosa. Lo conocimos en Jerusalem hace un par de años, allí nos regaló uno de sus libros y charlando descubrimos que tiene un parentesco lejano con mi marido. Así que quedamos en contacto. Cuando supimos que vendríamos para acá, le avisamos y quedamos en vernos. Sabíamos, porque nos lo había dicho, que le traería otro libro a mi esposo ¡Pero apareció con tres! Y encima, para variar, no nos dejó pagar lo que consumimos en la cafetería.
     Además de todo lo maravilloso que me ha traído poder exponer en España, me llevo añadido un montón de conocimiento que no esperaba encontrarme. Lo que hemos hablado con mi amiga la profesora de filosofía, P Huergo y Mario Sabán, está todo relacionado sin buscarlo y cada uno ha entregado piezas a un rompecabezas que no deja de asombrarme a medida que lo voy completando. Estoy en una especie de nube, flotando y tratando a la vez de poder bajar a tierra, porque no quiero perder ni una sola de esas piezas. Estoy llevando en mi equipaje interior, mucho más enriquecimiento del que podía esperar.
     A pesar de lo agotados que estábamos mi amado y yo, luego de despedirnos de Mario con promesa de volver a vernos pronto, nos fuimos a dejar los libros al hotel y a caminar. Cenamos, caminamos un poco más y volvimos. Durante la cena, noté a mi marido muy callado y supe enseguida que no era sólo el agotamiento. Él mismo me lo confirmó cuando le pregunté si se había quedado pensando en lo que habíamos hablado con su primo lejano. Estoy en la misma situación, lo concateno con lo charlado con mi amiga y Pedro y no puedo dejar de darle vueltas. Espero poder dormir.
     Mañana nos espera otro día de encuentro y también paseos por nuestra cuenta, ya se los relataré mañana. Si en algún momento logro unir todas las piezas, quizá se las pueda compartir algún día.

Barcelona, 26/02/2016 a las 23:13 horas.

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BITÁCORA DE VIAJE. Día 7- Un día especial

05 martes Abr 2016

Posted by cindyisrael in Vivencias

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amigos, burjassot, café, diario, enlace judio, entrevista, entrevista radial, España, exposición, fotografía, historia, paseo, periódico, periodismo, periodista, periodistas, silos

