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FILOIDEAS

~ Mis opiniones, ideas y cuentos escritos en Israel

FILOIDEAS

Archivos de etiqueta: paciencia

LA JUVENTUD NO ES MODERNA

19 Viernes Oct 2018

Posted by cindyisrael in Notas

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adultos, amor, evolución, genérico, gramática, joven, mayores, modernidad, paciencia, sociedad, tecnología, tiempo, tolerancia

Querido/a/e joven/a/o tengo una/o/e novedad/o/e para contarte. Pero dejaré de hablar con tantas opciones porque me cansa. A mí no me molesta y nunca me creó un conflicto el artículo genérico. Tampoco me resulta terrible que a vos te moleste. A mí también hay cosas que me molestan, como a todo el mundo, sólo que no trato de imponer o forzar que las cosas debieran ser como yo creo. Porque lo que a mí me molesta, a otro no y lo que a otro le molesta a mí no. De eso se trata la convivencia, también a nivel social, de tolerarnos los unos a los otros.

Los adultos que muchos jóvenes menosprecian o burlan, para vuestra sorpresa, también fueron jóvenes alguna vez y también soñaban con cambiar el mundo. Algunos aún soñamos y con paciencia y a nuestra manera, cada uno aporta su granito de arena, tan valioso como el que aportás vos.

Muchas de las modernas tecnologías que hoy utilizás, existen gracias al trabajo, investigación y esfuerzo de esos mismos adultos de los que hoy te hablo. Ya no hay casi nada nuevo bajo el sol, las nuevas tecnologías son mayormente mejoras y evolución de las antiguas. Para que hoy exista el automovil, el hombre de las cavernas inventó la rueda. Ya ves qué tan antiguos podemos llegar a ser todos. Por eso, creerte superior a un adulto que no entiende alguna de esas evoluciones y no tenerle paciencia, es un sinsentido y una injusticia.

Seguramente algún padre, abuelo, tía, tutor o encargado, te ha pedido ayuda alguna vez con una de las “nuevas” tecnologías que hoy vos manejás tan bien y para nosotros (para algunos más que para otros) puede llegar a ser un misterio. No voy a caer en el error de generalizar y decir que todos los jóvenes son iguales, porque eso no es cierto. Pero sí me atrevo a creer que la mayoría reaccionan igual, porque lo he padecido y he sido testigo también de otros casos. Además, pese a que a ustedes no les guste, los padres hablamos de ustedes entre nosotros.

Cuando un adulto te pide ayuda, no es para que vos vengas, lo resuelvas en un tris tras y vivir dependiendo de tu ayuda todo lo que le quede de vida. Lo fundamental cuando alguien pide ayuda es saber en qué y cómo desea ser ayudado. Te va a dar mejor resultado a futuro invertir un poco de paciencia, escucharlo y explicarle con tranquilidad cómo se hace, que hacerlo rápidamente vos para sacártelo de encima. El amigo con el que estabas chateando podrá y tendrá que entender que tenés una vida fuera del celular, la computadora y los videojuegos y esperará a que te desocupes. Como vos tendrás que esperar a tu amigo muchas otras veces. Si le vas dando las instrucciones con calma, respondés a sus preguntas mientras dejás que la persona mayor lo haga; esa persona ya sabrá como hacerlo y si alguna vez te vuelve a llamar será por otro asunto. Cuanto más le expliques cada vez, cuanta más paciencia y amor inviertas, menos va a necesitar tu ayuda porque ante situaciones similares ya tendrá las herramientas para saber resolverlo.

Ya ves; com amor, paciencia y tolerancia, todos salimos ganando. Y te dejo un recordatorio, que sé que ahora te costará tener en cuenta: no vas a ser joven toda la vida. Cuando tengas nuestra edad, probablemente la tecnología seguirá actualizándose y evolucionando y serás vos quien necesites ayuda de tis hijos, nietos, sobrinos o incluso alumnos.

Todos podemos ayudar a modificar y mejorar el mundo en el que vivimos. Pero eso no se logra con imposiciones, censuras y agravios. Se consigue mucho más y de mejor calidad con amor, paciencia, tolerancia y tiempo. Que tengas una hermosa vida.

