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Génesis: 44: 18 a Génesis 47: 27

La semana pasada, Teddy nos habló de la época que Yosef (José) estuvo en la cárcel sin ocultar su origen. ¿Cómo llegó José a estar en Egipto como para tener la posibilidad de estar preso? Sus hermanos, hijos de Yacob (Israel) actuaron guiados por los celos y la envidia cuando supieron de unos sueños que José, que además era el favorito de Israel,  había tenido en el que él se levantaría con poder por encima de sus hermanos e incluso de su madre y su padre y lo vendieron como esclavo. Si leemos con ligereza, podemos creer que fue un error, o un acto de soberbia que José contara sus sueños a sus hermanos. Sin embargo era necesario que así ocurriera, pues gracias a eso fue vendido a Egipto. Ahora puede que haya alguien que quiera corregirme y me diga: cómo GRACIAS a ellos ¿acaso debe agradecerse la esclavitud? Claro que no, no si lo vemos desde ese punto de vista. Pero es que gracias a ello ocurrió todo lo que pasó después y que es de lo que trata la parashá de esta semana. Antes de proseguir me gustaría hacer hincapié en este punto. Imagínense ustedes que secuestraran a un hijo de ustedes para esclavizarlo (Elohim no lo quiera) y que ustedes no supieran nada de él y creyeran que murió ¿cómo reaccionarían? Probablemente muchos se enojarían con Elohim, le preguntarían por qué permitió que algo tan doloroso le pasara a un muchacho tan joven, por qué les hace pasar por ese dolor y algunos incluso dejarían de creer en Elohim. Y en esta parashá hallamos la respuesta. A nosotros nos es imposible ver mucho más allá, pero Elohim lo ve todo, tiene un panorama ante sí mucho más amplio que el nuestro. Y a veces, cosas que nos parecen dolorosas es necesario que sucedan para un bien posterior mucho mayor. A veces no lo llegamos a ver con claridad, y otras lo descubrimos con el tiempo, como le pasó a Israel, que pudo volver a ver a su hijo no sólo vivo, si no engrandecido y dando cumplimiento a los sueños proféticos que había tenido cuando aún vivía a su lado.

Gracias a ese supuesto error de José de contarles sus sueños a sus hermanos, José fue vendido a Egipto, llegó a interpretar los sueños del Faraón y a ser segundo en poder en Egipto. Nunca dejó de escuchar a Elohim y de hacer su voluntad y fue gracias a ello que pudo salvarse de la escasez toda la tierra de Egipto y su propia familia. Israel no se quedó sin volver a ver a su hijo, ni se murió con el dolor de creerlo muerto, si no que pudo volver a abrazarlo y bendecirlo.

Esta parashá merece ser leída y prestarle mucha atención, porque hay algo más que aparece en ella y no es menos importante que el resto, y es la capacidad de perdonar. Sin duda, antes de llegar al lugar de favorito del Faraón, José sufrió mucho por lo que sus hermanos le habían hecho. Sin embargo no sólo no les guarda rencor y los perdona, si no que se llena de emoción cuando les dice quién es él. Ama a sus hermanos a pesar de lo que le hicieron y reconoce que era necesario que pasara todo lo que pasó. Por esto mismo, porque considero importante todo lo que esta parashá nos enseña, es que me atrevo a recomendarles que la lean todos aquellos que tengan un TANAJ en sus casas, y los que no, seguro que en la biblioteca de Naharía habrá alguna.

SHABAT SHALOM!!!!!!!!

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21 de diciembre del 2012