     La mañana empezó algo revolucionada, tratando de resolver algunos asuntos personales a tiempo, antes de salir para Burjassot. Logramos llegar a horario, incluso unos minutos antes de la hora pactada. Sin embargo no tuvimos mucho tiempo de acomodarnos, porque María Llopis Tena, la periodista que trabaja en el ayuntamiento de Burjassot, también llegó más temprano.
     María nos guió a mi marido y a mí hasta el estudio de radio. Fue la primera vez que veía uno en vivo y en directo. Nos explicó cómo calcular la distancia a los micrófonos, nos dio unos auriculares que debimos ponernos y por donde la escucharíamos a ella y se fue a la sala donde está la consola. Desde allí nos hizo la entrevista. Realizo una introducción hermosa, condujo la entrevista con mucha maestría y nos sentimos muy cómodos. Fue menos difícil de lo que pensaba, aunque algún eh… se me escapó. La entrevista será emitida el viernes 26/02/2016 a las 12:30 hs. por la radio de Burjassot.
Terminada esta hermosa experiencia, decidimos ir a almorzar. Antes nos detuvimos frente a La Casa de la Cultura del Ayuntamiento de Burjassot, donde están expuestas las fotos. Mientras mi esposo sentado en un banco consultaba el mapa, yo aproveché para sacar algunas fotos de la fachada. Estaba en eso cuando María apareció y seguimos charlando como si no nos hubiésemos despedido ya. Es una hermosa persona, muy dulce.
     Para tranquilidad de una amiga, probamos las papas bravas. Muy ricas por cierto. El mozo, divino. En Valencia son muy dulces todos, tratan a los demás de cariño, corazón, guapos, etc. Así da gusto conocer la ciudad, una se siente mimada todo el tiempo. Terminado el almuerzo, me fui a conocer los Silos, un lugar histórico en Burjassot donde estuve sacando fotos. El cielo estaba hermoso y el clima muy agradable.
     Llegamos alrededor de las tres, de nuevo a la exposición. La vimos entrando justito a una amiga, de la cual ya hablé en otra bitácora. Llegó especialmente desde Madrid para ver las fotos, me sentí honrada. Empecé a hacerle una visita guiada y andaba por la mitad, cuando llegó otra amiga desde Valencia. Ella también hizo el tour por Israel a través de las fotografías y fue una alegría conocerla personalmente. Las tres formamos parte de un grupo de Facebook de mamás argentinas que viven en el exterior. Por lo tanto, ellas también se conocían virtualmente. Luego de ver las fotos y de un rato de charla, nos fuimos a seguir conversando café por medio a la cafetería que hay allí mismo.
     Luego que las dos se fueron, apareció P Huergo Caso. Él también es periodista. Enviado por Silvia Schnessel (a quien visitaremos el domingo), llegó para entrevistarme para un periódico llamado Enlace Judío. Un genio, Pedro. Ni cuenta me di cuando empezó la entrevista. Comenzó charlando y todo fue una larga conversación. Vio las fotos, conversamos un poco sobre ellas y luego sobre otros derroteros. Apareció entre tanto Juan Roig, que trabaja en el ayuntamiento y fue quien organizó la exposición. Los presenté y charlamos los cuatro juntos. Fue muy interesante. Yo aprendí mucho de ellos y espero haber podido aportar algo.
     Juan retornó a su trabajo y Pedro, mi esposo y yo fuimos a la cafetería a tomar otro café. Allí seguimos conversando, incluso a nuestro regreso a Valencia, ya que viajamos juntos y bajamos en la misma parada. Charlar con Pedro es tan interesante como conversar con la amiga madrileña, profesora de filosofía, de la que ya comenté en otra bitácora. También sabe mucho de historia. Sostengo que deberían conocerse personalmente, dialogar con ambos a la vez sería impresionante. Además nos dio algunas ideas y recomendaciones interesantes.
     El día fue largo, agotador, pero sumamente enriquecedor. Con experiencias distintas, emociones y alegrías. Mañana nos espera un viaje largo, un encuentro esperado y espero, nuevas experiencias. Ahora me queda irme a dormir y permitir a mis sueños procesar este día tan especial.

Valencia. 26/02/2016 a las 01:06 hs.

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BITÁCORA DE VIAJE. Día 3.

24 jueves Mar 2016

Posted by cindyisrael in Vivencias

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alfajorcitos de maicena, amiga, amigos, bizcochitos de grasa, España, hijo, historia, Madrid, marido, mate, museo arquelógico nacional, niño, parque, paseo