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DEBATIR, ESE SANO EJERCICIO

07 Miércoles Dic 2016

Posted by cindyisrael in Notas

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aaprender, cerebro, culto, cultura, debate, debatir, discusión, ejercicio, enriquecimiento, enseñar, gente, inteligencia, mente, paciencia, personas, variedad

Que un debate sea un sano ejercicio o una pérdida de tiempo, lo definen quienes participan en él. Hay varios tipos de personas que pueden participar de un debate: gente respetuosa, inteligente y culta; gente aburrida que le da vergüenza reconocer que no sabe sobre algún tema, gente que necesita una excusa para tener donde descargar sus frustraciones, gente que tiene algo para enseñar y también está dispuesta a aprender de los demás, gente tolerante y gente impaciente. No es difícil, con esta lista y otros más que podríamos agregar, suponer en qué ocasiones el debate sería sano.

Pero no sólo afirmo lo saludable del debate, cuando en él participa gente respetuosa, inteligente, culta, tolerante y que está tan dispuesta a enseñar como a aprender; sino que agregué la palabra ejercicio. Y lo es. Es un ejercicio para la mente. Nuestro cerebro también necesita que se lo mantenga sano y en forma. Los neurólogos afirman que una manera de evitar o retrasar el Alzheimer es ejercitando el cerebro. Sugieren crucigramas, rompecabezas, sopas de letras… Pero yo agregaría el debate. 

El motivo por el cual afirmo que es un sano ejercicio es simple. Ya establecí en qué caso me parece que es sano. Ese tipo de personas establecen un desafío a la inteligencia. Es como resolver un enigma. Cuando tenemos que argumentar nuestra postura, debemos indagar en nuestra mente y extraer de ella lo mejor que tengamos. Si fuéramos como esas personas que cuando se quedan sin argumentos recurren al insulto y la humillación, no sólo no lograríamos el desarrollo de nuestro cerebro, lo atrofiaríamos. Estoy convencida que cuando no utilizamos nuestra inteligencia, esta se atrofia. En cambio si la ponemos en práctica la desarrollamos e incrementamos.

Por eso, esta breve nota de hoy les propone un desafío, anímense a debatir en temas que ustedes conozcan, con argumentos válidos. Traten de contener la impotencia, la bronca y la impaciencia que puedan provocarles algunas respuestas y dejen trabajar a vuestro cerebro con total libertad. Al final del debate, hayan logrado o no que quienes discuten con ustedes les den la razón, sentirán que hasta disfrutaron del mismo.

Recuerden que debatir no implica pelear y que saldrán de él, enriquecidos.

EN LA VARIEDAD ESTÁ EL GUSTO.-

-No importa que no lleguemos nunca a una idea en común, la variedad de opiniones enriquece. © Todos los derechos reservados.-

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DOMESTICAR UN GATO

20 Domingo Nov 2016

Posted by cindyisrael in Sin categoría

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amor, Antoine de Saint-Exupéry, confianza, domesticar, escondite, gata, gato, gatos, miedo, mimos, paciencia, principito, trauma

– Por favor… domestícame ! – dijo.

– Me parece bien – respondió el principito -, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas.

– Sólo se conoce lo que uno domestica – dijo el zorro. – Los hombres ya no tienen más tiempo de conocer nada. Compran cosas ya hechas a los comerciantes. Pero como no existen comerciantes de amigos, los hombres no tienen más amigos. Si quieres un amigo, domestícame !

– Qué hay que hacer ? – dijo el principito.

– Hay que ser muy paciente – respondió el zorro. – Te sentarás al principio más bien lejos de mí, así, en la hierba. Yo te miraré de reojo y no dirás nada. El lenguaje es fuente de malentendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca…

Al día siguiente el principito regresó.

– Hubiese sido mejor regresar a la misma hora – dijo el zorro. – Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, ya desde las tres comenzaré a estar feliz. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. Al llegar las cuatro, me agitaré y me inquietaré; descubriré el precio de la felicidad ! Pero si vienes en cualquier momento, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón… Es bueno que haya ritos.

