• Inicio
  • CONTACTO
  • Sobre Mí
  • Cuentos Breves
  • Vivencias
  • Libros
  • Notas
  • TANAJ
  • Cuentos de LA Ventana
  • בעברית

FILOIDEAS

~ Mis opiniones, ideas y cuentos escritos en Israel

FILOIDEAS

Archivos de etiqueta: madurez

TODO TIENE UN FINAL, TODO TERMINA

26 lunes Jun 2017

Posted by cindyisrael in Vivencias

≈ Deja un comentario

Etiquetas

abuelos, aprendizaje, blog, cierre, comienzo, etapa, etapas, experiencia, familia, hijos, ideas, madurez, nietos, opinión, sabiduría, sueños, vida

Todo concluye al fin,

nada puede escapar…

Todo tiene un final, 

todo termina…

Presente de Vox Dei.

    Y sí, en esta vida nada es eterno. Vivimos entre etapas que se cierran y otras que comienzan. Hablando de esto con mi marido el otro día, me comentaba que cuando una etapa termina, da la sensación de que se acaba todo, como que después no hay más nada. Y es cierto. Es una sensación como de vacío, de encontrarse frente a un abismo. En ese momento estamos frente a dos opciones, o nos dejamos caer o aprendemos a volar. Y es que en realidad, aunque lo parezca, no hay tal vacío, no hay abismo. Hay un camino nuevo, diferente, que tendremos que enfrentar, conocer y empezar a transitar. Da miedo, todo lo nuevo da miedo. Aunque lo vivamos como una aventura; lo desconocido, no saber qué vendrá ni cómo, asusta. 

     Que los que estén terminando una etapa sean nuestros hijos, nos duplica todas las sensaciones. Por su futuro, y porque cada etapa que ellos cierran es otra que cerramos nosotros, marcándonos además el paso del tiempo. Y es que «nosotros los de ayer, ya no somos los mismos«. Nos vemos en la situación de querer ser los padres que ellos necesitan en ese momento y en el que viene, queremos darles nuestro apoyo, nuestro aliento, mientras tratamos de adaptarnos a lo nuevo. Y junto con eso, nuestros cambios físicos, hormonales, nuestro mirar diferente que viene de la mano de la madurez. Porque algunas de esas etapas que nuestros hijos cierran, llegan junto con cambios que nos trastornan, sobre todo a las mujeres. Y es difícil, pero no imposible, enfrentarlo todo.

Mi hijo menor terminó hace poco su escolarización. Ya no tengo más hijos en edad escolar. Ahora dejará el nido para empezar un nuevo proyecto en su vida, vendrá a casa cada dos semanas y el nido se va sintiendo vacío cada vez más vertiginosamente. Una persona a la que quiero mucho, me dijo hace unos días: «ahora empieza otra etapa, la de estar solos tu marido y vos. Aprovechen esa independencia, disfrútenla, luego vendrán los nietos y ya no habrá más independencia otra vez». Y no es que ella vea los nietos como un estorbo, en absoluto, los ama muchísimo. Simplemente, es otra etapa de la vida. Y siempre pensé eso mismo. No es que una etapa sea mejor que otra, todas deben ser disfrutadas.

El problema es que cuando al fin nos adaptamos del todo a la etapa transitada, cuando ya nos sentimos totalmente cómodos y felices en ella, se termina y empieza una nueva. Y el proceso debe volver a empezar. Ya lo dijo el Eclesiastés: 

Sale el sol y se pone el sol,
y se apresura a volver al lugar de donde se levanta.
 El viento sopla hacia el sur,
luego gira hacia el norte; y girando sin cesar,
de nuevo vuelve el viento a sus giros.
 Todos los ríos van al mar,
pero el mar no se llena.
Al lugar de donde los ríos vinieron,
allí vuelven para correr de nuevo.

Y es que las etapas son como todo en la vida, como las olas, van y vienen. Unas se rompen contra las rocas y se retiran, mientras otras nuevas olas van llegando. Algunas son parecidas, pero cada ola es distinta a la anterior. Por eso no podemos vivir todo de la misma manera, o no deberíamos. Que cada nuevo ciclo tenga algo distinto al que pasó nos enriquece emocional y espiritualmente. Si sabemos aprovechar cada momento, con cada etapa, iremos adquiriendo un poco más de sabiduría. Por eso a mí no me gusta hablar de vejez, si no de madurez. Porque la fruta madura se cae, pero nosotros no. Aunque nuestro cuerpo nos de señales claras de que esa madurez va dejando en nosotros huellas y marcas. Porque siempre podemos ser un poco más sabios, siempre habrá algo nuevo que aprender. Quienes ya son abuelos, aprenden muchísimo de sus nietos. Y es un ida y vuelta, un yo te enseño y de vos aprendo. Y a los padres también nos pasa, y si encima hemos emigrado a un país con un idioma distinto al nuestro, es aún más claro todo lo que aprendemos de ellos.

Yo estoy en ese momento ahora, en el de transición entre etapas. Dispuesta a enfrentar lo que venga con optimismo e incertidumbre a la vez. Mis hijos ya despliegan sus alas, y nosotros también, de otro modo. Unas alas un poco más pesadas y cansadas que las de ellos, pero que aún cumplen su función. Porque seguimos teniendo proyectos e ideas y los sueños, queridos lectores, son la mejor poción de rejuvenecimiento. Así que, acá mi propuesta para ustedes y para mí: ante cada nueva etapa, renovemos los sueños.

