• Inicio
  • CONTACTO
  • Sobre Mí
  • Cuentos Breves
  • Vivencias
  • Libros
  • Notas
  • TANAJ
  • Cuentos de LA Ventana
  • בעברית

FILOIDEAS

~ Mis opiniones, ideas y cuentos escritos en Israel

FILOIDEAS

Archivos de etiqueta: recuerdos

«Se Quedó Dormido y Ya No Regresó»

05 viernes Abr 2019

Posted by cindyisrael in Notas

≈ Deja un comentario

Etiquetas

A Partir de Mañana, ALberto Cortez, amor, arte, artista, Callejero, castillos, Castillos en el Aire, fallecimiento, homenaje, libertad, memoria, Quijote, recuerdos, Rosa

Hay artistas que pasan por la vida cual brisa. Logran dejar una obra que podemos llegar a recordar en el futuro, pero nada más. Incluso lo más probable es que nunca recordemos al autor de dicha obra.

Pero hay artistas que dejan huella. Son esos artistas que son capaces de marcar uno o varios momentos de nuestra vida. No son aves de paso, llegan para quedarse en su obra, en el corazón y la memoria de quienes tuvimos el placer de disfrutar el fruto de su inspiración. A esa clase de artistas pertenecía Alberto Cortez e incluso me atrevería a decirlo en presente, porque su arte hace que él de alguna manera siga vivo.

Era muy chica cuando lo escuché por primera vez y me acompañó mucho tiempo, con mensajes que a muchos les vendría bien conocer. Con él construí Castillos en el Aire y entendí que cuando se ama no hay distancia que no pueda acortar una simple rosa, entendí que cuando amamos podemos sentir que él otro nos pertenece; pero no es cierto, porque el amor no es enemigo de la libertad. Él nos ayudó a muchos a poner en palabras lo que sentimos cuando perdemos un amigo y cuando tuve ganas de tirar la toalla, me recordó que podemos ser aprendices de Quijote y que debemos «pensar que no deben dejar de sonar las campanas, aunque tenga que hacer más que hoy y que ayer a partir de mañana».

Por todo eso, no podía dejar de escribir mi pequeño homenaje a este gran artista que no debería ser olvidado nunca, porque no murió, simplemente «se bebió de golpe todas las estrellas, se quedó dormido y ya no regresó».

DSC_5589cf

-«Y construyó castillos en el aire, a pleno sol, con nubes de algodón; en un lugar a donde nunca nadie pudo llegar usando la razón…»-

Comparte esto:

  • Tweet
  • Correo electrónico
  • Compartir en Tumblr
  • Más
  • Telegram
  • WhatsApp

Me gusta esto:

Me gusta Cargando...

MEMORIAS

23 viernes Feb 2018

Posted by cindyisrael in Cuentos de LA Ventana

≈ Deja un comentario

Etiquetas

abuelo, anciano, arte, colores, crayons, dibujo, infancia, lienzo, memoria, niño, nieto, olvido, pequeño, pintura, recuerdos, ventana

«Cuando yo era pequeño…» comenzó a contar don Elvio. Pero no pudo terminar, Rodrigo bajó corriendo de sus rodillas y desapareció por la puerta que daba a su habitación. El anciano se quedó cavilando. Pensaba que las nuevas generaciones estaban siempre muy apuradas. Pero le sorprendió el desprecio de su nieto, porque siempre lo escuchaba de buena gana.

El nieto apareció con la misma rapidez con la que había desaparecido antes. Traía en sus pequeñas manos un block de hojas de dibujo y en la otra una caja de crayones. El abuelo no le reprochó nada, al contrario, lo miraba con orgullo. A su corta edad, el pequeño era un gran artista. No hacía falta nunca preguntarle qué representaban sus dibujos, se entendían con toda claridad.