                          Párrafo del capítulo 21 del Principito de Antoine de Saint-Exupéry

     Un gato tiene básicamente una gran diferencia con un perro o un zorro (como en el caso del Principito). Él también puede ser muy fiel, nos esperará en la puerta al llegar, nos consolará si estamos tristes y se quedará a nuestro lado si estamos enfermos. Incluso nos defenderá si cree que alguien nos está atacando. Pero el gato es independiente. Le encantan los mimos… cuando él quiere. Intente acariciar a un gato cuando el que quiere es usted y no él. Podrá esperar alguna de estas reacciones: simplemente se va dándole la espalda, que le dé un rugido de advertencia indicando que mejor no se acerque o en el peor de los casos, le tirará el zarpazo. Se les llama domésticos, como a los perros, porque viven en las casas con las personas, pero intente enseñar un truco a un gato. En el mejor de los casos, si lo consigue, es muy probable que no lo repita cuando usted quiere mostrarle a alguien lo que le ha enseñado. Si quiere grabarlo, no me extrañaría nada que tuviera usted que hacer varios intentos. Será por esa rebeldía intrínseca en ellos que muestran que son dueños de una gran personalidad, por su independencia que los capacita para decir que no cuando no quieren algo o no les gusta, que hace que yo los ame tanto. Los perros me encantan, ojo, mientras sean de otros. Pero en general los veo muy sumisos, quizá algo tontos.

     ¿Ha intentado usted domesticar un gato? Yo sí, y con algunos resultados que les quiero contar. Pero mi domesticación tiene más que ver con la explicación del zorro de nuestro ejemplo que con la idea de lograr que el domesticado se someta a mí. Domesticar no puede, o no debería ser de ningún modo, esclavizar, someter. Cuando pasó lo que les contaré, con la idea de ayudar a quienes necesiten domesticar a un gato, no recordaba estas líneas del Principito. Sin embargo, mi técnica, no difirió mucho a la del relato. Aunque en mi caso, no me senté en la hierba.

     Tengo una amiga a la que quiero mucho. Ella suele viajar seguido a Alemania y a veces dentro del país. Tiene dos gatos en su casa (gato y gata) y cuando viaja necesita que alguien se los cuide. Esa soy yo. Pero debí creerle respecto a la cantidad de felinos con los que convivía, porque yo siempre veía sólo uno. La gatita, durante la guerra del 2006 quedó traumada por los misiles y desde entonces se ha vuelto muy desconfiada y cuando alguien llega a la casa de mi amiga, ni bien escucha la puerta, corre a esconderse. Y lo hace muy bien, porque es difícil encontrarla, casi imposible. Eso me preocupaba mucho. Mi amiga me había dejado el teléfono del veterinario por cualquier emergencia, pero ¿cómo podía yo saber si había una emergencia con ella si no sabía siquiera dónde estaba? Así que entendí que iba a necesitar mucha paciencia y amor.

     Cada vez que llegaba a la casa de mi amiga, saludaba a ambos gatos utilizando sus nombres. Lo mismo hacía al irme. Esa etapa duró varios días. Una vez, ella estaba en un lugar donde creía que no la veía, y la verdad que no era fácil detectarla, porque es totalmente negra, con apenas un poco de blanco en el pecho. Si está en un lugar obscuro y con los ojos cerrados, es difícil encontrarla. Pero ese día la vi. Despacio y a la distancia me agaché para estar a su altura, siempre mirándola fijo y sin quitarle la mirada. También le hablaba, con voz tranquila y pausada, explicándole que la amaba y no quería hacerle ningún daño. En el segundo en que desvié apenas mi mirada, ella aprovechó para salir corriendo. A partir de ese día, ella salía de su escondite. Me miraba sentada desde lejos y yo repetía la misma operación. De a poco empecé a llamarla, a invitarla a acercarse, a extender mi brazo con la palma hacia arriba, para que se atreviera a olerme y reconocerme. Cada día se animaba un poco más y se iba acercando. Hasta que un día me olió la punta de los dedos. Dudó sobre si acercarse más o no, y finalmente corrió a esconderse otra vez. Otro día logré acariciarla apenas, con la punta de los dedos. Lo importante en todo momento es que no traté de apresurar nada, respeté sus tiempos, sus retrocesos, sus temores.

     Un día, para mi sorpresa, encontré una pelotita de juguete en el comedero de ellos. No me pregunten cómo lo supe (porque no lo recuerdo), pero entendí el mensaje en seguida. Fui a donde estaba y le arrojé la pelotita (de modo tal que no lo confundiera con una agresión) y ella se puso a jugar. Eso mismo lo hizo alguna vez más. Otro día se atrevió a subirse a un mueble cercano a donde yo estaba y se dejó acariciar, pero por tiempo limitado, no era cuestión de que yo me creyera que ya lo había conseguido. Poco a poco fue ella la que me buscó a mí y hoy en día me reclama si no la mimo cuando ella así lo exige. Incluso compite en quién me ama más con el otro gato. La verdad sea dicha, los amo a los dos, pero a mi gatita más (que nadie les vaya con el chisme, por favor).