DSC_0892

© Todos los derechos reservados.-

Comparte esto:

  • Tweet
  • Correo electrónico
  • Compartir en Tumblr
  • Más
  • Telegram
  • WhatsApp

Me gusta esto:

Me gusta Cargando...

LA MEDIANA EDAD NO EXISTE

27 jueves Nov 2014

Posted by cindyisrael in Notas

≈ Deja un comentario

Etiquetas

40 años, aprendizaje, madurez, mediana edad, mujer, patas de gallo

    No sé qué es eso de la mediana edad, suena a una edad por la mitad, sin desarrollo, sin madurez, sin muchas cosas de las cuales no se carecen a los 40 años. La mediana edad no existe. Llamar a los 40 el comienzo de la mediana edad, suena a que las mujeres que llegamos a esa edad nos falta algo. Yo soy una mujer completa, en constante cambio porque busco mejorar cada día, pero entera. He atesorado en mis 44 años muchas experiencias que no han sido en vano, quiero creer; y he aprendido algo de cada cosa que me ha tocado vivir. Todo ese bagaje lo completo desde siempre, no a partir de mis 40, y lo voy rellenando cada día porque sé que cuando llegue mi tiempo, será la mejor herencia que podré dejarle a mis hijos y los nietos que pueda llegar a tener.

    Cuando estaba por cumplir los 40 me sentía espantada (en realidad cada cambio de decena me ha espantado, pero creo que este ha sido el que más me asustó). Sentí que estaba envejeciendo inexorablemente. Creo que en algún lugar interno, muy remoto, tenía la fantasía de que al momento de cumplir los 40 se me iban a notar por todos lados y que sufriría una transformación total. Pero no fue así. Cumplí la edad fatal y no pasó nada de nada. Es más, al día siguente de mi cumpleaños no había notado ningún cambio, todo se me veía igual, por dentro y por fuera, incluyendo mi entorno. No me transformé en rana, no se me llenó la cara de arrugas, ni empezó mi vida nuevamente como por arte de magia como intenta hacernos creer una famosa frase creada por algún acomplejado. Yo seguí siendo yo, con mi mismo rostro y emociones, con mis conocimientos que seguí enriqueciendo cada día y la misma familia y los mismos amigos a los que amo, con mis temores y mis dudas, con mis certezas, mis aciertos y mis fracasos, con mis logros y mis ilusiones, con mis retrocesos y mis objetivos, con todo, yo, yo misma, la del día anterior y la del anterior a ese día. 

   Hoy estoy a mitad de camino entre los 44 y los 45. Y he hecho más cambios este año que hace cuatro años atrás, cuando cumplí la edad tan temida. Bajé y sigo bajando de peso, comencé a estudiar (¡a mi edad!), me he metido en proyectos, he creado mi propia empresa que por ahora no está en marcha (aunque tampoco abandonada) y he logrado vencer obstáculos, temores y barreras. Pude perdonar lo que creí que nunca lograría perdonar. Todo este año, un año pleno de cambios a una edad en la que no se habla que eso pase. A los 40 no me pasó nada, al menos nada muy distinto a los que venía pasando. Y junto con todos estos cambios, se me marcaron más algunas líneas de mis facciones y las patas de gallo. Alguien dijo hace poco que son marcas que nos salen a quienes nos reímos mucho. Me quedo con eso y me amigo con ellas, porque me gusta reír y lo seguiré haciendo siempre. Marquemos juntos las patas de gallo, ríamonos juntos y perdamos el miedo a la edad, que no es mediana, es completa con todo lo que eso implica.

   Hoy firmaré un compromiso conmigo misma. Ya no temeré cumplir años. Seré feliz cada 15 de febrero compartiéndolo con quienes amo y agradeciendo tenerlos a mi lado, recordando a los que ya no están con amor y sonrisas y pensando que dejaré millonarios a mis hijos con tanto que tengo para trasmitirles.

dsc_0466b

-Foto tomada por mi hijo menor. © Todos los derechos reservados.-

5 de noviembre de 2013

Comparte esto:

  • Tweet
  • Correo electrónico
  • Compartir en Tumblr
  • Más
  • Telegram
  • WhatsApp

Me gusta esto:

Me gusta Cargando...

Member of The Internet Defense League

BUSCADOR

Crea un blog o un sitio web gratuitos con WordPress.com.

Privacidad y cookies: este sitio utiliza cookies. Al continuar utilizando esta web, aceptas su uso.
Para obtener más información, incluido cómo controlar las cookies, consulta aquí: Política de cookies
  • Seguir Siguiendo
    • FILOIDEAS
    • Únete a 1.855 seguidores más
    • ¿Ya tienes una cuenta de WordPress.com? Accede ahora.
    • FILOIDEAS
    • Personalizar
    • Seguir Siguiendo
    • Regístrate
    • Acceder
    • Denunciar este contenido
    • Ver sitio web en el Lector
    • Gestionar las suscripciones
    • Contraer esta barra
 

Cargando comentarios...
 

    A %d blogueros les gusta esto: