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     Hoy no fui a la exposición. Con mi marido decidimos ir a la Ciudad de las Artes y las Ciencias y ya fuimos sabiendo que podríamos quedar agotados y no alcanzarnos el tiempo. Como vamos a estar pocos días en Valencia, y no sabíamos si tendríamos otra oportunidad para ir, decidimos visitar dos de los edificios: el Museo de Ciencias y el Oceanógrafo.
     Más allá de lo interesante que era cada uno y lo hermoso de ambos lugares, he de decir que no recomiendo esta locura, a menos que como en nuestro caso, no quede más remedio. Sobre todo si se quiere disfrutar y darle a cada tema la atención que merece. Cada uno lleva muchísimo tiempo. El Oceanógrafo tiene muchas subidas y bajadas y cierra a las 18:00 hs. También recomiendo que para ir esperen a que terminen algunas instalaciones, porque está incompleto.
     Almorzamos allí. Primero fuimos a ver un restaurante (hay varios y de distintos estilos), además de que todo era a base de pescado que a mi esposo mucho no le gusta, los precios eran imposibles (35 Euros por persona el más barato). Así que fuimos a ver otro con precios más razonables y otra variedad. No sé si se puede entrar allí con comida y bebida, pero se podría averiguar y si dicen que sí, conviene.
     Había un espectáculo con delfines. Y quiero destacarlo, porque tiene una diferencia fundamental con otros que he visto alguna vez, los delfines no son payasos. No se les hace hacer cosas poco naturales para ellos tales como jugar con una pelota, pasar por un aro, aplaudir o cosas por el estilo. Hacen todo aquello que harían en su hábitat natural: saltar, nadar, comer, hablar… Se explicó que es una familia de delfines y que trabajar con ellos les permite estudiar conductas que les son útiles para ayudar a otros animales que pudieran estar en peligro. Enseñaron a cómo ayudar si se encuentra alguno varado también.
     Me quedé asombrada con un grupo de ancianos murcianos. Según supe luego, estuvieron todo el día arriba y abajo sin parar. Una verdadera maravilla. No sé cómo hicieron. mi marido y yo quedamos para ser juntados con cucharita.
     Casi a la rastra volvimos a la pensión, molidos, pero habiendo disfrutado mucho. Cenamos Paella Valenciana. Mañana sí iremos a Burjassot. Será un día largo allá, pero lleno de cosas interesantes que ya les contaré a todos a la noche, como cada día.

Valencia- 24/02/2016 a las 22:55 hs.

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