     Esa fue mi mejor experiencia como domesticadora gatuna. Y es que domesticar, para mí, es lograr que el otro entienda que lo amamos sin miedos, respetándolo siempre. A veces, en las relaciones humanas, pasa algo parecido. Hay gente que cree que el cariño y el respeto se imponen, no entienden que sólo deben domesticar.

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Gato fotografiado en Caesarea, Israel. © Todos los derechos reservados.-

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CEREBRO ESTEREOFÓNICO

24 Miércoles Jun 2015

Posted by cindyisrael in Cuentos Breves

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asombro, cerebro, escuela, estereofónico, estereofonía, familia, números, neurólogos, paciencia, periodismo, periodistas, tratado

     Enrique Palomo Argüeyes se sentía confundido. No entendía por qué, algo que para él era perfectamente normal había causado tal revuelo. Pensaba en ello mientras escribía un cuento en la computadora, su mujer le planteaba un problema familiar que necesitaba urgente solución, su hijo menor le contaba un problema de la escuela que lo tenía muy triste y su hija mayor le entregaba su celular con una llamada de su jefe. Él escuchó a cada uno a una vez, entendió perfectamente lo que cada uno le planteaba y respondió con eficacia, claridad y sencillez a cada uno. Esta situación era común en su vida y para su familia era lógico que el padre de familia tuviera esa característica, como era comprensible la capacidad de la madre de retener los números de documentos de cada uno, saberse de memoria todos los números telefónicos de su celular, los numeros de las cuentas bancarias del marido, la suya y la que tenían en común, así como los números telefónicos de cada uno de los compañeros de escuela de sus hijos. Sin embargo en la escuela de los niños ya habían notado esa peculiaridad, así como en su trabajo y eso había trascendido de tal forma que la prensa de todo el país se agolpó a entrevistarle. El interés despertado era tal, que los reporteros se atropellaban entre ellos para preguntar a semejante fenómeno. Unos se pisaban a otros en las preguntas, sin embargo nadie se quedaba sin una respuesta clara y concisa. El director de la universidad de medicina que estaba mirando el noticiero se interesó tanto que convocó a los mejores neurólogos del país para ver si alguno tenía alguna idea de cómo era posible semejante cosa. Todos coincidieron en que para ellos también era sorprendente y que no había ningún antecedente en la historía de la neurología de algún caso similar. Entre todos acordaron cuáles eran los exámenes convenientes para llegar a una conclusión y llamaron por teléfono a Enrique que en ese momento estaba leyendo un artículo mientras escuchaba la entrevista que le habían hecho, hablaba con su madre por el otro teléfono y atendía a una vecina que venía a contarle lo que había pasado en la reunión de consorcio a la que él y su esposa no habían podido asistir. Aunque asombrado por la propuesta, Argüeyes aceptó: -si les hace ilusión…- les dijo. Todos los medios informativos estaban enterados y pendientes de la respuesta de los médicos. Luego de tantos exámenes llegaron a una conclusión que asombraría a todos: El señor Enrique Palomo Argüeyes tenía un cerebro estereofónico. Nunca habían visto algo semejante y este sólo caso bastó para todo un tratado neurológico sobre el tema. Don Enrique se hizo famoso por algo que aún, hoy en día, el no entiende por qué.

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JUEGOS PARA ESPERAR

15 Viernes May 2015

Posted by cindyisrael in Notas

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actividades lúdicas para niños, canciones con gestos, cantar, creando historias, crecer, cuentos, espera, estímulos, estimular, felices, felicidad, historias, infancia, juegos, juegos de palabras, juegos para esperar, jugar, madurar, narrativa, niños, paciencia, restaurante, sal de ahí chivita, tengo un barquito cargado de, turnos

Todos los sabemos, los niños (sobre todo los más pequeños) son los seres más impacientes que hay. No entienden de tiempos, de espera, de dar espacio a otros. Ellos tienen sus necesidades, las demandan y la satisfacción debe ser inmediata.