 Hoy también estamos molidos de cansancio, pero la pasamos muy bien. Nos encontramos con una amiga en la puerta del Museo Antropológico para ir caminando vía Parque del Retiro al Museo Nacional de Arqueología. Hermosa caminata y charla muy interesante. Llegamos a nuestro destino y antes de entrar nos sentamos en un hermoso parque que está al lado y donde tomamos mate que ella trajo y comimos alfajorcitos de maicena y bizcochitos de grasa hechos por sus propias manos (nos están consintiendo muchísimo). Luego fuimos al museo, entrada gratis y exposición de objetos encontrados en yacimientos españoles.
     Debo decir que no lo vimos completo, porque poco después nos encontramos allí con el hijo y el marido de mi amiga, ya era hora de almorzar y estábamos todos hambrientos. Estamos entregados, nos dejamos conducir donde los lugareños decidan. Después de todo, ellos conocen mejor que nosotros y saben qué recomendarnos.
     Fuimos a un lugar cuyo nombre no recuerdo. Pero igual que el del día anterior, las mesas eran de madera y los asientos eran banquitos de madera o de esos largos. Les dejamos elegir, pues queremos aprender y conocer los sabores del lugar. Pidieron raciones de distintas cosas que se ponen en el medio de la mesa y, cada uno con su tenedor, va picando de cada cosa. Comimos: pulpo, mejillones, chorizo criollo a la plancha, carne frita adobada con papas, queso, un pan espectacular y creo que me olvido algo. Nunca me imaginé que iba a probar el pulpo. Debo decir que no es un plato que elegiría para comer siempre, pero así para picar, no estaba nada mal. Una vez más no nos dejaron pagar.
     Volvimos caminando hasta cerca de la Plaza Mayor. Estuvimos en un lugar que habían muchos bares alrededor y dos áreas de juegos infantiles, donde el nene entró sin perder un segundo. Y él merece un tema aparte. Tiene tres años, es despierto, dulce, obediente y bastante independiente. Ya tan chiquito sabe lo que quiere. Es todo un personaje. Se dejó fotografiar y hasta posaba para las fotos. Estuvimos juntos un montón de horas y se las aguantó como un campeón. Otro nene ya habría estado llorando a los gritos, fastidioso y molesto pidiendo volver. Él no. Se ganó nuestra simpatía y corazón.
     Luego fuimos a un bar, allí nos pedimos chocolates con churros mi amiga, mi esposo y yo. El marido de ella se pidió otra cosa que no sé cómo se llama. De ahí, por recomendación de ambos, fuimos a conocer un acuario que había por la zona. Fin del paseo. Volvimos cansados pero contentos. Disfrutamos de la compañía, la charla, la comida, la caminata y los paseos. Ahora nos toca descansar. Mañana será un día largo. Nos levantaremos tempranísimo porque el tren para Valencia sale muy temprano. Pero mañana será un día especial, que ya les contaré con lujo de detalles llegado el momento.
     Hasta mañana entonces, con muchos nervios y esperando que todo salga bien.

21/02/2016, Madrid, España

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BER SHEVA ES UN DESFILE

01 lunes Feb 2016

Posted by cindyisrael in Vivencias

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atuendos, árabes, beduinos, Ber Sheva, drusos, fotografía, gente, guerra, historia, Israel, judíos, mujeres, musulmanes, Pozo de Abraham, pueblo, ropa típica, terrorismo, terroristas

Hay que tener en cuenta que estuve sólo unas cuantas horas de un único día y que por ende, no conociendo además la zona, me limite a una parte acotada de la ciudad. Sabiendo esto, sabrán que me refiero en todo momento a la experiencia vivida por mí y que bajo ningún concepto es una descripción fidedigna de la vida allí.

Teniendo en cuenta que no conozco la ciudad, los consejos de una amiga que sí reside allá, que ya hubo un atentado en la misma y el motivo específico que me llevó a ella (tomar fotografías nuevas), busqué ser prudente. El día anterior traté de organizar mi viaje. Busqué en Internet qué había y qué me convenía visitar, lo consulté con la amiga antes mencionada, verifiqué que hubiera una manera sencilla de viajar (en mi caso se traduce en tren y tracción a sangre, la de mis dos piernas), revisé horarios del tren, me anoté el recorrido que debía hacer, planeé lo que debía llevar, el horario que necesitaba levantarme y me fui a acostar tranquila pensando en el día siguiente.

El viaje de ida duró tres horas y veinte minutos. Largo, pero bastante soportable teniendo en cuenta la comodidad de los trenes israelíes, al menos hasta que se empieza a llenar de gente y una se pregunta por qué no fue al baño unos minutos antes (levantarse significa perder el asiento). Tratando de contener mi vejiga, aproveché el Wi-Fi del tren que es gratis y traté de distraerme con videos de You Tube. Debo confesar que la necesidad de eliminar líquido no era lo único que me preocupaba. Mi amiga me había explicado que por la zona donde yo quería ir, había muchos musulmanes. Cualquiera que sigue mi blog sabe que estoy lejos de discriminar a nadie. Sé, me consta, que no todos los musulmanes son terroristas. El problema es, que al menos en Israel, todos los terroristas son musulmanes. Y por muy integradora que sea una, es difícil diferenciar sin conocer a alguien cuál es el bueno y cuál el malo. 

