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año nuevo, balance, cable, clientes, compañía telefónica, empresas, felicitación, feliz año nuevo, metas, molestia, objetivos, propóstos, reflexión
Aunque yo no festejo, aprovecharé esta oportunidad para saludar a todos los que sí lo hacen. Llega esta época del año y la gente corre para comprar comida, se atiborran de ella, beben mucho, se reúnen con familia y amigos, se pelean con algunos parientes, tiran fuegos artificiales, el hospital oftalmológico y del quemado aumentan su trabajo, se recuerda a los que ya no están, invitan al que está solo y muchos reflexionan de lo que ha sido el año para ellos, hacen un balance, se plantean nuevas metas y propósitos que suelen quedar en el olvido a los pocos días. Las empresas no se quedan atrás, también hacen sus balances y se proponen nuevos objetivos y parece que indefectiblemente todas llegan a la conclusión de que tienen que captar nuevos clientes y para ello organizar nuevos planes promocionales. Así que para estas fechas, aumentan las llamadas telefónicas. Para quienes emigramos a países donde debimos aprender el idioma del lugar, a la molestia de atender todas esas llamadas, se suma la de la velocidad al hablar (ver cuento YO MARCO 1). Pero en estos casos, esa suele ser la molestia menor. Se dan diálogos como los siguientes:
Ejemplo 1:
-Buenos días, soy Lena de Pelando Teléfonos.
-¿Otra vez ustedes? ¿No les dije ya que no me llamaran más? Yo renuncié a seguir con vuestra compañía.
-Por eso la llamo. Queremos saber por qué se fue.
-Ya lo contesté millones de veces, no estoy dispuesta a explicarlo de nuevo. Mejoren la comunicación en su empresa y no me llamen más.
-¿Comunicación, qué es eso? De todos modos me gustaría ofrecerle un plan inmejorable.
-No me interesa, cuando estuve con ustedes les pedí que me mejoraran el plan y no lo hicieron. Me hubieran cuidado cuando era clienta, ahora no me molesten más.- Corto la comunicación y al rato viene mi hijo menor:
-Mamá, me acaban de llamar de Pelando Teléfonos y preguntan por qué nos fuimos.
-Deciles que sos menor de edad y que si vuelven a llamarte darás aviso a la policía y cortales.- Créanme que esta situación volverá a repetirse, porque ya era una repetición.
Ejemplo 2:
-Buenos días, soy Jana de Salicom ¿de qué compañía es su teléfono?
-Jana, no lo tomes a mal, pero no te conozco ¿por qué voy a darte ningún dato?
-Sí, bueno, pero yo necesitaría saber cuántos aparatos hay en su casa.
-¿No escuchaste que te dije que no doy datos a desconocidos?– Jana habla por lo bajo, se supone que yo no escucho, con alguien que está a su lado: -dice que no quiere darme ningún dato. Corto la comunicación.
Ejemplo 3:
-Perestroica tovarish Svetlana.
-Usted disculpe, pero yo vivo en Israel ¿y usted?
-¿Bolshoi ruski?
-No, ya le dije que vivo en Israel ¿usted dónde vive?- Y es que los rusos en general, con honrosas excepciones, creen que en vez de aprender ellos hebreo todos los demás debemos saber ruso. Cuando les respondo así me suelen responder, en hebreo: -fue un error- y cuelgan.
Hay horarios en los que las llamadas se suceden una detrás de otra, y no sólo las distintas empresas de celulares, con los del cable se dan conversaciones como esta:
-Buenos días, soy Esther y llamo para ofrecerle un nuevo plan. Nosotros le damos todos los canales, mayor velocidad en Internet, tres nuevas líneas telefónicas y usted paga un 10% menos en sus compras del supermercado una vez por mes.
-No gracias, no me interesa.
-Pero es que también le puedo mejorar la oferta ofreciéndole un tanque lleno de nafta para su auto una vez al mes.
-No tengo auto.
-Se lo vendemos también, con un 20% de descuento en el valor del seguro.
-Ni siquiera tengo registro.
-Puede tomar las clases de manejo con una empresa asociada a nosotros y le darán un café gratis cuando vaya a anotarse.
La verdad es que no suelo permitirles alargarse tanto, suelo cortarles bastante antes. Pero sí es cierto que son muy cansinos y ya no saben cómo más engatusarte para que accedas a sus ofrecimientos. En la mayoría de ellos hay gato encerrado y yo por regla general, desconfío primero y averiguo después. Suelo decir que no, porque generalmente le encuentro la trampa.
En fin, algunos días de tener paciencia infinita, ya vendrán aquellos en que sólo llamará una empresa por día. Mientras les ofrezco la lectura a mi blog completamente sin cargo alguno y mis mejores deseos de que los propósitos que piensen este año, los puedan cumplir íntegramente.
Y recuerden: SI CONDUCEN NO BEBAN Y SI BEBEN NO CONDUZCAN.
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30 de diciembre de 2014.