     La paciencia se aprende y es a los padres a quienes nos toca educarlos y estimularlos para ser seres sociales, educados y respetuosos con los tiempos y espacio de otros. Sin embargo, es cierto que cuando deben esperar mucho tiempo son capaces de acabar con nuestra paciencia. 

Ayer, planteando entre otras cosas este tema en un grupo de Facebook, recordé varios juegos útiles para esperar con nuestros hijos. La idea es que sean capaces de disfrutar el tiempo que deban aguardar y a la vez estimularlos en diferentes áreas, sean de conocimientos escolares como de reconocimiento de su propio cuerpo y el de los otros, por ejemplo. Además de los que yo misma conozco, en dicho grupo me han contado algunos más y así podemos hacer una lista interesante y útil que mis lectores pueden ampliar dejando sus comentarios.

 1.- El juego de los animales. Se trata de pensar en un animal y por medio de preguntas que sólo pueden ser respondidas con sí o no, adivinar de cuál se trata. Para los más chiquitos se pueden recurrir a sonidos.

2.- El tuti fruti verbal. Uno piensa el alfabeto diciendo en voz alta sólo la A y el otro lo detiene y quien estaba pensando dice la letra en la que quedó. Tienen que pensar cosas que empiecen con esa letra, una por turno. Con los mayores se puede pautar como el escrito, limitarlos a lugares, animales y nombres, por ejemplo.

3.- El Veo Veo es muy divertido, más cuando tenés como yo hijos daltónicos.

4.- A los más chiquitos les encantan las cosquillas. El riesgo que tienen es que no suelen querer parar.

5.- Esconder algo que les interese en el propio cuerpo puede tenerlos entretenidos buscando un rato largo.

6.- Un círculo dividido en cuartos. Ponés el crayón en el medio y lo dejás caer. Cada cuarto es una actividad distinta (Nombrar un planeta, una ciudad, una comida, un color… lo que quieras).

7.- El A-B-C. “Me voy de viaje y me llevo un ÁRBOL.” La siguiente persona empieza con B y así hasta la Z.

8.- TENGO UN BARQUITO CARGADO DE. El que empieza el juego dice la frase antedicha y elige de qué está cargado el barquito, por ejemplo: frutas, útiles escolares, cosas que hay en una habitación, utensilios de cocina, etc. No se puede repetir y el que lo hace tres veces tiene prenda. 

9.- Si están en un restaurante, no decirles qué elegiste antes de que venga el mozo y que ellos lo tengan que adivinar por medio de preguntas.

10.- Para los más chiquitos, hasta las más desafinadas cantamos bien, así que las canciones acompañadas por gestos no fallan. Las mejores son las que son del estilo de SAL DE AHÍ CHIVITA, CHIVITA.

11.- FABRICANDO HISTORIAS. Uno empieza con una oración, por ejemplo: Había una vez un árbol inmenso. El siguiente tiene que repetir la oración y agregar otra de forma que siga una historia, por ejemplo: Había una vez un árbol inmenso cargado de frutas y nidos. Y así sucesivamente hasta llegar al final o al turno largamente esperado.

12.- Si hay papel y algo con que escribir, puede resultar muy divertido escribir historias disparatadas. El primero escribe una oración, el segundo escribe otra debajo tratando de seguir la historia y dobla el papel de forma tal que la oración anterior quede tapada y sólo se vea la última. Así sucesivamente hasta que se acabe el papel, el último tratará de dar un cierre a la historia. Al desplegar resulta una narración disparatada, divertida y a los que ya saben leer y escribir suele encantarles. Los adultos también nos divertimos con este juego.

Espero que las propuestas les gusten, las disfruten y les sean útiles. Recuerden que la mejor solución no es enchufar a nuestros hijos a los jueguitos del celular, eso los aísla y no los estimulamos para interactuar con otros. A nuestros hijos no sólo les gusta que les dediquemos tiempo y juguemos con ellos, también los ayuda a crecer y madurar con más confianza en si mismos y más felices. Y quienes somos padres lo sabemos, si nuestros hijos son felices, nosotros también.

BEBÉ CULTO

© Todos los derechos reservados.-

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YO MARCO 1

27 Jueves Nov 2014

Posted by cindyisrael in Cuentos Breves

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español, hebreo, idioma, impaciencia, marcar, operadora, paciencia, teléfono

    Una de las dificultades de vivir en un país con un idioma diferente al de uno, radica en hablar por teléfono. Las operadoras de los distintos organismos suelen hablar a toda velocidad, como si las persiguiera un asesino peligroso. Nunca entendí el por qué de tanto apuro y cuando se les pide que hablen más lento nos encontramos con alguna de estas dos opciones:

      Operadora 1: pero si yo estoy hablando lento (obviamente sigue hablando a la misma velocidad).