Confiando en Elohim* e ilusionada me bajé en la estación dispuesta a correr al baño de damas, en el cual había una larga cola de mujeres esperando el turno con la misma esperanza que yo. Cuando al fin salí, me encontré con que habían dos salidas. Queriendo seguir mis anotaciones, pregunté a un empleado por cuál me convenía ir. Lo recuerdo ahora y me lo imagino como el lobo de Caperucita Roja ¡¡¡NO VAYAS POR AHÍ, ES EL CAMINO MÁS LARGO. YO TE PROPONGO UNO MÁS CORTO!!! Quien asegure que los cuentos infantiles nos dejan alguna enseñanza, nunca se encontraron con un lobo. A pesar de toda mi prudencia decidí hacerle caso para ahorrar tiempo. A los pocos metros ya me estaba arrepintiendo ¿Para qué lado me dijo que estaba el primer semáforo, para la derecha o para la izquierda? Mientras dudaba me encontré con una señora que, cámara en mano, estaba tomando fotos a unas hermosas rosas. Pero era rusa, casi no hablaba hebreo y no sabía dónde quedaba el pozo de Abraham, que es a donde yo pretendía llegar. Varios fueron los preguntados, nulas las respuestas. Hasta que un taxista me dijo que caminara hacia allá y eso hice. Cuando estaba por desesperar, pregunté a alguien que le faltó poco para decirme: HAY QUE SER IDIOTA PARA TENER ENFRENTE LO QUE SE BUSCA, CON UN CARTEL GIGANTE Y PREGUNTARME A MÍ. No me lo dijo, pero seguro que lo pensó y yo queriendo que me trague la tierra. Como la tierra no me tragó, simplemente crucé la ruta (en Israel muchas avenidas son rutas).

Estaba sinceramente ilusionada con sacar fotos a algo que había leído en el Tanaj** tantas veces. Pero me duró poco. No se puede sacar fotos al pozo de Abraham, hay que tramitar cien mil permisos y eso lleva mucho tiempo. La pobre empleada parecía realmente apenada por no poder ayudarme y me acompañó un pequeño tramo para aconsejarme a dónde y por qué camino ir. Le confesé que estaba un poco asustada, que me había impresionado ver a muchas mujeres que llevaban trajes que dejaban libres sólo sus ojos. Son las menos peligrosas, me dijo, son beduinas. 

Sabiendo ya que el riesgo era menor al que parecía, pero sin dejar de lado la prudencia, me encaminé al museo de arte que me había recomendado, mientras hablaba por teléfono con mi amiga que me decía que por ahí había una peatonal muy linda en tanto pasaba al lado de ella. El museo resultó estar cerrado los domingos, así que aproveché que estaba en una calle que me parecía muy pintoresca y me puse a hacer aquello a lo que fui. Asegurándome en todo momento de tener mi espalda cubierta por una pared, un árbol o un poste grueso de electricidad.

Y he aquí, ya casi en el final, lo que motivó el título de esta nota. He visto todos los trajes típicos que existen, creo, dentro de la comunidad árabe. Hermosos vestidos bordados, mujeres con pañuelos en la cabeza, mujeres vestidas completamente de negro que sólo dejaban ver los ojos, mujeres con vestidos negros y pañuelos blancos (creo que son drusas, en Nahariya son mayoría las árabes que se visten así), mujeres con vestidos negros bordados y coloridos pañuelos, mujeres con jeans ajustados y pañuelos que enmarcan la cara. Y también habían judíos religiosos, con poca variedad. Si bien la mayoría los crucé en mi camino, muchos estaban en el mercado; donde un grupo de judíos religiosos rezaban a coro, mientras al lado pasaba una mujer árabe comprando vestida con uno de los atuendos típicos.

Y esa es la maravilla de Israel, un país donde a pesar de guerras y atentados, es posible la convivencia. Como me dijo un árabe que tenía ganas de charla: no hay país como Israel, para ser maravilloso, sólo le falta tener paz.

*Elohim: D´s.