El niño buscó en su block, bajo la atenta mirada del abuelo, una hoja en blanco. Giró todo el resto hasta dejar hacia arriba sólo esa hoja. Abrió la caja de colores, los sacó con cuidado y los distribuyó prolijamente para poder usarlos con comodidad. Se recostó en el piso, miró a los ojos a don Elvio y le dijo: «»ahora sí, te escucho».

El anciano que ya estaba absorto observándolo, salió de repente de su ensimismamiento y trató de reaccionar intentando entender. Entonces comenzó a contarle sobre su infancia, historias que eran nuevas para Rodrigo. Cuando aún la leche venía en botellas, cuando se repartían a domicilio igual que el hielo, cuando las bolsas de los almacenes eran de papel madera y aún existía el tranvía. Le relató cómo los niños aprovechaban el momento en que los adultos se distraían con los repartidores para hacer travesuras. Y mientras se dejó llevar por la nostalgia, el abuelo se puso de pie y se asomó a la ventana desde la que se veía con tanta claridad el aljibe en el centro del patio…

Don Elvio, olvidándose que estaba siendo escuchado, se dejó llevar por los recuerdos. Verbalizaba sus memorias, olvidándose que tenía público. Habló del aljibe que también había en el patio de su casa, del miedo que tenían los adultos a que los niños se cayeran por él y las historias tétricas que inventaban para que se mantuvieran a distancia. Ellos decían no creerlas, pero mejor, por las dudas ¿para qué acercarse? De repente su nieto lo interrumpió: «listo». El abuelo recordó de repente que no estaba solo y miró su mano extendida. Allí, en el dibujo que el niño le presentaba, estaban reflejados todos sus recuerdos.

El abuelo no se separaba nunca de aquella obra de arte que su nieto había dibujado junto a él. Le fue muy útil cuando la memoria empezó a tener algunos agujeros primero, lagunas mayores después. Lo miraba y le ayudaba a refrescar un poco lo que ya había olvidado. Su nieto comenzó a ayudarle hablando de lo que se podía ver en él cuando ya no le alcanzaba con mirarlo…

Rodrigo está parado junto a la ventana, casi en la misma posición en la que estaba don Elvio cuando le contó sus historias de aljibe. Habían pasado muchos años, se habían mudado varias veces desde entonces, fue extraño que sus pasos lo llevaran nuevamente hasta allí. Pero aquel niño devenido en hombre, tenía a su lado un caballete con un lienzo, unos pinceles y unos pomos de colores al óleo. Se volvió hacia la tela, y mirando cada tanto a la ventana, comenzó a pintar sus propias memorias.

VERSIÓN1

© Todos los derechos reservados.-

Comparte esto:

  • Tweet
  • Correo electrónico
  • Compartir en Tumblr
  • Más
  • Telegram
  • WhatsApp

Me gusta esto:

Me gusta Cargando...

DE SU MANO

17 domingo Ene 2016

Posted by cindyisrael in Vivencias

≈ 2 comentarios

Etiquetas

alegría, aprendizaje, dolor, lágrimas, memoria, padre, papá, recuerdos, sonrisas, ternura, tristeza

Poco a poco, el dolor profundo va dejando lugar a los recuerdos que me hacen sonreír. No es que ya no esté triste en absoluto, cada tanto aún ruedan algunas lágrimas. Pero los momentos compartidos, la memoria, va ocupando cada vez más espacio.

Fue de la mano de mi papá que aprendí a interesarme por la actualidad nacional y mundial. Sé que demostraré mi edad con lo que voy a contar, pero cuando era chica y agarraba el diario Clarín para ir a leer directamente la página final, donde estaba la historieta del Loco Chávez, mi papá me retaba. No le parecía mal que leyera los chistes, sino que fuera lo único que leyera. Luego, sentándome a ver a Tato Bores cuando él lo hacía. 