     Operadora 2: sí, sí, sí, disculpe, hablaré más lento (lo hace con las 5 primeras palabras, luego vuelve a tomar carrera ¿estarán entrenando para alguna maratón?).

      Lo más común es pasar por estas situaciones cuando hay que pedir algún turno médico. Algunos se pueden pedir por Internet, pero para eso tenés que tener la clave que ellos mismos te dan y no todos la tenemos. Así que debemos pasar por algo así:

     “Usted se ha comunicado con el servicio de atención al cliente de Cargadalit, si quiere que le hablemos en hebreo marque 1, si quiere que le hablemos en ruso marque 2, si quiere que le hablemos en árabe marque 3, si quiere que le hablemos en esperanto marque 4, si quiere que le hablemos en quechua marque 5…” Como de todas esas opciones con lo que mejor me manejo es con el hebreo, marco 1.

     “Si quiere cambiar al servicio más caro de Cargadalit marque 1, si usted aún no es uno de nuestros clientes y desea serlo marque 2, si usted quiere cancelar nuestro servicio espere sentado que parado se va a cansar, si quiere pedir un turno le recordamos que puede hacerlo a través de Internet en vez de molestarnos a nosotros, en la página de Cargadalit www.cargadalit.il, si igual insiste con interrumpirnos el café de la mañana marque 3″ Bueno, esta vez marco 3, pero conste que porque yo quiero. A esa altura empiezo a perder la paciencia.

“Si quiere pedir un turno para el pediatra llame al teléfono 04-9xxxxxxxx, si quiere pedir un turno con las enfermeras marque el número 04-9yyyyyyy, si quiere pedir un turno con el médico de cabecera marque 1, si quiere pedir turno con un especialista marque 2, si quiere darnos un regalo porque le ponemos linda música de fondo puede enviarlo a nuestra casilla de correo”  En fin, el 2 ahora ¿lo conseguiré?

“Si usted quiere pedir un turno con fisioterapia o rehabilitación marque 1, si quiere pedir con el oculista marque 2, si quiere pedir con el fonoudiólogo marque 3, si quiere saber si la chancha tuvo cría marque 4, si quiere que le repitamos todo otra vez marque 5” Marco 5, porque me perdí y ya no me acuerdo lo que debo marcar.

“Todo otra vez. Si no le sirven ninguna de las opciones dadas, escriba su número de documento marcando numeral al final y aguarde y será atendido”. ¡¡¡Aguardo, aguardo!!!

“BuenosdíassoyGretaenquépuedoayudarlo” ¿Eh? Ah, Greta, buenos días. Necesito un turno para el pacientólogo, llamaba para otro, pero ustedes me hicieron perder la paciencia y ya no me acuerdo para cuál llamaba, pero que sea por la mañana, por favor.

“Paraelpacientólogotengoturnoparalas5delamañanaparaeldía25dediciembredelaño2016” ¿No hay nada para antes? Si necesito ese especialista es porque soy incapaz de esperar. “Sí,hayunoparalas23horasdehoymismo” Te pedí por la mañana. “PorlamañananotengonadaantesdelturnoqueledijeenNaharía” ¿Y fuera de Naharía? “Tengounoparalas8delamañana,mañanamismoenJerusalem”. Respiro hondo, matar está penado por la ley, así que trato de calmarme, calculo cuándo tengo que salir para llegar a las 8 de la mañana a Jerusalem, tendría que tomar un tren a las 4:30 ¿habrá trenes a esa hora? Decido tomarlo, como sea llegaré a tiempo. Saludo a Greta acordándome de toda su familia pero no se lo digo y amenazo a mi marido con que la próxima vez llamará él. Él le tira la pelota a mi hijo mayor, mi hijo mayor se la pasa a mi hijo menor, el menor a la gata que patea adentro de la pecera más grande y gooooolllllllll… Ah, no, ya me fui de tema, es que quedé algo confundida, disculpen. Si quieren dejar de leer marquen 1.

FOTOS.- 2164CMA

© Todos los derechos reservados.-

21 de junio de 2013

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