**Tanaj: Antiguo Testamento.

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VIVIR EN ISRAEL

23 domingo Ago 2015

Posted by cindyisrael in Vivencias

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amar, AMIA, amor, antisemitismo, aprendizaje, Argentina, camino, crecer, discriminación, dolor, drama, emigración, familia, Gaza, guerra, Hamás, hijos, historia, Israel, misiles, seguridad, terrorismo, terroristas, vida

A raíz de algo que pasó ayer, recordé otro suceso que aconteció hace poco más de un año, en la última guerra entre Hamás e Israel. Algunas mujeres, juzgaron a quienes elegimos venir con nuestros hijos a vivir a Israel como si eso nos transformara en las peores madres del mundo. Y me quedó ese recuerdo dando vueltas en la cabeza. No porque les de la razón o me sienta culpable, en absoluto. Estoy convencida de que habernos venido a vivir acá fue una de las mejores decisiones que mi marido y yo hemos tomado como matrimonio. Realizar semejante juicio es cerrar los ojos a la realidad que nos circunda.

Lo que me quedé pensando es en esas personas, si creerán que donde están viviendo es más seguro por no lloverles misiles. Argentina, junto con Australia, son los lugares del mundo más al sur en el mapa, más abajo, sólo la Antártida. Sin embargo hasta allí, hace poco más de 20 años, también llegó el terrorismo. Y no le pasó sólo a los judíos, porque entre los muertos había gente que sólo pasaba por la vereda. Y si hubiera sido sólo a los judíos qué, ¿debo dejar de pertenecer al pueblo hebreo nada más que para no ofender a unos cuántos? El terrorismo se sigue expandiendo a pasos agigantados, hace rato que ya llegó a Europa y el mundo poco a poco va abriendo los ojos. Demasiado lento y tarde para mi gusto, pero lo hace. Ya no hay lugar del mundo seguro. Muchos lo vimos venir y lo venimos anunciando desde hace algunos años. Pero Europa es lenta, como la tortuga sobre la que antaño creían que se sostenía el mundo.

La verdad es que nadie tiene la vida comprada y que nadie se va antes de su tiempo. Hace poco vi en la televisión un video de un accidente. Un auto perdió el control y se metió en un bar justo por la esquina donde había una mesita a la que había un hombre sentado. Lo podría haber hecho añicos. Sin embargo el hombre se levantó entero, asombrado, mirando sin entender lo que acababa de pasar, sin el más mínimo rasguño. Cuando fue la guerra del 2006, como conté en otras ocasiones, fui parte del 75% de la población de Nahariya que se refugió en ciudades más seguras. A los cinco minutos de haber pasado nosotros por cierta esquina, cayó ahí un misil. ¿Por qué no cayó cinco minutos después o nosotros no pasamos cinco minutos antes? Porque no había llegado nuestra hora. Historias de ese tipo hay muchas, durante la guerra; en accidentes aéreos, donde hay gente que se salvó por retrasarse y perder el avión; en las torres gemelas, con gente que ese día no fue a trabajar…

Una de las cosas que aprendí viviendo en Israel, es a no apresurarme al juzgar a otros. Muchas veces me pregunté cómo podía alguien vivir en tal o cual lugar o casarse con tal o cual persona. Sin embargo, no juzgo. Cuando no entiendo algo, pregunto. Voy a quien lo está viviendo en vivo y en directo. Indago, investigo. Es muy fácil caer en el facilismo del juicio, lleva menos tiempo y trabajo, aunque lastima más a otros y a la corta o a la larga, a uno mismo. Israel es mucho más que un país en guerra, es mi lugar en el mundo, donde he logrado cosas en doce años de vivir aquí que no he conseguido en treinta y cinco de vivir en mi país de origen. Amo a este país que me abrió las puertas y los brazos, que me dio la posibilidad de que mis hijos pudieran crecer y desarrollarse sin faltarles nada, que nos cuida, que avanza y cuya gente es franca y sin doblez. No es perfecto, nadie lo es, tiene defectos que a veces nos hace protestar y quejarnos. Pero así como hago con quienes me rodean, prefiero apoyarme en lo positivo y disfrutar tratando de dar lo mejor de mí cada día porque eso me hace feliz. Y es lo que deseo para mis lectores, una larga vida llena de felicidad.

CORAZÓN ISRAELÍ.-

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