Fue mi papá, que con una frase que nos reíamos por lo repetitivo, me enseñó a valorar los momentos vividos. Cuando íbamos de vacaciones en auto, siempre salíamos de noche y mientras íbamos por la ruta veíamos amanecer. Mi papá siempre decía: miren, miren, nunca saben si lo volverán a ver. Y nos causaba gracia, porque en nuestra ingenuidad, pensábamos que cada año veíamos lo mismo y que siempre todo estaría ahí, no sabíamos que algo podía cambiar de la noche a la mañana y que podía llegar un día que algo, o alguien, ya no esté.

Mi papá me enseñó a andar en bicicleta en un parque lleno de árboles. Él me sostenía la bici desde atrás, hasta que en un momento me soltó sin que yo me diera cuenta y seguí andando. 

Fue él quien me demostró más confianza para dejarme viajar en colectivo sola por primera vez para ir a la escuela. Lo que yo no sabía entonces (lo supe más adelante) era que mi papá me seguía con el auto, para asegurarse que la nena no se pasara de la parada.

Mi papá me recitaba poesías de estilo rural, algunas muy divertidas y cantaba canciones de cuando él era joven que me parecían muy ridículas. Tenía un montón de frases hechas y un humor sarcástico muy personal. Se reía más que nosotras con la Pantera Rosa, el Pájaro Loco, Los Tres Chiflados y El Gordo y El Flaco.

Vi por primera vez a Les Luthiers en el teatro cuando juntos con él y mi mamá fuimos a vigilar (salimos después y nos escondíamos) a la nena mayor que salía por primera vez con su novio de los 15 años.

Y va una lista corta, para todo lo que recuerdo compartido con él. Pero no quiero aburrir a nadie. Yo sé que ya no voy a compartir más risas ni charlas con mi papá, que ya no va a pasarme más el brazo por el hombro caminando juntos por la calle, ni voy a recibir ninguno de sus abrazos cálidos, ni lo podré llamar más por teléfono… Pero la calidez de esos recuerdos no me los podrá robar nada, aunque con el tiempo se desdibujen y no los recuerde con exactitud, las sensaciones de alegría y ternura van a permanecer siempre.

Yo quiero poder recordarlo así, con esas sonrisas amplias que tenía, con su sentido del humor tan peculiar, con sus ideas firmes que defendía, con su franqueza directa y sin tapujos. Ese era mi papá y así lo querré siempre.

DSC_3072cf

-Festejando su cumpleaños 75 en octubre del 2015. © Todos los derechos reservados.-

Comparte esto:

  • Tweet
  • Correo electrónico
  • Compartir en Tumblr
  • Más
  • Telegram
  • WhatsApp

Me gusta esto:

Me gusta Cargando...

RECUERDOS LUTHIERANOS

21 viernes Ago 2015

Posted by cindyisrael in Vivencias

≈ Deja un comentario

Etiquetas

Argentina, Daniel Rabinobich, Daniel Samper Pizano, emigración, Ernesto Acher, España, Gerardo Masana, historia, humor, Israel, Les Luthiers, Madrid, recuerdos, teatro

Como buena fan de Les Luthiers que soy, no podía faltar en mi blog hoy un artículo dedicado a Daniel Rabinobich. Se fue físicamente, pero su humor y su recuerdo quedará para siempre entre los que lo conocimos, lo disfrutamos y nos reímos con él. Gracias a Daniel Samper Pizano quedarán para siempre sus imágenes y anécdotas en nuestra biblioteca y gracias a los videos que grabaron, los CD´s, los archivos de TV y You Tube, lo podremos seguir viendo y escuchando las veces que queramos. 

Cuando era chica, mi tía Iliana me regaló un disco de Les Luthiers para uno de mis cumpleaños. Aún no entiendo cómo supo que me llegarían a gustar tanto. Cuando tenía once años, mi hermana que es unos  tres años y medio mayor que yo, fue a ver a Les Luthiers al teatro con su novio. Mis padres, que querían vigilar a la nena, sacaron entradas para controlarla sin que se diera cuenta. Yo no sé qué tanto disfrutó ese día mi hermana, pero yo me enamoré para siempre de Les Luthiers. Los disfruté muchísimo y estaba maravillada. Luego vino otro disco y como no tenía con quién ir a verlos y por entonces no había Internet, me debía conformar con sus apariciones en la televisión. Nunca me voy a olvidar cómo me reí con el sorpresivo remate del Bolero de los Celos cuando lo vi en la tele por primera vez.

Tenía diecinueve años el tiempo en el que mi marido y yo nos conocimos, él tenía veintiuno. Cuando me llamó para preguntarme si me gustaba Les Luthiers y si quería ir con él a verlos, no lo podía creer y el sí fue rotundo y sin necesidad de pensarlo. Al cumplir un año de novios, el regalo de mi marido fue representarme él solo todos los personajes de Cardoso en Gulevandia a solas. Todavía me río cuando me acuerdo, fue el mejor regalo que podría haberme hecho. Desde entonces no faltamos a ningún espectáculo, si no había plata, íbamos al gallinero, pero íbamos. 

En el 2003 emigramos a Israel. Aunque haya a quien le cueste creerlo, una de las cosas que más me entristeció de dejar Argentina fue pensar que no íbamos a ir al teatro a verlos nunca más. Para entonces habían sacado cinco videos y nos compramos los cinco y emigraron con nosotros. Luego, gracias a You Tube pudimos mantenernos actualizados. Hasta el 2012, que supimos que estarían en España e hicimos todo lo posible por ir. Era la primera vez que los verían en vivo mis hijos, a quienes ya les habíamos enseñado a disfrutarlos con los videos. No sólo eso, en tantos años ¡¡¡FUE LA PRIMERA VEZ QUE LOS VIMOS EN PRIMERA FILA Y EN EL MEDIO!!! No lo podíamos creer, los disfrutamos muchísimo.

Hoy leí que el representante del grupo anunció que seguirán con sus espectáculos. Les Luthiers logró sobrevivir a la muerte de Gerardo Masana y la ida de Ernesto Acher y, aunque esta sacudida es demasiado dura, también lograrán superarlo. Sin olvidar, como nunca olvidaron a Gerardo. Tendrán que reinventarse, readaptarse seguramente, porque no será lo mismo sin Daniel. Imposible olvidar cómo hacía reír al teatro en pleno con sólo aparecer en escena, sin necesidad de hacer nada. Porque era verlo y saber qué podíamos esperar de él.

Claro que duele que Daniel Rabinobich haya fallecido, mucho. Pero su recuerdo, tan ligado a nuestra propia historia, quedará para siempre. Porque como dijo mi marido hoy: es que nosotros crecimos con ellos.

A punto de ver a Les Luthiers en un teatro de Madrid, España.

A punto de ver a Les Luthiers en un teatro de Madrid, España. 

© Todos los derechos reservados.-

Comparte esto:

  • Tweet
  • Correo electrónico
  • Compartir en Tumblr
  • Más
  • Telegram
  • WhatsApp

Me gusta esto:

Me gusta Cargando...

Member of The Internet Defense League

BUSCADOR

Crea un blog o un sitio web gratuitos con WordPress.com.

Privacidad y cookies: este sitio utiliza cookies. Al continuar utilizando esta web, aceptas su uso.
Para obtener más información, incluido cómo controlar las cookies, consulta aquí: Política de cookies
  • Seguir Siguiendo
    • FILOIDEAS
    • Únete a 54 seguidores más
    • ¿Ya tienes una cuenta de WordPress.com? Accede ahora.
    • FILOIDEAS
    • Personalizar
    • Seguir Siguiendo
    • Regístrate
    • Acceder
    • Denunciar este contenido
    • Ver sitio web en el Lector
    • Gestionar las suscripciones
    • Contraer esta barra
 

Cargando comentarios...
 

    A %d blogueros les gusta esto: